Lo que piensa el asfalto
En toda pintada se esconden dos preguntas: qu¨¦ es arte, y de qui¨¦n es la ciudad. La cuesti¨®n es antigua y da lugar a interesantes discusiones.
En toda pintada se esconden dos preguntas: qu¨¦ es arte y de qui¨¦n es la ciudad. La cuesti¨®n es antigua y en su momento dio lugar a interesantes discusiones. En ellas, el derecho del ciudadano a convertir el espacio p¨²blico en una galer¨ªa al aire libre fue defendido a la vez por pintores tan c¨¦lebres como Joseph Beuys, fundador del concepto de escultura social, y por genios ocultos de la cultura urbana como Banksy. El fen¨®meno vuelve a estar de actualidad en Espa?a, concretamente en Murcia y en Madrid, en versi¨®n literaria: en la primera, el grupo Acci¨®n Po¨¦tica se dedica a escribir versos de autores conocidos en las paredes, a fotografiarlos y a difundirlos por la Red; en la segunda, la asociaci¨®n Boa Mistura ha escrito 33 frases con aroma de aforismo junto a otros tantos pasos de cebra de la capital: ¡°Estoy superada / pero con hache intercalada¡±; ¡°No hay imposibles / s¨®lo improbables¡±; o ¡°Perdona r¨¢pido / agradece lento¡±.
Algunas de las sentencias son del rapero Rayden; otras, de la micropoetisa Ajo; y el m¨²sico Leiva ha escrito una banda sonora de una sola canci¨®n, en la que aparece una de las ideas que tambi¨¦n pueden verse en ese asfalto pensativo: ¡°Magia en las pisadas¡±. Ya est¨¢n m¨¢s cerca de ser verdad esos versos de Borges: ¡°La ciudad est¨¢ en m¨ª como un poema / que a¨²n no he logrado detener en palabras¡±; o este otro de Rafael Alberti ¨Cque, por cierto, en los a?os treinta ya se dedicaba a escribir su Eleg¨ªa c¨ªvica en s¨¢banas que luego colgaba de los ¨¢rboles y las farolas¨C, parte de su lamento por el asesinato de Federico Garc¨ªa Lorca: ¡°Por las calles y torres tiembla un presentimiento.¡±
Aunque todo el mundo sabe que los grafiteros de Boa Mistura est¨¢n detr¨¢s de la intervenci¨®n, ellos no pueden admitirlo porque se exponen a una multa de miles de euros por parte del Ayuntamiento. Que, sin embargo, ha hecho m¨¢s o menos lo mismo en el Barrio de las Letras, grabando en el pavimento textos de Cervantes, Lope de Vega, Quevedo o G¨®ngora. Es cierto que solo una parte min¨²scula de lo que se pinta en las tapias puede ser considerado arte, igual que algunas estatuas oficiales de las plazas son espantosas. Pero ?no ser¨ªa buena idea que se dejase opinar a la gente qu¨¦ merece ser conservado? Numerosos cuadros del propio Banksy, que hoy son considerados obras maestras, sobreviven en Reino Unido porque los vecinos solicitaron que no se destruyeran, y las autoridades se ocupan incluso de su mantenimiento.
Consiguen hacernos pensar, llenar de contenido el paisaje y poner un acento cr¨ªtico a lo que llamamos realidad
El colectivo Boa Mistura ya ha llevado a cabo otros proyectos en Madrid, como pintar los tejados del Mercado de la Cebada, y en otras localidades como C¨®rdoba, Salamanca o Santander. Tambi¨¦n ha realizado acciones internacionales como colorear las favelas de Brasil, o dejar mensajes en rincones de Par¨ªs, Belgrado, Argel o Ciudad del Cabo. Su intenci¨®n es ¡°transformar la calle y crear v¨ªnculos entre las personas¡±.
Consiguen hacernos pensar, llenar de contenido el paisaje y poner un acento cr¨ªtico a lo que llamamos realidad. Nada de ello parece que empeore nuestras vidas y, mucho menos, que merezca ser sancionado. Como no lo merecen las hermosas ni?as que dej¨® Banksy en el muro de Cisjordania, que cachean a soldados o tratan de volar por encima de la valla con unos globos; o las caras monumentales de ciudadanos an¨®nimos que dibuja en edificios en Barcelona el cubano Jorge Rodr¨ªguez Gerada.
No todo el arte urbano cabe dentro de la palabra vandalismo, la c¨¢rcel donde tratan de encerrarlo ciertos pol¨ªticos. Gente que, seg¨²n un aforismo escrito en un paso de cebra de Madrid, ¡°vive por encima de nuestras pasividades¡±. Nunca hay mordazas suficientes para todos los que tienen algo que decir.
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