En la cancha y en la vida

Triunfar en la NBA, ser digno de la coronaci¨®n que implica ser votado por casi un mill¨®n de aficionados para estar en el top ten mundial y del reconocimiento de la exigente tropa de egregios periodistas estadounidenses, est¨¢ s¨®lo al alcance de unos pocos. En 64 a?os, de ningunos que fueran hermanos. Lo han conseguido Pau y Marc Gasol, que estar¨¢n en los quintetos iniciales de un All Star, un partido cuya trascendencia se escapa a menudo en otros lares, pero que en la meca del baloncesto viene a ser el equivalente a ganar un Oscar, cambiando los trajes de firma por las camisetas deportivas m¨¢s guays del momento.

El triunfo de los Gasol es in¨¦dito y admirable, una victoria contra los prejuicios, las barreras y no pocas dificultades. Cuando Pau lleg¨® a Nueva York en 2001 para asistir al draft no hab¨ªa cumplido 20 a?os. Se visti¨® con el ¨²nico traje que ten¨ªa en su guardarropa y un d¨ªa despu¨¦s ya estaba inmerso en la vor¨¢gine, intentando entender la ch¨¢chara de la Am¨¦rica profunda, en Memphis, para la que no le alcanzaba su ya entonces fluido ingl¨¦s. Sus padres, Agust¨ª y Marisa, a¨²n deseaban que lo compaginara con la carrera de Medicina, pero le apoyaron.

Se traslad¨® a Memphis la familia al completo, cuando todav¨ªa ten¨ªa que hacer malabarismos para pagar la cl¨¢usula de rescisi¨®n del contrato de Pau con el Barcelona. Marc, un adolescente, jug¨® con el instituto de la zona. Nada fue f¨¢cil para ambos hermanos, ni para Adri¨¤, el menor. Pau tuvo que adaptarse al estilo de vida de un vestuario de la NBA ¡ªFernando Mart¨ªn hab¨ªa sido el ¨²nico espa?ol que jug¨® all¨ª 25 partidos en 1986-1987¡ª y a un equipo que penaba entre los ¨²ltimos.

Marc volvi¨® a Barcelona pasad¨ªsimo de peso. Ivanovic no le quiso en el primer equipo. Se march¨® a Girona. Adelgaz¨® 30 kilos, triunf¨® en la selecci¨®n, con la que gan¨® el Mundial en una final que Pau se perdi¨® por una grave lesi¨®n. Luego lleg¨® su crisis en Memphis. Sus dos anillos con los Lakers y otra crisis. Marc ¡ªinfravalorado por los Lakers y por muchos¡ª recorr¨ªa su propio camino. Ahora, ambos obtienen la recompensa. Su calidad, s¨ª, pero tambi¨¦n su perseverancia, su car¨¢cter, la educaci¨®n que han recibido y el apoyo de su familia, han sido la clave: all stars en la cancha y en la vida.