Sin apenas condenas por pederastia, en el nombre del Se?or
Cuando Los Romanones abusaron de menores en Granada durante a?os, el silencio inmoral les protegi¨®
Los casos de religiosos espa?oles condenados en este siglo por abuso de menores no exceden de la docena. Algunos merecieron sentencia firme del Tribunal Supremo. El relato de los hechos que documentan las diligencias no se diferencia demasiado de un suceso a otro: el cl¨¦rigo ejerce un liderazgo moral en el entorno del menor y aprovecha ese privilegio para disponer lo que es bueno y malo en la intimidad del adolescente. Es, entonces, cuando el abusador, disfrazado de cura, p¨¢rroco, preceptor, confesor, profesor, dicta que es conveniente el sexo, cualquier tipo, por s¨®rdido que pueda parecer, por humillante que resulte, cuando se hace ¡°en nombre del Se?or¡±. En su redactado, los autos judiciales tambi¨¦n concuerdan la condena en vida que sufren las v¨ªctimas: un futuro de silencio, verg¨¹enza y horror. El infierno.
Los procesos tambi¨¦n tuvieron otra caracter¨ªstica com¨²n: la nula colaboraci¨®n de las autoridades eclesi¨¢sticas, su predisposici¨®n a favor del culpable, las declaraciones exculpatorias de algunos portavoces, la excusatio, el reproche a los divulgadores que intentan ¡°silenciar a Dios en la sociedad¡± (obispo Ca?izares) o no quieren ver que el religioso abusador no es sino v¨ªctima de adolescentes provocadores: ¡°Hay adolescentes de 13 a?os que son menores y est¨¢n perfectamente de acuerdo y, adem¨¢s, dese¨¢ndolo. Incluso si te descuidas, te provocan¡± (Bernardo ?lvarez, obispo de Tenerife, en 2007). Jos¨¦ Mart¨ªn de la Pe?a fue condenado en 2003 por abusar de una menor: ¡°Esa chica me quer¨ªa mucho¡±, dijo a EL PA?S en una conversaci¨®n en 2010. ¡°La madre era otra cosa, y eso que la ayud¨¦ a pagar el piso. La madre me dijo que le habr¨ªa gustado tener un hijo conmigo si fuera tan inteligente como yo. Cuando era joven me dieron un consejo: hay que ganarse a las madres¡±. Mart¨ªn de la Pe?a ejerci¨® de capell¨¢n en la c¨¢rcel y a su salida de prisi¨®n disfrut¨® de un piso cedido por la di¨®cesis de Alcal¨¢. La Iglesia espa?ola nunca conden¨® a los culpables en p¨²blico. Ning¨²n obispo ha dimitido en Espa?a por pederastia en su di¨®cesis, al contrario que en Alemania, B¨¦lgica, Irlanda y Estados Unidos.
As¨ª que en el caso de Granada, donde la polic¨ªa investiga ahora los abusos cometidos a?os atr¨¢s por Los Romanones, un grupo de religiosos que abusaban de menores y se comportaban como una secta, no hay diferencia de otros sucedidos en Espa?a (el obispo ni condena ni dimite), salvo por un peque?o gran detalle: el papa Francisco se ha interesado personalmente por el caso y ha motivado que una de las v¨ªctimas d¨¦ un paso al frente y denuncie en comisar¨ªa.
Al ¡°silencio inmoral¡± de la Iglesia (como lo calific¨® el te¨®logo Juan Masi¨¢) hay que a?adir otro reproche moral: la falta de rechazo en los entornos familiares y sociales de las v¨ªctimas. Hubo recogida de firmas en C¨®rdoba en favor del cl¨¦rigo condenado Jos¨¦ Domingo Rey Godoy, hubo ¡°desprecio y hasta actitud insultante y conminatoria de una parte de la vecindad¡± (dice la sentencia del Supremo en 2004) antes y durante el juicio a Edelmiro Rial Fern¨¢ndez, condenado por 12 delitos de abusos sexuales.
Un pederasta abusa de menores en Ciudad Lineal, causa un estado de p¨¢nico entre la poblaci¨®n de Madrid y un despliegue policial sin precedentes. Pero cuando Los Romanones actuaron en Granada durante a?os en el nombre del Se?or, el silencio inmoral les protegi¨®. Y nadie se habr¨ªa movido ahora de no haber mediado la voluntad papal.
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