El pacto

En tiempos de tribulaciones no hacer mudanzas¡±, dijo el cl¨¦rigo conservador. Pues mudanzas exigen estos tiempos no carentes, por cierto, de tribulaciones. La tr¨¦mula bonanza de algunos par¨¢metros macro no pueden ocultar el amenazante crecimiento de otros como la deuda o la degradaci¨®n de las formas de ganarse la vida y la ya constatada p¨¦rdida de una generaci¨®n de j¨®venes destinada a compensar con sus sue?os frustrados los errores de gobernanza, del control del latrocinio de lo que era de todos y de la invitaci¨®n a gastar lo que no era nuestro. Situados en este desastre estructural es necesario un pacto nacional en el que los sacrificios pivoten sobre la clase media para disminuir los de los que est¨¢n al borde de la desesperaci¨®n, y aumentar los de los que simplemente contemplan el espect¨¢culo. No ha de ser un pacto para el orden superficial sino para una estructuraci¨®n moderna. Exigimos a nuestros dirigentes un comportamiento adulto, no el infantiloide que ahora exhiben. Este nuevo contrato social ser¨¢ convenido de forma serena o impuesto por la desesperaci¨®n. A¨²n podemos elegir.¡ª Antonio Garrido Hern¨¢ndez.