Dos enormes estrellas est¨¢n en proceso de fusionarse en una sola

Una estrella de unas 38 veces la masa del Sol y otra ligeramente inferior, de unas 32 masas solares, est¨¢n tan cerca que comparten una ¨²nica envoltura. Ambas orbitan alrededor de un centro de masas com¨²n, y acabar¨¢n fusion¨¢ndose en una ¨²nica estrella supermasiva, dicen los cient¨ªficos, de unas 70 veces la masa del Sol. ¡°Ser¨¢ dentro de algunos millones de a?os, ni siquiera decenas de millones de a?os, y tenga en cuenta que eso no es apenas nada en t¨¦rminos astron¨®micos¡­ nuestro Sol tiene 4.500 millones de a?os de vida¡±, explica a EL PA?S Javier Lorenzo, astr¨®nomo de la Universidad de Alicante y l¨ªder del equipo que ha descubierto y caracterizado est¨¢ sistema binario. MY Camelopardalis, situado, en la constelaci¨®n de la Jirafa, est¨¢ a una distancia de entre 12.000 y 15.000 a?os luz de la Tierra, en nuestra galaxia.

Cuando las dos estrellas se fusionen, la nueva ¡°seguir¨¢ su evoluci¨®n normal, quemando hidr¨®geno, luego helio¡­ y, posiblemente acabe su vida en una gran explosi¨®n de supernova¡±, a?ade Lorenzo. En cuando a la fusi¨®n, no est¨¢ claro c¨®mo ser¨¢: algunas teor¨ªas ¡°sugieren que el proceso ser¨¢ extremadamente r¨¢pido, liberando una enorme cantidad de energ¨ªa en una especie de explosi¨®n¡±; otros modelos ¡°favorecen un proceso menos violento, pero, en cualquier caso, espectacular¡±, se?ala el Observatorio de Calar Alto (Almer¨ªa), donde se han hecho las observaciones de este trabajo.

La investigaci¨®n de este sistema binario, cuyos resultados se presentan en la revista Astronomy & Astrophysics, ha permitido desvelar sus caracter¨ªsticas, pero, adem¨¢s, sustenta teor¨ªas actuales que proponen que las estrellas extremadamente masivas se forman precisamente por fusi¨®n de las componentes del sistema binario. ¡°Este es el sistema binario m¨¢s masivo que se ha descubierto formado por estrellas de la secuencia principal, es decir, que est¨¢n quemando hidr¨®geno¡±, apunta Lorenzo.

Las dos estrellas de MY Camelopardalis , j¨®venes, muy luminosas y muy calientes (la m¨¢s masiva, con mayor temperatura, seg¨²n escriben en su art¨ªculo cient¨ªfico estos astr¨®nomos) tienen un per¨ªodo orbital de solo 1,2 d¨ªas terrestres. Dado su gran tama?o, ¡°tienen que estar enormemente cerca para poder dar una vuelta completa en tan poco tiempo¡±, se?ala Sergio Sim¨®n, investigador del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias (IAC) y uno de los autores de la investigaci¨®n. ¡°Las estrellas se desplazan a una velocidad superior al mill¨®n de kil¨®metros por hora¡±, contin¨²a. ¡°Pero, al estar tan cerca, las fuerzas de marea que se establecen entre ellas las fuerzan a rotar sobre s¨ª mismas con el mismo per¨ªodo, es decir, cada estrella gira sobre s¨ª mismas en poco m¨¢s de un d¨ªa, mientras que el Sol, que es mucho m¨¢s peque?o, tarda 26 d¨ªas en cumplir un giro completo¡±.

Al estar tan cerca, estas dos estrellas transfieren masa una a la otra y el material de sus capas m¨¢s externas forman, de hecho, una ¨²nica envoltura, concluyen estos cient¨ªficos que la han investigado. Lo que han averiguado de sus caracter¨ªsticas, indica que este sistema binario se form¨® pr¨¢cticamente como se encuentra ahora, es decir, que las estrellas ya estaban casi en contacto en el momento de su formaci¨®n, explica Centro de Astrobiolog¨ªa (CAB), cuya investigadora Miriam Garc¨ªa es coautora del trabajo.

En la V¨ªa l¨¢ctea, la mayor¨ªa de las estrellas no son solitarias, como el Sol, sino que forman parte de sistemas binarios o m¨²ltiples. ¡°En particular las que son mucho m¨¢s masivas que el Sol, tienden a aparecer siempre en compa?¨ªa¡±, apunta Lorenzo. Y MY Camelopardalis es, adem¨¢s, del tipo denominado binaria eclipsante, un sistema en el que, visto desde la Tierra, cada estrella pasa por delante de la otra cada vez que completa una ¨®rbita, lo que produce eclipses parciales de una a la otra.

Lorenzo y sus colegas han basado su investigaci¨®n en los espectros de luz del sistema binario tomados desde el telescopio de 2,2 metros de di¨¢metro de Calar Alto (Almer¨ªa), lo que ha proporcionado informaci¨®n esencial para determinar las propiedades de este par de estrellas, como su temperatura superficial y su tama?o (el radio de cada una de ellas es unas ocho veces el del Sol). Pero adem¨¢s, han utilizado la informaci¨®n captada por astr¨®nomos aficionados que han medido son cambios en la cantidad de luz que llega de esas estrellas a lo largo de la ¨®rbita.