Merkel habla claro

Hay que alabar la respuesta de Angela Merkel a la extensi¨®n en Alemania del movimiento islam¨®fobo representado por los autodenominados Patriotas Europeos contra la Islamizaci¨®n de Occidente (Pegida). Europa vive un momento agitado: a la desafecci¨®n por la pol¨ªtica tradicional se unen los efectos de la crisis econ¨®mica ¡ªespecialmente entre las clases con menor poder adquisitivo y los inmigrantes¡ª, el aumento del antisemitismo y la amenaza del terrorismo yihadista.

La canciller no se ha andado con rodeos a la hora de calificar el movimiento que cada lunes ¡ªhoy, suspendido por ¡°motivos de seguridad¡±¡ª en Dresde, y otras ciudades alemanas, culpa a la comunidad isl¨¢mica de todos sus males: ¡°Puro odio¡± es la definici¨®n que ha dado de Pegida, demostrando que no hay medias tintas a la hora de defender la democracia europea. Su ministro de Justicia, Heiko Mass, tambi¨¦n ha sido rotundo a la hora de describir a los islam¨®fobos que tratan de apropiarse de la bandera nacional: ¡°Son una verg¨¹enza para Alemania¡±.

Pegida no es una an¨¦cdota; no valen pa?os calientes. Y as¨ª lo ha entendido Merkel, que no ha dudado en unirse a la marcha por la tolerancia convocada por la comunidad isl¨¢mica alemana.

Alemania es hoy una de las democracias m¨¢s avanzadas del mundo, motor y ejemplo de integraci¨®n de todos los pa¨ªses de Europa, con millones de ciudadanos de diversas razas y religiones; y uno de los lugares en los que los perseguidos de todo el mundo buscan refugio. Un pa¨ªs que vive en paz con sus vecinos y promueve esa paz m¨¢s all¨¢ de sus fronteras.

Ninguna crisis econ¨®mica, ninguna dificultad pol¨ªtica o institucional puede justificar un salto atr¨¢s de la magnitud que proponen los seguidores de Pegida. Ni en Alemania ni en el resto de Europa. El hecho de que haya manifestaciones islam¨®fobas en pa¨ªses vecinos como la Rep¨²blica Checa y que en muchos lugares se hayan multiplicado las agresiones a mezquitas y negocios ¨¢rabes ¡ªdesde las pintadas a los disparos¡ª debe poner en alerta a los Gobiernos y a la sociedad.

Tras una terrible guerra, el desplome de los sistemas totalitarios y d¨¦cadas de esfuerzos, los derechos civiles imperan en Europa. El combate leg¨ªtimo contra el yihadismo no puede ser empleado como pantalla de proyectos o iniciativas que est¨¢n directamente en contra de los valores europeos.