Un respeto para el antih¨¦roe
Un restaurante valenciano dimite de la Gu¨ªa Michelin
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No hay duda alguna. Los h¨¦roes y las hero¨ªnas suelen disponer de mucha mayor atenci¨®n que los dimisionarios o los desertores. Los focos se encienden sobre los obligados a morir en la cancha ¡ªlos Ronaldo, los Messi¡ª, los capitanes de grandes empresas, los pol¨ªticos obligados a competir sa?udamente por el mercado de los votos: ah¨ª tenemos a los Rajoy, los S¨¢nchez o los Iglesias, obligados a recordar a diario qui¨¦n de ellos debe liderar todo lo liderable. Sobrepasar al contrario, ambicionar lo m¨¢ximo, son algunos de los valores que m¨¢s atraen al p¨²blico. Por eso sorprende que, de tanto en tanto, alguien lance el mensaje de que no quiere liderar.
Acaba de suceder en el mundillo de la gastronom¨ªa. No es la primera vez que un galardonado renuncia a la condici¨®n de estrellado, pero ocurre tan pocas veces que resultan interesantes los argumentos. En este caso se trata de Julio Biosca, el due?o de Casa Julio, una antigua fonda de viajeros en el pueblo valenciano de Fontanars dels Aforins, que ha vivido los ¨²ltimos a?os como restaurante dotado de estrella Michelin.
De las explicaciones que ¨¦l mismo ha dado en este peri¨®dico se deduce lo que desea: b¨¢sicamente, que le dejen en paz. Mejor renunciar al estrellato que seguir haciendo compatible el ¡°men¨² degustaci¨®n¡± con los bocadillos y las raciones generosas y sin ¡°chorradas¡± que demanda la clientela m¨¢s pr¨®xima. No le gusta la ¡°tonter¨ªa¡± que entra por su puerta, ni la presi¨®n que sufre para mantener la (para otros) preciada estrella y ganarse la siguiente. Hay quien renunci¨® antes que ¨¦l, sobre todo cuando se trata de cerrar el local y cambiar de vida. No es el caso del ¨²ltimo dimisionario de la Michelin, que desea continuar, pero centr¨¢ndose en su entorno y no en las exigencias del mundillo que se le hab¨ªa venido encima.
La celebridad que diferencia a la ¨¦lite del mont¨®n ya no es lo que era. Por eso el desertor empieza a gozar de mejor fama, aunque los dos han de seguir peleando toda la vida. La alta cocina es una baza fuerte de Espa?a ¡ªah¨ª est¨¢n los Arzak, los Adri¨¤, los Roca¡ª, pero la crisis nos ha ense?ado que lo sencillo tambi¨¦n es un valor a defender y respetar.
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