La educaci¨®n, columna vertebral del desarrollo
Esta entrada ha sido escrita por Valeria M¨¦ndez de Vigo (@vmendezdevigo), responsable del departamento Estudios e Incidencia de Entreculturas (@entreculturas).
Foto: Entreculturas.
"Seamos la generaci¨®n que acabe con las aulas desiertas, las infancias perdidas y el potencial desaprovechado. Construyamos un futuro mejor aqu¨ª y ahora". Estas palabras deMalala Yousafzai bien nos valen para saber que estamos a las puertas de un momento hist¨®rico.
En Septiembre de 2015, la comunidad internacional en la Asamblea de Naciones Unidas, revisar¨¢ los Objetivos de Desarrollo del Milenio adoptados en 2000 y adoptar¨¢ unos nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esta revisi¨®n pondr¨¢ de manifiesto que en educaci¨®n, aunque ha habido importantes avances, hay retos que debemos afrontar urgentemente. Como, por ejemplo, el hecho de que todav¨ªa hoy, 58 millones de ni?os y de ni?as no tengan acceso a la escuela o que haya 775 millones de personas adultas, dos tercios de ellas mujeres, analfabetas.
La Asamblea de Naciones Unidas de Septiembre de 2015 constituye una cita fundamental, porque en ella se aprobar¨¢ la nueva agenda de desarrollo global para los pr¨®ximos 15 a?os. Tal y como se deduce de la encuesta Mi Mundo 2015, de Naciones Unidas, hay un clamor por parte de la ciudadan¨ªa en todos los pa¨ªses del mundo para hacer de la educaci¨®n la columna vertebral de la nueva Agenda de desarrollo. La cita de Septiembre es una oportunidad por parte de la ciudadan¨ªa para demandar a la comunidad internacional el cumplimiento del derecho a la educaci¨®n para todos y todas.
Pero no nos vale cualquier educaci¨®n. La educaci¨®n por la que debemos apostar es una educaci¨®n universal, para todas las personas. Es una educaci¨®n de calidad, que provee de los conocimientos y habilidades b¨¢sicas, pero tambi¨¦n de los valores y actitudes fundamentales para desenvolverse en la vida. Es una educaci¨®n equitativa, que tiene en cuenta, sobre todo, a las ni?as, ni?os y j¨®venes de grupos y colectivos excluidos: de familias empobrecidas, ni?as, minor¨ªas ¨¦tnicas, aquellos que viven en pa¨ªses afectados por conflictos armados, en situaci¨®n de refugio, desplazamiento o migraci¨®n, con necesidades educativas especiales, entre otros. Es una educaci¨®n inclusiva, que respeta y se adapta a las necesidades de los ni?os, ni?as y j¨®venes y que aprecia y valora la diversidad, consider¨¢ndola como una riqueza. Es una educaci¨®n que implica aprender a lo largo de toda la vida y es tambi¨¦n una educaci¨®n para la transformaci¨®n social que promueve una ciudadan¨ªa global. En consecuencia, es una educaci¨®n que no perpet¨²a las desigualdades sociales existentes, sino que contribuye a un mundo m¨¢s justo, equitativo y sostenible.
La educaci¨®n es la principal herramienta para lograr que las personas puedan salir de la pobreza y para impedir que ¨¦sta se transmita de generaci¨®n en generaci¨®n. La educaci¨®n promueve el desarrollo personal, el fortalecimiento de las capacidades, ayuda a la construcci¨®n de una ciudadan¨ªa cr¨ªtica y mejora la democracia, posibilita mayores oportunidades de trabajo y de ingresos, y favorece el desarrollo econ¨®mico de los pa¨ªses. La educaci¨®n de las ni?as y de las mujeres mejora las tasas de mortalidad materna e infantil, la nutrici¨®n y la educaci¨®n de las familias. En definitiva, la educaci¨®n facilita el acceso a otros derechos y tiene una funci¨®n decisiva en la erradicaci¨®n de la desigualdad y en la promoci¨®n de sistemas justos, sostenibles e inclusivos. Por lo tanto, seamos lo que pide Malala, seamos la generaci¨®n que demanda una educaci¨®n de calidad, equitativa e inclusiva, para todos y todas como la mejor estrategia para luchar contra la desigualdad y la injusticia.
[Puedes firmar aqu¨ª para que la educaci¨®n sea una prioridad en la nueva agenda global.]
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