Separaci¨®n al estilo Inditex

En A Coru?a hace tiempo que era un secreto a voces que el matrimonio de la heredera de Inditex hac¨ªa aguas. Pero la confirmaci¨®n, en las ¨²ltimas horas del a?o 2014,?de que la separaci¨®n era un hecho fue toda una sorpresa. Una familia tan obsesionada por mantener su vida privada alejada de la atenci¨®n medi¨¢tica no tuvo m¨¢s remedio que admitir que Marta Ortega y su marido, el jinete Sergio ?lvarez, se hab¨ªan separado sin llegar a celebrar su tercer aniversario de boda y con un ni?o de un a?o y medio. No hubo comunicado oficial. Fue la prensa gallega la que public¨® sin alardes tipogr¨¢ficos la noticia. Luego, desde las oficinas de Arteixo, sede del imperio de Amancio Ortega, se corroboraban los hechos. ¡°Ha sido una separaci¨®n amistosa¡±, cuentan. ¡°Tuvieron problemas hace tiempo. Los intentaron resolver pero no ha funcionado¡±, a?aden. ¡°Est¨¢n separados pero no sabemos si van a dar alg¨²n paso m¨¢s¡±. Sin embargo, pocos son los que dudan de que el divorcio ser¨¢ el siguiente paso.

Marta Ortega cumple 31 a?os el pr¨®ximo 10 de enero y lo har¨¢ habiendo recuperado el t¨ªtulo de soltera de oro al que renunci¨® el 18 de febrero de 2012 en una ceremonia en el pazo de Drozo, en Anceis (A Coru?a), tras tres a?os de noviazgo. La hija de Amancio Ortega, la primera fortuna de Espa?a, seg¨²n Forbes, con un capital de 46.000 millones, y Sergio ?lvarez se conocieron en un concurso h¨ªpico. No era la primera vez que Marta se enamoraba de un jinete. Fue novia durante dos a?os del catal¨¢n Gonzalo Testa. Pero en el camino se cruz¨® ?lvarez, uno de los mejores profesionales espa?oles de la h¨ªpica, un joven que triunfaba en los concursos y fuera de las pistas con las chicas. Simp¨¢tico y con don de gentes pronto conquist¨® a la heredera y tambi¨¦n a su padre que dio el visto bueno a la relaci¨®n. Y es que Marta no da un paso sin la aprobaci¨®n de su padre a quien se siente muy unida. La versi¨®n oficial describe a Marta Ortega como una mujer normal, sencilla y accesible. Hay discrepancias en torno a si es t¨ªmida, simp¨¢tica, distante, humilde o sosa. Pero todos coinciden en que no responde al prototipo de ni?a bien, de rica heredera, aunque hay detalles que la delatan. Viste de Zara pero sus bolsos son de grandes firmas, en verano invita a sus amigos a un crucero en el barco de su padre al que tambi¨¦n a veces pide prestado su avi¨®n.

Sergio pronto se convirti¨® en uno m¨¢s de la familia y acat¨® la regla que impera en la casa de los Ortega: la discreci¨®n. Se cas¨® con Marta en una ceremonia a la que asistieron solo 200 invitados, entre ellos, la millonaria Athina Onassis y la soprano Ainhoa Arteta, casada con el tambi¨¦n jinete Jes¨²s Garmendia. Amancio Ortega, poco dado a las declaraciones, ese d¨ªa rompi¨® la norma y se declar¨® ¡°feliz¡± y ¡°nada nervioso¡± momentos antes de llevar al altar a su hija menor, la ¨²nica nacida de su segundo matrimonio, la que dicen es la ni?a de sus ojos. El empresario es padre tambi¨¦n de Sandra y Marcos. Los hermanos no tienen relaci¨®n.

Tras una luna de miel en destinos paradis¨ªacos en el avi¨®n de pap¨¢, la pareja se instal¨® en el paseo de Parrote en A Coru?a, donde el empresario mand¨® construir una mansi¨®n. Los pisos inferiores para ¨¦l y su esposa, y los superiores, para los reci¨¦n casados.

Marta trabaja ahora en Arteixo. Est¨¢ dedicada a la l¨ªnea Zara woman donde coordina a medio centenar de dise?adores, compradores y cazadores de tendencias. Pero, adem¨¢s, sigue form¨¢ndose para alg¨²n d¨ªa asumir los mandos de Inditex. Fue su padre quien, terminada su formaci¨®n acad¨¦mica ¡ªprimero en A Coru?a, luego en Suiza y m¨¢s tarde en Londres¡ª dise?¨® un plan para que conociera desde abajo la empresa que alg¨²n d¨ªa ser¨¢ suya. Comenz¨® doblando camisetas para luego pasar largos periodos en algunas tiendas de la marca en distintos pa¨ªses. Habla gallego, italiano, ingl¨¦s y franc¨¦s. Cada vez su peso en la empresa es mayor. Esas responsabilidades m¨¢s exigentes y el nacimiento hace un a?o y medio de su primer hijo al que puso el nombre de su abuelo, le hicieron renunciar en parte a su afici¨®n por la h¨ªpica. Marta Ortega sigue montando en Casas Novas, el espectacular recinto h¨ªpico que el fundador de Zara construy¨® para su hija y donde cada a?o se celebra un concurso internacional al que acuden grandes jinetes y tambi¨¦n jinetes de grandes apellidos pero cada vez tiene menos tiempo para competir. ?lvarez, por el contrario, sigui¨® con su actividad en el circuito como profesional con el apoyo de su suegro que le compr¨® un caballo de 12 millones para que lo montara aunque, eso s¨ª, lo puso a nombre de su hija. La pareja entonces comenz¨® a no pasar tanto tiempo junta como en los inicios de su relaci¨®n.

Las alarmas de que algo pasaba en el matrimonio de Marta Ortega saltaron cuando a primeros de octubre su marido decidi¨® llevarse sus caballos de las instalaciones de su suegro y se mud¨® a Asturias, donde viven sus padres. La noticia se public¨® en algunos medios de comunicaci¨®n. El jinete asegur¨® entonces que el traslado obedec¨ªa a cuestiones pr¨¢cticas ya que iba a participar en una competici¨®n. Los rumores de crisis fueron acallados r¨¢pidamente con unas fotos que el matrimonio se dej¨® hacer en actitud muy cari?osa y en compa?¨ªa de su hijo en varios concursos. En algunas de las im¨¢genes aparec¨ªa incluso el empresario respaldando as¨ª la aparente felicidad de la pareja. De las ¨²ltimas fotos captadas solo han pasado dos semanas. Parec¨ªan felices pero al parecer no lo eran. En plena Navidad anuncian que se han separado. Hay quien asegura que el jinete manten¨ªa algunos de sus h¨¢bitos de soltero y que Marta se hart¨® de aguantar. Hay quien a?ade que pertenecer al clan de Amancio Ortega tampoco es f¨¢cil.

En una familia donde impera la discreci¨®n es dif¨ªcil obtener detalles sobre qu¨¦ suceder¨¢ cuando la pareja afronte el divorcio. Su entorno da por seguro que antes de la boda, los abogados de Amancio Ortega redactaron un detallado contrato prematrimonial. Una fortuna como la suya no permite descuidos. Todos los 31 de diciembre Marta Ortega corre la San Silvestre en A Coru?a. Este a?o no hay constancia de que lo hiciera. Ese d¨ªa m¨¢s que nunca imper¨® la discreci¨®n.