Las Naciones Des Unidas

A la fiscal m¨¢s importante del mundo, la de la Corte Penal Internacional, que decide, junto a la palabra final de los jueces, qu¨¦ pa¨ªs, bas¨¢ndose en la gravedad de los delitos supuestamente cometidos, es llevado al estrado mundial por cr¨ªmenes contra la humanidad, de guerra y genocidio, se le ha agotado la paciencia esperando a que se ejecuten las ¨®rdenes internacionales de captura contra el presidente en activo sudan¨¦s despu¨¦s de que el mismo Consejo de Seguridad le remitiera, otorg¨¢ndole una jurisdicci¨®n secundaria, el caso de esta naci¨®n y tres magistradas tuvieran el valor de decretar su busca y captura un lustro atr¨¢s. Desde entonces se ha paseado por naciones africanas amigas que, aun miembros de la Corte, no han querido ejecutar la debida detenci¨®n bas¨¢ndose en trasnochados argumentos de jefatura de Estado y soberan¨ªas perdidas al ponerlas en com¨²n en estos tribunales universales. El Consejo de Seguridad no ha actuado contra estos pa¨ªses a pesar de incumplir una obligaci¨®n internacional de detenci¨®n, enjuiciamiento o env¨ªo a otro pa¨ªs para procesarle. La fiscal ha decidido hibernar el asunto. La pelota est¨¢ ahora en ese tejado del Consejo de Seguridad dif¨ªcil de interpretar con cinco posibilidades de vetos que reproducen la superada Guerra Fr¨ªa en un mundo completamente diferente. Adem¨¢s, el nuevo m¨¢ximo funcionario de derechos humanos de Naciones Unidas ha pedido el procesamiento de todos los involucrados en el informe estadounidense sobre torturas de la CIA. Aunque acaba de empezar, con esta digna actitud se cierra la puerta para su reelecci¨®n dentro de cinco a?os y est¨¢ dejando claro que su gesti¨®n va a estar cercana a las v¨ªctimas y no a las naciones que encubren a los victimarios.¡ª Luis Peraza Parga.

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