Luces de Navidad

Miles de bombillas anuncian en los centros de las ciudades que la Navidad est¨¢ aqu¨ª. Los centros de las ciudades se llenan de gente que, pese al fr¨ªo, pasea contenta en busca de regalos, sintiendo la imperiosa necesidad de comprar. Una necesidad que la publicidad alimenta desde todas partes con m¨¢s sonidos, m¨¢s colores y m¨¢s luces. No hay nada que objetar a tener una ¨¦poca especial en que nos dediquemos a regalar y en que lo hagamos con alegr¨ªa, aunque sea a fecha fija y cuasi obligatorio; la cuesti¨®n es que tampoco reduzcamos estas fiestas a s¨®lo un mero intercambio de regalos y a una animaci¨®n mayor de la que normalmente tenemos. Si hay algo que brilla tan bonito como esas luces es el comprobar que en la naturaleza humana a¨²n queda espacio para la solidaridad, para la preocupaci¨®n por los cong¨¦neres; por los cercanos y por los lejanos, por los amigos y por los que no conocemos pero que sabemos que sufren. Seguramente podemos pensar que es ?o?o y hortera, lo ideal ser¨ªa que nuestra preocupaci¨®n por los semejantes sea para todos los d¨ªas, pero dejemos puestas al menos un tiempo esas luces de Navidad.¡ª Francisco Javier Tarrias Ruiz.