Recortes y ajustes no son s¨ªntomas

Llevamos ocho a?os de crisis y, a pesar de que en los tres ¨²ltimos o¨ªmos que definitivamente Espa?a dejar¨¢ atr¨¢s la recesi¨®n, todav¨ªa continuamos escuchando, cotidianamente, determinados vocablos referentes a la situaci¨®n econ¨®mica de nuestro pa¨ªs. Deteng¨¢monos en dos de ellos: recortes y ajustes. Pol¨ªticos y tertulianos los pronuncian seg¨²n sus necesidades ideol¨®gicas y, seamos claros, para pedirnos el voto; de tal modo que, desde 2007, parece que ¡°recortes¡± y ¡°ajustes¡± son sin¨®nimos. Desde cualquier punto de vista ling¨¹¨ªstico con que los enfoquemos, no lo son. Para ello, lo m¨¢s ¨²til es poner un mismo ejemplo con los dos t¨¦rminos. As¨ª pues, la DGT nos obliga a ¡°llevar puesto¡± el cintur¨®n de seguridad en el coche; luego no es lo mismo decir ¡°sub¨ª al coche y me ajust¨¦ el cintur¨®n de seguridad¡± que ¡°sub¨ª al coche y me recort¨¦ el cintur¨®n de seguridad¡±. En el primer caso, el conductor ci?e el cintur¨®n a su cuerpo; en el segundo agarra unas tijeras y le resta tama?o. En educaci¨®n o sanidad, por ejemplo, tampoco es lo mismo ajustar recursos que recortarlos: en el primer caso se racionalizan, en el segundo se suprimen. Simplemente con ser conscientes del idioma que usamos podremos saber si nos enga?an o no.¡ª Francisco Jos¨¦ Pe?a Rodr¨ªguez.?