¡°Cualquier ciudad que cree una fuerza colectiva se puede transformar¡±
Uno de los ide¨®logos de la revoluci¨®n urbana que ha asombrado al mundo no cree en modelos de ciudad: "Cada una tiene el suyo, pero s¨ª hay ejemplos que se pueden seguir"
Medell¨ªn se ha convertido en el icono de c¨®mo se le puede dar la vuelta a la ciudad. Pas¨® de ser una de las m¨¢s peligrosas de Colombia a estar considerada un modelo urban¨ªstico mundial. Tras una enorme expansi¨®n entre los cincuenta y los ochenta, en el que multiplic¨® su poblaci¨®n por nueve, las tasas de paro llegaron al 22% (11% hoy), con 380 homicidios por 100.000 habitantes ¡ªhoy la tasa es de 28,5 por cada 100.000, por debajo de la media del pa¨ªs (31), aunque mucho m¨¢s alta que, por ejemplo, la espa?ola, donde es de 1 por cada 100.000¡ª.
En Colombia los alcaldes no se pueden reelegir, as¨ª que los que han estado al mando de la ciudad han ido cambiando en los ¨²ltimos 15 a?os, mientras sufr¨ªa la transformaci¨®n. Jorge P¨¦rez Jaramillo, arquitecto asesor de Medell¨ªn y uno de los cerebros de estos cambios, siempre ha estado asesorando a los distintos gobiernos para propiciar estas mejoras. Las comenta en la Smart City Expo que se ha celebrado esta semana en Barcelona.
Pregunta. ?C¨®mo se produce este cambio?
Respuesta. Yo siempre digo que en Medell¨ªn todos somos urbanistas. Estamos muy involucrados con la ciudad. El fundamento esencial de lo que ha sido Medell¨ªn en los ¨²ltimos a?os es que fue tan honda la crisis que los ciudadanos nos hemos implicado en buscar una soluci¨®n. Nos criamos busc¨¢ndola aunque parec¨ªa no existir, porque la crisis no era solo industrial o econ¨®mica, de conflictos sociales o de gigantesca urbanizaci¨®n. Fue todo. La explosi¨®n de la construcci¨®n de los sesenta y setenta, la de la econom¨ªa por la eliminaci¨®n del ferrocarril y la globalizaci¨®n, que hizo perder competitividad a nuestra econom¨ªa y a la industria cafetera. Era una ciudad pr¨¢cticamente inviable.
P. ?Y c¨®mo lleg¨® a ser viable?
R. A m¨ª no me gusta hablar del modelo Medell¨ªn, porque cada ciudad tiene su particularidad. En lo que s¨ª es muy ejemplar y lo que s¨ª deber¨ªa ser compartido con todo el mundo es que es posible construir un proceso colectivo para formular un proyecto de ciudad; con convicci¨®n a largo plazo, con liderazgo adecuado, y una continuidad y que permita hacer una ciudad que evolucione.
En plena crisis todos nos sumamos. Aparece una entidad que fue muy importante que se cre¨® en el a?o 90: la Consejer¨ªa Presidencial para Medell¨ªn. Ante la violencia y el impacto de la crisis, el Gobierno crea este instrumento que se convierte en uno poderoso para que toda la sociedad busque soluciones. Se crea una apuesta que se desarrolla por los siguientes cuatro o cinco a?os trabajando sobre grupos ciudadanos y construyendo alternativas de futuro para la ciudad. Despu¨¦s de eso se crea un plan estrat¨¦gico. En pleno momento donde la ciudad est¨¢ fortaleciendo su institucionalidad para combatir el terrorismo y la crisis, aparece una generaci¨®n que trabaja durante casi una d¨¦cada pensando la ciudad, construyendo ideas, apuestas.
P. ?En qu¨¦ consisti¨® el trabajo de la Consejer¨ªa?
R. En la consejer¨ªa se parti¨® de la propia comunidad. Se empez¨® a trabajar con j¨®venes y ni?os. Diagnosticando, estudiando, construyendo propuestas. La sociedad form¨® una generaci¨®n implicada. Aparece una nueva camada de l¨ªderes p¨²blicos, privados sociales, hay un relevo generacional. Y todo eso termina por generar una ruptura con la inercia que la ciudad cargaba.
En Medell¨ªn todos somos urbanistas, estamos muy involucrados con la ciudad
Y esa nueva generaci¨®n comienza a gestar nuevas formas de entender la ciudad, el urbanismo, la arquitectura, pero tambi¨¦n de pensar la pol¨ªtica p¨²blica y la planificaci¨®n. Yo fui decano de la facultad de Arquitectura muy joven. Eso se debe a que hubo una apuesta de cambio. Nosotros entendimos en el mundo del urbanismo y arquitectura que hab¨ªa un proceso en Espa?a muy significativo. Comenzamos a invitar a grandes urbanistas y arquitectos espa?oles en los noventa. Tuvimos m¨¢s de 80, 90, no solo de espa?oles, aunque muchos s¨ª lo eran. Y convertimos las universidades y las instituciones en instrumentos para cambiar la realidad.
