La org¨ªa del arte y el dinero

Beyonc¨¦ y su marido, el rapero Jay Z, comparten un espectacular apartamento en el barrio neoyorquino de Tribeca. En sus paredes cuelga un dibujo de la serie Basketball de David Hammons y un cap¨® de Richard Prince. El primero cuesta 550.000 euros; el segundo, m¨¢s de 400.000.

¨CBuenas tardes, se?oras y se?ores, bienvenidos a Christie¡¯s en Nueva York.

Jussi Pylkk?nen ¨Cla persona que adjudic¨® el tr¨ªptico de Francis Bacon Tres estudios de Lucian Freud, la obra de arte m¨¢s cara nunca vendida en subasta¨C recibe a los 750 invitados que copan el Rockefeller Plaza de Manhattan. En el techo, un m¨®vil de Calder parece vigilar a Fran?ois Pinault, el magnate del lujo y marido de la actriz Salma Hayek. Cerca, Michael Ovitz, antiguo representante de Tom Cruise, y Larry Gagosian, el galerista m¨¢s poderoso del planeta, aguardan su oportunidad.

¨CComenzamos ¨Canuncia Pylkk?nen¨C. Lote n¨²mero uno, Seth Price¡­

Dos horas y media despu¨¦s, Christie¡¯s habr¨¢ vendido 75 obras por 852,9 millones de d¨®lares (693,6 millones de euros). La subasta m¨¢s cara de la historia. Una org¨ªa de dinero, que acerca un mito: la puja de los mil millones. Algo que nadie esperaba ver en esta generaci¨®n. Pero Carlos Rivera, de 26 a?os, fundador de ArtRank, una consultora que trata a los artistas como si fueran acciones de Bolsa, vaticina que se ¡°puede lograr en la sesi¨®n de mayo¡±.

Aunque este es el final. El principio hay que buscarlo en la subasta un d¨ªa antes de ese pasado 12 de noviembre con Juan V¨¢rez, consejero delegado de Christie¡¯s Espa?a. ¡°Hay algo emocionante en estas obras. Una energ¨ªa¡±. Lo cuenta frente a una deslumbrante pintura de Cy Twombly de 1970, que vende el antiguo asistente del artista. Se adjudicar¨¢ por 69,6 millones de d¨®lares. R¨¦cord del pintor.

El dinero llega como torrenteras al arte contempor¨¢neo y a las subastas. Entre julio de 2013 y el mismo mes de 2014, nada menos que 1.590 millones de euros. La mayor cantidad de su historia. Rusos, ¨¢rabes y estadounidenses se muestran insaciables. Solo Qatar tiene cinco museos por completar, y una mujer, la jequesa catar¨ª Mayasa Bint Hamad al Thani, maneja mil millones de d¨®lares anuales en compras. ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ cuando finalicen sus colecciones? ¡°La presencia de ¨¢rabes es b¨¢sica en la burbuja de precios, como a?os atr¨¢s lo fueron los japoneses. Si se marchan, caer¨¢n las cotizaciones infladas¡±, vaticina An¨ªbal Jozami, patrono del Museo Reina Sof¨ªa. Quiz¨¢ sea as¨ª. ¡°Los precios tan altos de algunos artistas han echado a muchos del mercado¡±, advierte Jorge P¨¦rez, uno de los principales coleccionistas del mundo.

Esa ingente liquidez cubre el planeta del arte al igual que un alquitr¨¢n negro y pegajoso. La cr¨ªtica ha sido reemplazada por los cat¨¢logos de las subastas, artistas de 30 a?os son m¨¢s caros que Goya o Zurbar¨¢n, la burbuja est¨¢ lejos de estallar y cada mes surge una feria nueva. Pocos entienden que crear una colecci¨®n comprando en esos lugares es como intentar buscar el amor en un prost¨ªbulo.

En su apartamento de Tribeca, Beyonc¨¦ rueda su nuevo single 7/11 vigilada por David Hammons y Richard Prince. ¡°Se siente como tirar los dados, t¨ªo / Se siente como tirar los dados¡±, martillea la canci¨®n. Como coleccionar.