Una sanidad costosa
A las sociedades m¨¦dicas parece que no les salen los n¨²meros. Las limitaciones de acceso a ciertos tratamientos que est¨¢n sufriendo los funcionarios de Muface es noticia porque afecta a un colectivo numeroso. Adem¨¢s, se trata de un seguro obligatorio equivalente en prestaciones a la sanidad p¨²blica, en teor¨ªa. Pero la verdad es que, ni suscribiendo una p¨®liza individual con una sociedad concreta de las incluidas en el cuadro de Muface, se obtiene una atenci¨®n m¨ªnimamente satisfactoria en tratamientos poco sofisticados: dos meses de espera para una consulta de rehabilitaci¨®n, 10 minutos de espera para obtener autorizaci¨®n telef¨®nica de un volante, autorizaci¨®n telem¨¢tica impracticable por mal funcionamiento de la p¨¢gina web.
En fin, ya vemos que son pocas las sociedades capaces de ofrecer un servicio en condiciones. Gracias, muchas gracias a los promotores de la marea blanca por hacernos ver lo dif¨ªcil que ha sido crear un sistema nacional de salud de calidad y lo caro y f¨¢cil que es destruirlo.¡ª Amparo P¨¦rez Calvete.
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