Una camiseta que vigila el coraz¨®n
El hospital Ram¨®n y Cajal emplea una prenda inteligente para monitorizar a sus pacientes
Est¨¢s de viaje por Bombay, por Nueva York o por Sidney y, de pronto, te llama tu m¨¦dico: ¡°??ndate con ojo, que el monitor muestra que tu coraz¨®n se est¨¢ excediendo!¡±. No queda tanto para que esto sea una realidad. De hecho, hacia ese futuro, hacia el seguimiento a distancia de la salud de cada paciente, camina ya la telemedicina. Uno de los pioneros en esta cuesti¨®n es el jefe de Cardiolog¨ªa del Hospital Ram¨®n y Cajal de Madrid, Jos¨¦ Luis Zamorano (Madrid, 1963). Pone a sus pacientes una prenda inteligente, un dispositivo tecnol¨®gico que se puede vestir (wearable) con una forma parecida a la de un top deportivo femenino, que le permite grabar lo que hace su coraz¨®n de forma permanente durante d¨ªas, semanas o meses. Medio centenar de personas que han pasado por este hospital ya usan este atuendo.
La prenda es una tira de tela con sensores y un peque?o ordenador que registra el ritmo card¨ªaco
¡°La cardiolog¨ªa ha mejorado mucho el diagn¨®stico, la prevenci¨®n y la terapia. Y el siguiente paso es la monitorizaci¨®n remota. La telemedicina, poco a poco, empieza a ocupar un lugar importante en nuestra vida¡±, afirma Zamorano. La prenda inteligente con la que trabaja el equipo de este cardi¨®logo es el resultado de la ¡°necesaria¡± colaboraci¨®n entre la empresa y la investigaci¨®n. La empresa de tecnolog¨ªa espa?ola Nuubo proporciona al hospital sus prototipos y el doctor los utiliza con sus pacientes y comunica a la compa?¨ªa las mejoras que cree necesarias.
Los usuarios de este prototipo tienen que acudir al centro hospitalario para que el equipo de Zamorano recoja la informaci¨®n de la prenda. Los sensores registran el funcionamiento del coraz¨®n en un gr¨¢fico, que interpreta un programa inform¨¢tico. Determinados patrones asocian a cada forma de latido su naturaleza, es decir, si ha sido normal o hay de qu¨¦ preocuparse. Pero el programa necesita de un tutor humano. ¡°Tengo que verificar lo que el ordenador interpreta y en base a esto valido lo que muestra el software¡±, explica Teresa Cano, enfermera que revisa los gr¨¢ficos de unos 15 pacientes al d¨ªa. El siguiente paso es lograr que el aparato que lleva la camiseta emita la informaci¨®n desde donde est¨¢ el paciente hasta el correo electr¨®nico del m¨¦dico.
La telemedicina empieza a ocupar un lugar importante en nuestra vida
Pero estos son solo los primeros pasos hacia el futuro de la telemedicina. De hecho, otro de los proyectos de este equipo m¨¦dico es la implantaci¨®n de un chip, mediante una simple inyecci¨®n subcut¨¢nea, para realizar esta monitorizaci¨®n cardiaca. Hacerlo realidad tendr¨ªa un coste de unos cinco millones de euros, que el jefe de Cardiolog¨ªa ya ha pedido a Horizonte 2020, el programa de la Uni¨®n Europea que financia las iniciativas relacionadas con la investigaci¨®n cient¨ªfica.
Jos¨¦ Luis Zamorano ve de una manera muy esperanzadora lo que puede aportar la telemedicina a los pacientes en un futuro. Y tiene claro cu¨¢l ser¨¢ la clave: ¡°Los primeros monitores Holter eran mochilas que pesaban unos 10 kilos, luego fueron como un walkman y ahora son del tama?o de un dedo. Pero la verdadera revoluci¨®n de la medicina actual es pensar que su piedra angular no es el m¨¦dico, sino el paciente¡±, asevera. Y cuando se trata de cuidar algo tan delicado como el coraz¨®n, el doctor est¨¢ convencido de que el paciente quiere disponer de ¡°todos los airbags¡±.
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