La humanidad est¨¢ a 126 casos de erradicar su segunda enfermedad
La enfermedad del gusano de Guinea est¨¢ casi erradicada, seg¨²n anuncia el expresidente de EE UU Jimmy Carter Una nueva exposici¨®n en el Museo de Historia Natural de Nueva York repasa los avances cient¨ªficos y sociales que permiten librar al mundo de dolencias antiguas
Sus v¨ªctimas son an¨®nimas. No despiertan grandes manifestaciones de solidaridad o indignaci¨®n. No convocan a millones en las calles ni motivan grandes proclamas. Son asesinos sin siglas, ideario, ni l¨ªderes mesi¨¢nicos. De hecho, a muchos ni se les ve a simple vista. Pero matan a millones, y destrozan la vida de muchos, o machacan la econom¨ªa de un pa¨ªs haci¨¦ndolo inviable. El combate mundial contra las enfermedades es silencioso, frustrante casi siempre, lleno de fracasos, pero ineludible. Pese a los incuestionables avances cient¨ªficos y m¨¦dicos, solo una enfermedad ha sido borrada del mapa definitivamente, la viruela, lo que da idea de la dificultad de la empresa.
Pero a veces hay motivos de celebraci¨®n, aunque no sean aptos para hipocondr¨ªacos. El pasado lunes, el Museo de Historia Natural de Nueva York disfrut¨® de uno de esos raros momentos. Con motivo de la inauguraci¨®n de una humilde pero importante exposici¨®n, Cuenta atr¨¢s: derrotando a la enfermedad (Countdown to zero: defeating disease), el Centro Carter, que preside el ex presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter, anunci¨® que ya solo quedan 126 casos en el mundo de la enfermedad del gusano de Guinea, o dracunculiasis, un mal milenario provocado por un par¨¢sito que se ingiere en el agua de determinados pa¨ªses africanos.
La larva se desarrolla durante un a?o en el organismo humano. Convertida en lombriz, se desplaza hasta las extremidades inferiores, donde rompe la piel para depositar sus cr¨ªas. La extracci¨®n del par¨¢sito puede durar horas o d¨ªas. Es muy dolorosa y provoca fiebre y v¨®mitos. La prevenci¨®n de la dracunculiasis es muy simple: se trata de que la gente tome agua no contaminada. Cuando el Centro Carter comenz¨® a liderar la primera campa?a mundial para erradicar al gusano de Guinea en 1986, 3,5 millones de personas eran infectadas cada a?o en ?frica y Asia. El 99,9% de las batallas est¨¢n ganadas, pero no la guerra.
¡°El n¨²mero de casos de la enfermedad del gusano de Guinea continu¨® cayendo en 2014 desde los 148 de 2013. Estamos cerca de la l¨ªnea de llegada. Creemos que puede ser erradicada en los pr¨®ximos a?os, pero lograrlo va a requerir un gran esfuerzo¡±, declar¨® Carter en Nueva York. El Centro que lleva su nombre estima que, con su labor, 80 millones de personas pobres y desasistidas han podido evitar el contagio. De erradicarse la dracunculiasis, ser¨ªa la segunda enfermedad humana que desaparece por completo del planeta, despu¨¦s de la viruela. Ser¨ªa la primera provocada por un par¨¢sito y el primer triunfo logrado sin vacunas o medicinas.
Ser¨ªa la segunda enfermedad humana que desaparece por completo despu¨¦s de la viruela, y el primer triunfo logrado sin vacunas o medicinas
Erradicar, eliminar y controlar son cosas bien distintas, como bien se encarga de explicar la exposici¨®n del Museo de Historia Natural. Erradicar es librar al mundo entero de un mal; eliminar supone acabar con la enfermedad en determinados pa¨ªses; controlar es evitar que los contagios aumenten. Las fotos de la muestra ilustran las dificultades del trabajo sobre el terreno, la falta de medios, la necesidad de educaci¨®n e informaci¨®n, aspectos en ocasiones m¨¢s importantes que las vacunas.
En 1991 hab¨ªa 23.735 pueblos en 21 pa¨ªses de ?frica y Asia en los que la transmisi¨®n del gusano de Guinea era end¨¦mica. A finales del a?o pasado, solo quedaban 30, todos ellos en cuatro pa¨ªses africanos: Sud¨¢n del Sur (70 enfermos), la naci¨®n m¨¢s joven del planeta, Chad (13), Mali (40) y Etiop¨ªa (3). ¡°Reconociendo que los casos finales de cualquier campa?a de erradicaci¨®n son los m¨¢s dif¨ªciles y m¨¢s caros de eliminar, el potencial de mejora permanente de la calidad de vida en todo el mundo es tremendo¡±, dijo el doctor Donald Hopkins, vicepresidente del Centro Carter.
