Valentino, el ¡®emperador¡¯ del buen vivir

Amante de lo bello, perfeccionista, un poco obsesivo y adem¨¢s apasionado del buen comer, as¨ª es Valentino Garavani (Voghera, 1932). El reconocido dise?ador italiano lanz¨® este mes su libro En la mesa del emperador, uno de las publicaciones sobre gastronom¨ªa m¨¢s glamurosas que sin duda alguna se han publicado."Si me hubieran dicho alguna vez que publicar¨ªa un libro de recetas, yo habr¨ªa contestado: 'No, esto es demasiado", declaraba Garavani una entrevista a la p¨¢gina web style.com Ayer el dise?ador present¨® en Nueva York su libro, nueve d¨ªas despu¨¦s de haberlo hecho en Londres. La actriz Anne Hathaway no se quiso perder ninguno de los dos lanzamientos y acompa?¨® al dise?ador en los los dos eventos, uno a cada lado del Atl¨¢ntico, demostr¨¢ndole una vez m¨¢s el cari?o y respeto que le guarda.

El tomo, de 192 p¨¢ginas y 80 fotograf¨ªas, invita a los lectores a introducirse en el refinado mundo de Valentino. ¡°Siempre me fijo en que los vegetales sean org¨¢nicos. Nada de az¨²car ni leche en los pasteles¡±, revel¨® el modista. La publicaci¨®n no es simplemente un recetario que expone algunos de los men¨²s preferidos del dise?ador, tambi¨¦n ofrece una ojeada a las costumbres de mesa del italiano. Ense?a desde c¨®mo hacer un flan de queso de cabra hasta c¨®mo convertir un tomate en un p¨¦talo de flor. Pero adem¨¢s, revela su obsesi¨®n por los adornos y centros de mesa.

¡°Hacerlo solo de recetas era rid¨ªculo¡±, reconoce, ¡°sobre todo cuando una de las cosas m¨¢s importantes es la presentaci¨®n de la comida¡±, ha segurado Valentino en style.com. El dise?ador confiesa que cu¨¢ndo finaliz¨® el libro pens¨® en la gran cantidad de cosas que pone a la vez en una mesa. "La gente va a pensar que solo lo hago para mostrarlo en la publicaci¨®n. Pero no es as¨ª, en realidad yo uso todas esas cosas siempre, incluso cuando estoy solo¡±.

En la mesa del emperador, de la editorial Assouline (a la venta por 150 d¨®lares), se adentra, adem¨¢s, en las mansiones del dise?ador. Gracias al recorrido fotogr¨¢fico los lectores descubrir¨¢n que a Valentino le gusta decorar sus mesas con cisnes de porcelana de Meissen (la primera porcelana de Europa) y cristal Moretti, as¨ª como su afici¨®n por los saleros zaristas ¡ªla procedencia de cada objeto est¨¢ cuidadosamente enumerada en los pies de foto¡ª. La colecci¨®n de estas piezas es quiz¨¢ tan extravagante como los 175 tarros de galletas del artista Andy Warhol.

Como buen italiano, no pod¨ªa faltar la menci¨®n a la mamma italiane. Valentino hace un peque?o repaso de su infancia y recuerda a su madre quien, seg¨²n ¨¦l, era una buena cocinera pero que ten¨ªa un peque?o defecto: aprovechaba las sobras, y las volv¨ªan a servir al d¨ªa siguiente. Algo que Valentino jam¨¢s hace.