Sobre columnas y (m¨¢s) titulares
Los lectores critican un art¨ªculo de opini¨®n sobre la televisi¨®n auton¨®mica catalana y un titular de portada sobre la consulta del 9 de noviembre que juzgan indebidamente opinativo
Los periodistas somos los paladines de la libertad de expresi¨®n, aunque en las redacciones se utiliza bien poco. Nuestra misi¨®n fundamental es informar, y eso excluye dar opiniones. Una prerrogativa de la direcci¨®n, a trav¨¦s de la l¨ªnea editorial y, sobre todo, de los columnistas. EL PA?S tiene un amplio plantel de articulistas que ejercen esa libertad con diferente intensidad cr¨ªtica. Los hay que son flagelo constante del Gobierno, de los pol¨ªticos, de la corrupci¨®n, del capitalismo salvaje, o la mala educaci¨®n nacional, y que acumulan seguidores entusiastas. Pero no todas las cr¨ªticas obtienen el aplauso de los lectores. Un art¨ªculo de opini¨®n de Ignacio Vidal-Folch, publicado el 2 de noviembre en el suplemento Domingo, ha provocado varias quejas. En el texto, titulado TV3 fuerza la m¨¢quina,se criticaba con iron¨ªa la programaci¨®n de la televisi¨®n auton¨®mica catalana, en la que, dec¨ªa el autor, ¡°la brocha gorda del desprecio a cuanto suena espa?ol se alterna con pinceladas sutiles de chovinismo¡±. Tambi¨¦n se alud¨ªa a una aparici¨®n del cantante Llu¨ªs Llach en uno de sus programas.
Federico Jim¨¦nez S¨¢nchez me ha remitido un mensaje indignado, especialmente, por el siguiente p¨¢rrafo del art¨ªculo: ¡°El convidat (El invitado) es un programa de mucho ¨¦xito. El locutor se presenta con una maleta en casa de un famoso catal¨¢n, y pasa con ¨¦l 24 horas. Esta vez con Llu¨ªs Llach, que vive en Senegal parte del a?o. Los senegaleses, dice Llach, tienen otro sentido del tiempo, de la amistad, etc¨¦tera. Tenemos mucho que aprender de ellos. Al fondo se ve a un empleado suyo: un negro de musculoso torso a la orillita de la mar, cepillando un bonito caballo; pero tranquilos, que est¨¢ casado y tiene hijos. ?No hay turismo sexual, ni colonialismo, malpensados!¡±.
Este lector se pregunta: ¡°?De verdad no hay l¨ªmites ¨¦ticos de ning¨²n tipo respecto de lo que el se?or Ignacio Vidal-Folch puede escribir en EL PA?S?¡±.
La menci¨®n a Llach ha molestado tambi¨¦n a Francisco Javier Picazo Jover, lector de este diario, ¡°desde hace 25 a?os¡±, que se queja adem¨¢s de la, a su juicio, uniformidad de opiniones que ofrece este diario sobre la situaci¨®n en Catalu?a. Respecto al art¨ªculo sobre TV3, considera que el autor ¡°no deber¨ªa utilizar esa iron¨ªa para solventar cuentas pendientes con personas que no ten¨ªan nada que ver con el tema del art¨ªculo, como es el caso de Llu¨ªs Llach, del cual hace una referencia absolutamente impresentable e injuriosa¡±.
La palabra ¡°in¨²til¡± no figura en el texto. Es una conclusi¨®n del mismo
Mi misi¨®n no es juzgar a los columnistas. No obstante, he enviado estos correos a Vidal-Folch. Esta es su respuesta: ¡°En mi art¨ªculo TV3 fuerza la m¨¢quina he proporcionado a los lectores de EL PA?S una informaci¨®n veraz y llena de datos indiscutibles sobre un fen¨®meno desconocido para quienes no viven en Catalu?a y que contribuye en buena medida al auge del separatismo: la naturaleza y deriva de TV3. Que algunos se sientan agredidos me es indiferente. Hay que contar las cosas como son, y no como a algunos les gustar¨ªa que se contasen¡±.
Otro lector, Olivier de Mena, protesta por el art¨ªculo de Vidal-Folch, pese a coincidir con ¨¦l en que la propaganda que realiza TV3 ¡°es real y bastante desagradable¡±. Su tesis es que todos los medios ¡ªincluye al Grupo PRISA, que edita EL PA?S¡ª hacen lo propio. Y acusa a otras cadenas de televisi¨®n de hacer propaganda anticatalana sistem¨¢ticamente.
EL PA?S ha publicado decenas de art¨ªculos cr¨ªticos con las televisiones p¨²blicas. A t¨ªtulo de ejemplo, quiero reproducir una frase de una columna sobre Telemadrid escrita por un redactor de esta casa, Javier Mart¨ªn, en noviembre de 2011. Bajo el t¨ªtulo Telemadrid, ?qu¨¦ zafia eres!, dec¨ªa: ¡°No es necesario ir a programas m¨¢s personales y sectarios, como el vespertino Alto y claro, para encontrar tal grado de sectarismo absoluto, incluso absurdo. Sin tregua, desde el amanecer y en los mismos titulares. Ninguna otra televisi¨®n auton¨®mica, gobiernen en sus territorios PP, PSOE, CiU o Coalici¨®n Canaria, se acerca a esa bazofia informativa¡±.