La exposici¨®n de Nueva York, que permanecer¨¢ abierta hasta julio de este a?o (despu¨¦s ser¨¢ trasladada a la Biblioteca y Museo Carter de Atlanta), explora los factores que determinan que una enfermedad sea erradicable o no, as¨ª como los avances cient¨ªficos y sociales que permiten librar al mundo de males antiguos. Adem¨¢s de la dracunculiasis, la muestra aborda otros programas de erradicaci¨®n, como los de la polio, la filariasis linf¨¢tica o elefantiasis, la malaria y la oncocercosis o ceguera de los r¨ªos. Tambi¨¦n cita males no erradicables, como el ¨¦bola, la gripe, la tuberculosis, el sida o el sarampi¨®n.
¡°Estamos muy contentos de colaborar con el Centro Carter en esta exposici¨®n sobre un desaf¨ªo de importancia cr¨ªtica en el siglo XXI, como es el control y erradicaci¨®n de las enfermedades. El ¨¦bola nos ha demostrado que esta tarea ya no ser¨¢ nunca m¨¢s un asunto local, sino un problema global¡±, proclam¨® Ellen V. Futter, presidenta del Museo de Historia Natural.
Frente al ¨¦xito sin precedentes que supuso borrar del planeta la viruela, que hab¨ªa matado a 300 millones de personas desde 1900, la exposici¨®n Cuenta atr¨¢s: derrotando a la enfermedad es, tambi¨¦n, una voz de alerta. Apenas dos a?os despu¨¦s de que los casos de polio alcanzaran sus cotas m¨¢s bajas, la enfermedad vuelve a repuntar por culpa de los conflictos armados en determinadas zonas del mundo cuyos sistemas de salud han quedado destrozados.
Aunque la polio tiene siglos de historia, no fue hasta 1800 cuando Estados Unidos y Europa conocieron las grandes epidemias. En 1988 comenz¨® una campa?a mundial de erradicaci¨®n, cuyos ¨¦xitos fueron recogi¨¦ndose a?o tras a?o. Los riesgos de una reca¨ªda son ahora temibles. En Nigeria, Afganist¨¢n y Pakist¨¢n los fundamentalistas se oponen, matando incluso, a las campa?as de vacunaci¨®n. En otros lugares, como Siria, la guerra y los desplazamientos de poblaci¨®n han provocado un repunte de los afectados.
La oncocercosis o ceguera de los r¨ªos es una enfermedad causada por un gusano que se transmite por la picadura de insectos. Es la segunda causa de ceguera del mundo. Aunque est¨¢ pr¨¢cticamente eliminada en Am¨¦rica Latina, todav¨ªa 120 millones de personas est¨¢n en riesgo de padecerla. En el cap¨ªtulo de horrores destaca la filariasis linf¨¢tica o elefantiasis, que deforma el cuerpo de sus v¨ªctimas en proporciones insospechadas, lo que acarrea el aislamiento social y la marginaci¨®n. La produce un par¨¢sito y amenaza a unos 1.000 individuos en todo el mundo.
Hoy en d¨ªa podemos erradicar enfermedades. Por eso, es muy importante que la gente recuerde que todav¨ªa existen estas enfermedades"
El ¨²ltimo cap¨ªtulo de la exposici¨®n est¨¢ dedicado a la malaria, que mata a un ni?o en el mundo cada minuto. No hay lugar para el optimismo de una erradicaci¨®n cercana, pero los avances est¨¢n ah¨ª: desde el a?o 2000 los casos se han reducido un 25% en todo el mundo gracias los nuevos tratamientos y a las medidas preventivas. Los cient¨ªficos exploran cualquier posibilidad para combatir la malaria, incluidos mosquitos gen¨¦ticamente modificados para que nos puedan transmitir la enfermedad.
¡°Queremos lanzar un mensaje de ¨¢nimo a la comunidad m¨¦dica: hoy en d¨ªa podemos erradicar enfermedades por completo. Por eso, es muy importante que la gente recuerde que todav¨ªa existen estas enfermedades", dijo el expresidente Jimmy Carter, mientras con el dedo se?alaba un gran cartel de la exposici¨®n con el n¨²mero 126 destacado. Son los 126 dif¨ªciles pasos que quedan para borrar de la faz de la Tierra una de las muchas enfermedades que amenazan a la humanidad, aunque sus v¨ªctimas sean an¨®nimas y no convoquen a millones en las calles.
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