Dimite o Mato
?C¨®mo sostener el independentismo si la bebida con la que lo celebrar¨ªas se resiste? En su esca?o de diputada rasa la exministra bien podr¨ªa decir ?Me Mato de risa!
Al principio parec¨ªa un trabalenguas:?¡°Dimite Ana Mato¡±. Luego fue una cruda realidad para el presidente Rajoy, su Gobierno volv¨ªa a sacrificar una buena amistad. Mientras en Estados Unidos Obama conced¨ªa una amnist¨ªa a dos buenos pavos para que no fueran degollados en el d¨ªa de Acci¨®n de Gracias, en nuestra atribulada Espa?a Rajoy dejaba sin cabeza ministerial a una mujer que siempre se nos fue vendida como esa gran amiga que lo hace todo por ti. Incluso pasar de ser ministra de Sanidad a diputada rasa, que es una manera oficiosa de decir putada.
A Mato la recordaremos por ese aire ausente que sostuvo en aquella insana rueda de prensa para?anunciar que hab¨ªa una enfermera enferma de ¨¦bola. Debemos de reconocerle que cre¨® un estilo de ser ministro ausente, como si tardara en darse cuenta de casi todo. Una simulaci¨®n de ministra en diferido, que dir¨ªa Dolores de Cospedal. Convivi¨® con un Jaguar en el garaje de su casa, presuntamente sin preguntarle a su c¨®nyuge de d¨®nde proven¨ªa tanta cilindrada. Admiti¨® confeti y luces de dise?o en los cumplea?os de sus hijos, tambi¨¦n presuntamente sin querer saber qui¨¦n, o c¨®mo, se pagaba. Tanto el coche como el papelillo la obligaron a divorciarse, algo que fue molesto para ella debido a sus convicciones religiosas. Si no fuera por ellas, entendemos que seguir¨ªa casada con un imputado. Ahora que es diputada, tendr¨¢ tiempo para disfrutar de su esca?o como part¨ªcipe a t¨ªtulo lucrativo mientras se debaten leyes o viajes parlamentarios. Precisamente para no tenerla all¨ª sentada mientras?Rajoy explicaba su plan anticorrupci¨®n la obligaron a dimitir. Y, al final, Rajoy consigui¨® que la dimisi¨®n negociada de su amiga fuera m¨¢s noticia que sus delicadas medidas contra la corrupci¨®n.
??nimo, Ana! No cabe duda que es preferible ser diputada rasa que ser elegida primera dama del Club de las Esposas Tontas, ese que a lo largo de estos a?os compartiste con otras importantes mujeres, desde? Isabel Pantoja, la reina de la copla, hasta la infanta Cristina. En el futuro, cuando estudiemos esta etapa de nuestra historia como la era de la corrupci¨®n, el Club de las Esposas Tontas ser¨¢ un cap¨ªtulo inolvidable. Mujeres castigadas por la ley a causa de un mal amor. En el fondo, todo por culpa de los hombres. ?La testosterona no abandona! Pero siempre hay una segunda oportunidad. Pantoja ha anunciado que le gustar¨ªa dirigir un coro en la c¨¢rcel. ?Pantoja maestra! ?Qui¨¦n nos lo iba a decir! La infanta Cristina deber¨ªa conseguir fondos para una cadena de supermercados org¨¢nicos. Y Mato podr¨ªa escribir un libro sobre c¨®mo esconder un Jaguar en tu jard¨ªn. Y en tu memoria.
Afortunadamente en este universo de esposas atontadas, hay una que es lista. Y esa es Charlene de M¨®naco, que ha comprendido que lo m¨¢s importante en un matrimonio como el suyo no es el marido ni ella sino una buena asesor¨ªa. Charlene ha contratado a nuestra entra?able princesa Corinna. Y la desenvuelta princesa no ha hecho m¨¢s que anotar goles en un Principado que ya conoce como la palma de su mano. Primero convirti¨® a Charlene en una mujer casi interesante, alej¨¢ndola de su destino de ser una versi¨®n femenina de Michael Phelps. Una vez eliminado ese aire de nadadora desorientada, consigui¨® embarazarla y as¨ª estamos hoy felices, a la espera de que nazcan?dos sendos herederos al trono del Principado. Hay mucho revuelo en palacio por estos gemelos, porque no est¨¢ tan claro qui¨¦n de los dos ser¨¢ el heredero, si el primero en nacer o el segundo. ?La vida de los millonarios siempre tiene una complicaci¨®n, pero m¨¢s una opci¨®n! Por eso, quiz¨¢s para endulzarla, Corinna es portada de una de las revistas del coraz¨®n de nuevo cu?o, LOVE, donde se la ve con aspecto inmejorable. Un poco en la onda de Ren¨¦e Zellweger con ese cambio de look. Pero siempre con su envidiable aspecto de soltera muy estupenda. Corinna, como el turr¨®n, vuelve a casa por Navidad. Est¨¢ en todos los quioscos para que no la olvidemos.
L¨ªos de faldas tambi¨¦n hay en Zaragoza, aunque en este caso son sotanas las que se agitan. El arzobispo de esa ciudad quiso hacernos creer que dejaba su cargo por motivos de salud cuando en realidad fue el papa Francisco quien le ces¨® por tapar un caso de acoso entre un p¨¢rroco y un di¨¢cono. Y autorizar un pago de 105.000 euros al di¨¢cono para un curso de formaci¨®n. La pasi¨®n de uno lleg¨® a estrellarse con la puerta del otro fulminando el ocio, el sacerdocio y su amistad. Todos hemos pecado como el sacerdote de Epila, nos dejamos envolver por juegos apasionados, nos dejamos llevar y, despu¨¦s, dios mediante¡ llega la indemnizaci¨®n.
Algunas tradiciones resisten, como la llegada del anuncio de Freixenet, este a?o con David Bisbal y Mar¨ªa Valverde. La marca celebra centenario y el presidente de la empresa aprovecha para decirnos que ellos no apoyan para nada la independencia catalana. El cava, ese l¨ªquido espumoso definitorio de lo catal¨¢n, es espa?ol. Un mal trago para Artur Mas. ?C¨®mo vas a sostener una idea independentista si la bebida con la que vas a celebrarlo se resiste a independizarse? En su esca?o de diputada rasa, la exministra Ana bien podr¨ªa decir ?Me Mato de la risa!
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