Entendemos que la ciudad tiene que recibir nuevas energ¨ªas, y por ejemplo, el trabajo sobre recuperar la ciudad para los habitantes a trav¨¦s del espacio p¨²blico, las infraestructuras para inclusi¨®n social. Entender que el desarrollo econ¨®mico tiene que ir de la mano de la superaci¨®n de las brechas sociales, que las pol¨ªticas tienen que estar al servicio de los ciudadanos, con transparencia, con equidad, con participaci¨®n. Eso hace que la crisis pase a ser oportunidad.
P. ?C¨®mo se canaliza todo esto?
La equidad no se contempla como algo asistencial, sino que es? la esencia del proyecto
R. Tanto la Consejer¨ªa Presidencial como el Plan Estrat¨¦gico fueron procesos participativos. Muchos ciudadanos que antes no hab¨ªan pensado en el mundo p¨²blico se empezaron a implicar. En los noventa, al tener generaci¨®n de gente que creci¨® con preguntas sobre la ciudad y sociedad, nos convertimos todos en agentes pol¨ªticos, no de partidos, sino de pol¨ªticas p¨²blicas. Toda la sociedad se implic¨®. En Medell¨ªn era normal ver que en los noventa los sindicatos, las entidades culturales, universidades, empresarios, pol¨ªticos juntos; nos sent¨¢bamos en la misma mesa a discutir mismos problemas y asumir los mismos compromisos. Es un germen de lo que hoy muchos consideran un milagro. No lo es, se trata de un proceso, una construcci¨®n social y pol¨ªtica, una ciudad que entendi¨® que solo juntos, sum¨¢ndonos y con corresponsabilidad era posible superar la situaci¨®n. Si cualquier ciudad consigue construir una fuerza colectiva que crea que hay que transformar la ciudad, puede suceder.
P. ?C¨®mo un cambio urban¨ªstico consigue que haya menos homicidios, por ejemplo?
R. Es que no es el cambio urban¨ªstico. Una cosa es que el proceso tenga en el urbanismo, en la arquitectura una herramienta poderosa y otra que el cambio lo genere el urbanismo. El cambio nace de las personas y lo dem¨¢s son instrumentos poderosos para transformar la ciudad. Eso Espa?a lo conoce en la transici¨®n. Fue un laboratorio del que aprendimos. El urbanismo no es un objetivo, interpreta las demandas y va de la mano de ellas para transformar. Hemos aprendido que una buena arquitectura, unos buenos espacios urbanos son un camino para convivencia y el desarrollo.
De la mano de todo eso, por la inclusi¨®n ha aparecido tambi¨¦n el auge y el desarrollo econ¨®mico. Las agendas que han priorizado retos sociales tienen econom¨ªa m¨¢s saludable. Las tasas de paro y el ?ndice de Desarrollo Humano son los mejores de la historia. Eso s¨ª, con dificultades y preguntas. Tenemos que trabajar d¨ªa a d¨ªa por una ciudad m¨¢s competitiva, m¨¢s legal, m¨¢s segura, m¨¢s sostenible.
P. Defiende que la ciudad no crezca hacia fuera, sino hacia dentro. ?En qu¨¦ consiste esto?
R. El plan general que orientar¨¢ Medell¨ªn hasta 2027 propone ciudad compacta, m¨¢s densa, hacia el interior del r¨ªo. Medell¨ªn es un valle muy que ha crecido mucho hasta los l¨ªmites. Ahora tenemos que controlar esa expansi¨®n. No solo por sostenibilidad, seguridad, reducci¨®n de consumo de energ¨ªa y de desplazamientos a las periferias, sino para la inclusi¨®n y la convivencia, para garantizar el acceso a la ciudad y que esa ¨¢rea urbana donde est¨¢n las mejores dotaciones sea tambi¨¦n la oportunidad de vida para todos los habitantes. Uno de los temas que cambia el plan es que esa agenda de equidad no se contempla como algo asistencial, sino que se convierte en la esencia del proyecto en s¨ª mismo. El crecimiento hacia adentro genera la posibilidad de que todos vivamos en el interior de la ciudad y no cada vez de forma m¨¢s excluyente en las periferias.
P. ?Este crecimiento consiste en rehabilitaciones?
R. Consiste en transformar el r¨ªo, que fue corredor un vial y una cloaca a cielo abierto, en un sistema integrador con grandes espacios de parques, donde las infraestructuras se transforman, pero con elementos controlados para la vida urbana. Y que el parque sea valor agregado para una trasformaci¨®n urbana que propicie que cada vez m¨¢s gente viva alrededor.
P. ?C¨®mo ser¨¢ la futura movilidad en la ciudad?
R. Uno de los temas en los que m¨¢s estaos trabajando es en movilidad sostenible. Tenemos metro, buses, metrocables¡ pero estamos avanzando en tranv¨ªas, nuevos cables y una apuesta muy ambiciosa, que es invertir pir¨¢mide de movilidad. La mayor prioridad va a ser la no motorizada: bicicletas y redes peatonales en equilibrio con transporte masivo. Queremos una ciudad m¨¢s humana.
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