Orden social inalterable

De siempre, me atrever¨ªa a decir que desde el Neol¨ªtico, las sociedades han estado divididas en tres grupos: clase alta, clase media y clase baja. Se han denominado de distintas maneras, se han subdividido y su n¨²mero ha variado en funci¨®n de las ¨¦pocas, pero la realidad de la historia es la que es. El esquema siempre se reproduce de la misma manera: la clase alta intenta mantener su poder, privilegios y riquezas. La clase media aspira a ocupar la ¨¦lite de la sociedad y en su lucha se al¨ªa con la clase baja ¡ªa la que promete luchar por la igualdad, la justicia social y la solidaridad¡ª. Una vez que consigue alcanzar el poder y convertirse en clase alta, se une a ¨¦sta, y entre las dos desplazan de nuevo a la clase baja a su lugar natural. Da igual la ¨¦poca de la historia que queramos revisar, o las revoluciones que salieron triunfantes, siempre se reproduce el mismo orden social con la consecuencia l¨®gica de que la ¨²nica que no alcanza nunca sus objetivos es la clase baja. Dicho esto, a uno le gusta m¨¢s adherirse a la divisi¨®n que hizo hace unos 100 a?os P¨ªo Baroja, quien dividi¨® a la sociedad en siete clases de personas: los que no saben, los que quieren saber, los que odian el saber, los que sufren por no saber, los que triunfan sin saber, los que aparentan que saben y los que viven gracias a que los dem¨¢s no saben (a estos ¨²ltimos tambi¨¦n se les llama pol¨ªticos, y algunas veces intelectuales).

Que cada uno saque sus conclusiones ante las promesas de todos los que nos quieren hacer ver que ¡°su¡± modelo social y econ¨®mico es el ideal.¡ª Alfredo Rodr¨ªguez Bl¨¢zquez.