Raf Simons libera la alta costura
Dior funde tecnolog¨ªa y artesan¨ªa en una colecci¨®n de alta costura que celebra las d¨¦cadas de los cincuenta, setenta y ochenta
Las paredes de la habitaci¨®n palpitaban al ritmo del Bolero de Ravel. Los graves hac¨ªan dilatarse y contraerse las l¨¢minas doradas que recubr¨ªan la estancia como si se tratase de un latido. Dentro de esa suerte de cadencioso coraz¨®n, la casa francesa Schiaparelli bombeaba su colecci¨®n de alta costura para la pr¨®xima temporada primavera/verano. Las prendas tan hipn¨®ticas como la m¨²sica trasladaban a la audiencia a un lugar aislado y exc¨¦ntrico. Un mundo irreal que se dilu¨ªa al traspasar el umbral de la puerta y descubrir un Par¨ªs con militares, en vez de amantes, en cada esquina. Pero, en contra de lo que se lleg¨® a temer, los recientes atentados terroristas no han disuadido a los compradores de acudir al m¨¢s exclusivo escaparate de la industria del lujo: la semana de la alta costura. M¨¢s all¨¢ de los controles de seguridad a la entrada de los desfiles ¨Ccon comprobaci¨®n de pasaportes y arcos met¨¢licos inclu¨ªdos-, la situaci¨®n era tan normal como cabr¨ªa esperar.
Una prueba m¨¢s del buen momento que vive este costoso y singular sector, junto, claro est¨¢, con su constante crecimiento. Valentino asegura haber registrado un aumento del 50% en el n¨²mero de encargos propiciado por la demanda en los pa¨ªses de Oriente Medio, seg¨²n recoge la publicaci¨®n especializada WWD. Ni la ca¨ªda del rublo y su consecuente influencia en el feroz consumo ruso parecen hacer mella en la optimista progresi¨®n de la alta costura.
Para Dior 2014 tambi¨¦n fue un a?o r¨¦cord. Desde la llegada de Raf Simons a la maison francesa hace dos a?os, las ventas de la costura se han duplicado. En palabras del consejero delegado de la firma, Sidney Toledano, su nueva visi¨®n de la mujer ha conseguido atraer a una generaci¨®n de profesionales menores de 40 a?os y provenientes de la industria del espect¨¢culo y la tecnolog¨ªa que buscan una alternativa a la manida est¨¦tica de la alfombra roja.
Y lo cierto es que el dise?ador belga no oculta su deseo de ¡°liberar la alta costura¡±, de explorar sus l¨ªmites en busca de escenarios menos r¨ªgidos aunque igual de ricos. Piezas que, como las que present¨® este lunes, transitan de lo decorativo a lo arquitect¨®nico mezclando artesan¨ªa y tecnolog¨ªa tanto en los materiales como en las t¨¦cnicas empleadas. Un dif¨ªcil ejercio que, adem¨¢s, combina varios referentes temporales. ¡°En las prendas hay un poco del romanticismo de los cincuenta, de la experimentaci¨®n de los sesenta y de la liberaci¨®n de los setenta, tanto en su materializaci¨®n como en su actitud¡±, explica Simons.
El resultado de esta ambiciosa mezcla es una colecci¨®n llena de energ¨ªa. Las botas de l¨²rex enhebran una propuesta que arranca con unos vestidos bordados en piedras y cubiertos por chubasqueros de pl¨¢stico transparente y que termina con unas faldas microplisadas de gran volumen. En medio, brocados con incrustaciones, gasas con efecto tatuaje, monos de pailletes. La paleta de colores, vibrantes y ¨¢cidos, da continuidad a los estampados psicod¨¦licos, la pedrer¨ªa y los tejidos m¨¢s cl¨¢sicos. Lo que podr¨ªa ser un indigesto salpic¨®n de revivals resulta, gracias al sentido de la medida de Simons, una narraci¨®n coherente y emocionante.
Para enfatizar a¨²n m¨¢s la sensaci¨®n de desconcierto, el dise?ador decidi¨® presentar la colecci¨®n en una especie de caleidoscopio gigante: una sala llena de espejos hasta el techo, donde, jugando una vez m¨¢s con la percepci¨®n de lo que es o no es alta costura, todo estaba del derecho o del rev¨¦s seg¨²n el punto de visto del espectador.
Schiaparelli homenaje¨® una colecci¨®n de 1935 que ejemplifica la relaci¨®n de la firma con los movimientos de vanguardia
La presentaci¨®n de Dior no ten¨ªa nada que envidiar a la de Schiaparelli. La puesta en escena de esta ¨²ltima era obra del artista gr¨¢fico Jean Paul Goude, autor de la fotograf¨ªa que ilustra el m¨ªtico disco Nightclubbing de Grace Jones y, m¨¢s recientemente, de la portada de la revista Paper protagonizada por Kim Kardashian. Con esta colaboraci¨®n, la casa francesa, propiedad del grupo italiano Tod¡¯s, quer¨ªa homenajear la colecci¨®n ¡®Stop, Look & Listen¡¯ que su fundadora, Elsa Schiaparelli, present¨® en 1935 y que ejemplifica la estrecha relaci¨®n que la firma mantuvo y parece querer seguir manteniendo con los movimientos de vanguardia.
Entre s¨ªstole y di¨¢stole: estampados surrealistas pintados a mano, audaces abrigos de piel rematados en on¨ªricos lazos brocados y el trampantojo de unas manos que abrochan un collar a la espalda de un vestido.
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