Justos por pecadores
La llegada de forasteros y ciertas malas pr¨¢cticas amenazan la continuidad del rebusco
El rebusco era una instituci¨®n social agraria y ancestral por la que propietarios y autoridades aceptaban que, una vez terminadas cosechas, recolecciones y vendimias, los m¨¢s pobres del lugar pudieran entrar en las fincas y recoger la uva o las aceitunas que encontraran. Con lo que se hab¨ªa desechado, muchos hac¨ªan su aceite y su mosto y aliviaban su miseria. Era una pr¨¢ctica aceptada que ten¨ªa tambi¨¦n ciertas normas: respetar los tiempos y no hacer destrozos.
La instituci¨®n se mantuvo cuando la industrializaci¨®n cambi¨® la estructura agraria. Pero su naturaleza empez¨® a modificarse: aparecieron los intermediarios, a los que los rebuscadores vend¨ªan lo que consegu¨ªan. Salir al campo, recolectar y depositar la uva en alguno de los puestos de recogida, normalmente de chatarra, donde la compran puede dejar ahora en el bolsillo del recolector entre 30 y 40 euros diarios.
Con la crisis, el rebusco dej¨® de ser una pr¨¢ctica local para transformarse en un fen¨®meno extra?o dif¨ªcil de gestionar. Al campo han ido llegando forasteros organizados en cuadrillas, con grandes furgonetas y nulo respeto por la naturaleza. Su presencia y sus malas pr¨¢cticas han pervertido la raz¨®n de ser de esta tradici¨®n y ello ha llevado a los propietarios a pedir que se proh¨ªba.
Mientras tanto, la devaluaci¨®n general que sufre el pa¨ªs ha alcanzado tambi¨¦n al rebusco con la ca¨ªda de los precios que pagan los intermediarios. No se sabe si es porque incurren en abuso de posici¨®n o porque hay exceso de oferta. El caso es que en Almedralejos, por ejemplo, all¨ª donde antes se pagaban 20 c¨¦ntimos de euro por kilo de uva, ahora solo se pagan 7.
Con estos precios, ni a los m¨¢s pobres les sale a cuenta salir con su carrito de la compra a buscar en unos campos arrasados. No pueden competir con los nuevos profesionales del rebusco. La Junta de Extremadura hizo un amago de regularlo por decreto en 2013, pero no lleg¨® a prosperar. Este a?o ha recurrido al procedimiento administrativo: exigir a los intermediarios condiciones de higiene que no pueden cumplir. Con lo que se ha cegado la v¨ªa a los rebuscadores de verdad. Habr¨ªa que buscar una salida digna para esta situaci¨®n en la que no tuvieran que pagar justos por pecadores.
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