Hace dos semanas dediqu¨¦ mi art¨ªculo a las reacciones que provoc¨® un titular poco afortunado sobre el l¨ªder de Podemos, Pablo Iglesias. Hoy, es otro titular, Catalu?a celebra un 9-N in¨²til para definir su encaje en Espa?a, que dominaba la portada de EL PA?S el domingo 9 de noviembre, el que ha destapado la caja de los truenos.
Varios lectores me han escrito para expresar su desacuerdo y su disgusto por el uso del adjetivo ¡°in¨²til¡±. Marta Albi?ana Domingo, exalumna del m¨¢ster de EL PA?S, donde, cuenta, trabaj¨® un par de a?os, escribe: ¡°Se supone que es un titular informativo, por tanto, no cabe la interpretaci¨®n o la opini¨®n en ¨¦l (al menos as¨ª me lo ense?aron sus compa?eros que me dieron clase en el m¨¢ster). De este modo, el adjetivo ¡®in¨²til¡¯ sobra¡±.
Otro lector, Pere Ros Rebul¨¤, muy molesto con diversos t¨ªtulos y subt¨ªtulos de este diario referidos a temas catalanes, por considerarlos ¡°tendenciosos y carentes de rigor¡±, se queja tambi¨¦n del publicado el domingo 9 de noviembre. ¡°A mi entender, la calificaci¨®n de ¡®in¨²til¡¯ implica un juicio de intenci¨®n que, si bien en un ensayo emp¨ªrico podr¨ªa ser tenido en cuenta, en una situaci¨®n pol¨ªtica deja mucho que desear¡±. Este lector subraya adem¨¢s que el t¨¦rmino ¡°in¨²til¡± es ¡°peyorativo¡±.
Muy cr¨ªtico es tambi¨¦n Manel Risques Corbella, suscriptor de este diario. ¡°Todos sabemos que la votaci¨®n del 9-N no tiene ninguna validez jur¨ªdica (no se necesitan muchas luces para establecer tal aserto), pero que tiene un profundo contenido pol¨ªtico que es necesario analizar y explicar. Verbos que, en las noticias, no pueden mezclarse con opinar¡±.
?ngel Domingo, que particip¨® como voluntario en la organizaci¨®n de la consulta, me escribe: ¡°Dejando de lado la extra?eza por calificar de in¨²til algo que todav¨ªa no ha ocurrido y de lo que se desconocen tanto su dimensi¨®n como sus efectos, no s¨¦ si puede imaginarse la inmensa sensaci¨®n de desprecio y humillaci¨®n que un ciudadano catal¨¢n que hubiera participado en esta jornada puede llegar a sentir¡± al leerlo. Esteban Garriga Gorina se pregunta respecto de la palabra ¡°in¨²til¡±: ¡°?Es este el mejor calificativo que un peri¨®dico de su entidad ha encontrado para definir la jornada de hoy [9 de noviembre]?¡±.
He trasladado estas quejas al director adjunto de EL PA?S, David Alandete, que se?ala: ¡°No hay valoraci¨®n u opini¨®n en el titular. Ni desde luego se juzga el comportamiento de quienes acudieron a votar. Se dice en ¨¦l que Catalu?a celebra un 9-N in¨²til para definir su encaje en Espa?a. La definici¨®n de ¡°in¨²til¡± no es otra que ¡°no ¨²til¡±. Dada la impugnaci¨®n del Tribunal Constitucional y los cambios efectuados por el Gobierno de la Generalitat, la votaci¨®n del domingo en Catalu?a no fue ¨²til para ¡°definir su encaje en Espa?a¡±, porque no era vinculante ni ten¨ªa efecto jur¨ªdico alguno. Quiz¨¢ pudo ser ¨²til para otras cosas, pero desde luego no ¡°para definir el encaje de Catalu?a en Espa?a¡±. La prueba es que, posteriormente, el presidente Artur Mas pidi¨® que ahora se acometa el refer¨¦ndum de verdad, el v¨¢lido, en suma, el ¨²til¡±.
Yo no veo, como denuncia uno de los lectores, voluntad de ¡°humillar¡± o ¡°despreciar¡± a nadie en el titular, pero s¨ª me parece err¨®neo. Al afirmar que ¡°el 9-N es in¨²til para definir el encaje de Catalu?a en Espa?a¡±, saca una conclusi¨®n que no est¨¢ en el texto, donde solo se dice que la consulta carece de garant¨ªas y validez legal. La palabra ¡°in¨²til¡± no figura en ¨¦l por ninguna parte. El Libro de Estilo especifica claramente que los titulares, en los casos de noticias y cr¨®nicas, ¡°jam¨¢s establecen conclusiones que no figuren en el texto¡±.
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