Escotes anticomunistas

Iba a ser el bombazo televisivo del a?o. No en vano, La emperatriz de China es una de las series m¨¢s caras de la historia de la televisi¨®n de ese pa¨ªs -300 millones de yuanes, 40 millones de euros-, y cuenta con el atractivo a?adido de que la superestrella Fan Bingbing (Iron Man 3, X-Men) interpreta el papel protagonista. Da vida a la ¨²nica mujer que ha dirigido el Imperio del Centro, y los historiadores que han asesorado a la productora Zhejiang Talent Film & TV Corporation aseguran que se han esmerado en realizar una reproducci¨®n fiel de la dinast¨ªa Tang (618-907), que rigi¨® durante uno de los per¨ªodos m¨¢s pr¨®speros de China. Tras una intensa campa?a de publicidad, el 21 diciembre se estren¨® el primer cap¨ªtulo en el canal de la provincia oriental de Hunan, HNTV, y obtuvo unos elevados ¨ªndices de audiencia. Pero, el d¨ªa 28 se anunci¨® la abrupta suspensi¨®n de su emisi¨®n.

Las razones aducidas fueron diversas y nada convincentes: HNTV asegur¨® que la retirada era temporal y que se deb¨ªa a un fallo t¨¦cnico, mientras que la Administraci¨®n Nacional para la Radio, la Televisi¨®n, y el Cine (SARTF), una instituci¨®n que tambi¨¦n se encarga de censurar todo lo que se emite en China, afirm¨® que, simplemente, no hab¨ªa espacio en la parrilla para La emperatriz de China porque la cadena hab¨ªa sobrepasado el l¨ªmite de tiempo que dedica a series de ¨¦poca, establecido en un 15% del total. No obstante, la verdadera causa del s¨²bito apag¨®n no tard¨® en hacerse saber. Seg¨²n diferentes fuentes relacionadas con el caso, en su intenci¨®n de ser fieles a la historia, los productores olvidaron las reglas impuestas en noviembre dentro de la campa?a que ha lanzado el Partido Comunista para limpiar la televisi¨®n de ¡°programaci¨®n vulgar¡±, y vistieron a las actrices con atuendos inapropiados -fueron confeccionados unos 3.000, 260 de ellos para Fan-. O sea, que los vestidos tienen un escote demasiado pronunciado y, adem¨¢s, empujan los pechos hacia arriba.

Conscientes del problema, y temerosos de perder la gran inversi¨®n realizada en el culebr¨®n, los productores decidieron lanzarse al rescate de la serie y adoptaron una soluci¨®n: cortar todos los planos con exceso de carne de forma que el escote quede fuera del cuadro. As¨ª, La emperatriz de China regres¨® a las pantallas el pasado jueves mutilada, y los espectadores enfurecieron. De hecho, el 95% de quienes han votado en una encuesta digital llevada a cabo por el portal de noticias Sina Weibo no aprueban una edici¨®n que consideran ¡°rid¨ªcula y humillante¡± para el pa¨ªs. ¡°Es evidente que hace 1.500 a?os estaban mucho m¨¢s avanzados que ahora. Somos incluso m¨¢s puritanos e hip¨®critas que los estadounidenses¡±, critica un internauta en la red social Weibo.

El Partido Comunista impuso en noviembre una normas de vestuario para limpiar la televisi¨®n de ¡°programaci¨®n vulgar¡±

El problema, adem¨¢s, est¨¢ en que muchas de las escenas pierden sentido. De hecho, los internautas se han lanzado a comparar el antes y el despu¨¦s de algunas en las que los cortes afectan gravemente a la calidad del producto. Por ejemplo, en un caso se ve c¨®mo el emperador apoya su cabeza mientras llora en el vientre de Fan, que en ese momento es su concubina. Pero en la nueva versi¨®n s¨®lo se ven claramente la cabeza de ella y la nuca de ¨¦l, con lo que el llanto queda fuera de la vista de los espectadores junto al busto de Fan. ¡°Los censores nos quieren hacer regresar al feudalismo¡±, comentaba otra joven en el ciberespacio, donde ayer comenzaron a circular sarc¨¢sticas fotograf¨ªas de famosas como Scarlett Johansson a las que se les ha recortado para no mostrar el escote. Una de las m¨¢s atrevidas muestra a la cantante Peng Liyuan, esposa del presidente chino Xi Jinping: ¡°A ella tambi¨¦n la censurar¨ªan¡±, coment¨® uno de los que publicaron la imagen.

De momento, no est¨¢ claro que va a suceder con la serie. HNTV contin¨²a con los cap¨ªtulos, pero la cadena provincial Zhejiang TV cancel¨® ayer s¨²bitamente la conferencia de prensa que ten¨ªa prevista para anunciar ma?ana su emisi¨®n. En opini¨®n de muchos, este no es m¨¢s que un nuevo paso en el aumento de la censura que vive China. Sus l¨ªderes est¨¢n aparentemente obsesionados con evitar toda influencia occidental -incluso la celebraci¨®n de la Navidad fue vetada en algunos centros universitarios- y con la promoci¨®n de valores que concuerden con los del comunismo con caracter¨ªsticas chinas.