El cohete Falcon 9 alcanza la plataforma pero falla el aterrizaje
El lanzador hace un aterrizaje ¡°duro¡± en una barcaza en el Atl¨¢ntico y no es recuperable
El cohete Falcon 9 ha sido lanzado con ¨¦xito poniendo en ¨®rbita la nave autom¨¢tica Dragon con suministros hacia la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS). Pero del resultado de la parte m¨¢s novedosa de la operaci¨®n, el descenso controlado de la primera etapa del lanzador para aterrizar en una plataforma flotante en el Atl¨¢ntico, la empresa Space X apenas ha dado datos a¨²n. Una escueta nota en su p¨¢gina web ha indicado, de momento, que ¡°el cohete ha logrado llegar al puerto espacial dron [la plataforma flotante aur¨®noma], pero con un aterrizaje duro¡±. Poco despu¨¦s, Elon Musk, el multimillonario propietario de la empresa, ha escrito en Twitter: ¡°El barco esta bien, algunos de los equipos de apoyo en la cubierta tendr¨¢n que ser reemplazados¡.¡±, y ¡°No hemos obtenido un buen video del aterrizaje/impacto. Oscuro y con niebla. Lo reconstruiremos con los datos de telemetr¨ªa¡. Y las piezas¡±.
El despegue, transmitido en directo por Internet, se ha producido a las 10.47 desde la base espacial de la Fuerza A¨¦rea estadounidense en Cabo Ca?averal (Florida). A los dos minutos y 50 segundos de iniciarse el vuelo, se ha separado la primera etapa del cohete, la que ha iniciado el descenso controlado, y la segunda etapa ha encendido su motor para seguir propulsando la nave autom¨¢tica Dragon. A los cinco minutos y 57 segundos, el vuelo de la primera etapa era ¡°nominal¡±, es decir, tal y como estaba previsto en el argot espacial. A los nueve minutos del despegue se ha separado la Dragon de la segunda etapa y a los 12 minutos y medio se han desplegado los paneles solares. La nave de carga llegar¨¢ dentro de un par de d¨ªas a la ISS.
En el mar estaba la plataforma flotante a la espera del regreso de la primera etapa del cohete que, con tres encendidos para aminorar la marcha, utilizando el sistema GPS para orientarse y con unas aletas desplegables para controlar el descenso, deb¨ªa posarse en ese novedoso puerto espacial dron. A bordo de la barcaza no hab¨ªa personal, pero los especialistas estaban a pocos kil¨®metros listos para abordarla una vez concluida la operaci¨®n. SpaceX realiz¨® el a?o pasado dos ensayos de este tipo aprovechando dos lanzamientos de Falcon 9, pero en ambas ocasiones la primera etapa del cohete ameriz¨® de modo controlado, no hab¨ªa una plataforma esperando. El plan de esta tecnolog¨ªa es desarrollar cohetes plenamente recuperables y reutilizables para abaratar el acceso al espacio.
Hasta ahora no se ha logrado, en la ingenier¨ªa espacial, que un cohete, o su parte principal, tan alta como un edificio de 14 plantas, regrese al suelo con un aterrizaje controlado despu¨¦s de haber emprendido el vuelo hacia el espacio. Y eso es precisamente lo que ha intentado esta compa?¨ªa con su lanzador Falcon 9.
La parcial y costosa reutilizaci¨®n de los transbordadores
El sue?o de reutilizar los transportes espaciales viene de antiguo. Los famosos transbordadores de la NASA, desarrollados en los a?os setenta del pasado siglo, se concibieron precisamente como un sistema reutilizable. Y en parte lo eran. Las naves orbitales (cinco en total fueron plenamente operativas: Columbia, Challenger, Discovery, Atlantis y Endeavour) realizaron m¨²ltiples misiones cada una, pero el coste de reacondicionamiento tras cada vuelo era tan alto (mucho m¨¢s caro que cualquier cohete convencional) que nunca se logr¨® el pretendido abaratamiento del acceso al espacio. Adem¨¢s, esas operaciones de puesta a punto para cada nueva misi¨®n resultaron excesivamente complejas y prolongadas, de manera que pasaban varias semanas o meses entre una y otra, y no unos pocos d¨ªas como se pretend¨ªa en un principio.
En cuanto a los propulsores laterales de combustible s¨®lido que impulsaban al transbordador durante la primera fase del ascenso (hasta unos 50 kil¨®metros de altura), una vez gastados, ca¨ªan al Atl¨¢ntico, se recog¨ªan y se reutilizaron en muchos casos. Pero el dep¨®sito principal de combustible (hidr¨®geno y ox¨ªgeno) que alimentaba los motores de las naves y que constitu¨ªa el m¨®dulo central de la configuraci¨®n del lanzador, se destru¨ªa en la alta atm¨®sfera una vez vac¨ªo.
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