La nueva escenograf¨ªa del Partido Popular
Los aznaristas reprochan a Rajoy que durante su direcci¨®n la financiaci¨®n ilegal del PP estuvo m¨¢s descontrolada
La Convenci¨®n Nacional del Partido Popular se clausur¨® el pasado domingo con una imagen muy significativa: Mariano Rajoy salud¨® desde el escenario frente a una enorme pantalla ocupada ¨ªntegramente por una bandera de Espa?a. No existen muchos precedentes de una escenograf¨ªa semejante desde que se instaur¨® la democracia. El presidente del Gobierno, que pronunci¨® un discurso bastante plano, con el eje central en la mejor¨ªa de la situaci¨®n econ¨®mica, dej¨® as¨ª claro cu¨¢les son las dos armas con las que encara el tremendo calendario electoral de este a?o.
Es tambi¨¦n posible que una escenograf¨ªa de ese tipo haya servido para tranquilizar a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y a sus partidarios, decididos defensores de la estrategia nacionalista espa?ola. El discurso de Aznar, por lo menos, ayud¨® a Rajoy, al anunciar que puede contar con ¨¦l para la campa?a.
Para lo que Aznar dej¨® claro que no pueden contar con ¨¦l es para ¡°tragarse¡± la responsabilidad por la financiaci¨®n ilegal del PP y las subsiguientes redes de corrupci¨®n. Aznar, y sus m¨¢s inmediatos colaboradores, est¨¢n furiosos con la estrategia de la actual direcci¨®n de presentarse como un nuevo equipo que ha tenido que hacer frente a una red ya establecida. La advertencia de Aznar ¡ªyo asumo mis propias responsabilidades, asuman los dem¨¢s las suyas¡ª son¨® clara.
El expresidente reprocha a Rajoy que fue precisamente bajo su direcci¨®n en el partido, de 2004 a 2011, cuando la financiaci¨®n ilegal se hizo m¨¢s descontrolada y cuando la corrupci¨®n se extendi¨® de forma imparable en segundos y terceros circuitos del PP. Desde el punto de vista de muchos aznaristas, el problema estall¨® por la conocida actitud de Rajoy de dejar hacer y no responsabilizarse de nada, cuando esa era la actitud, precisamente, m¨¢s peligrosa de todas.
As¨ª que el presidente del Gobierno ya est¨¢ advertido: si las cosas se ponen peor desde el punto de vista judicial, no puede esperar que Aznar d¨¦ un paso al frente. Ni en temporada electoral, ni en ning¨²n otro momento.
Lo cierto es que el PP y Rajoy se han beneficiado en esta legislatura de una circunstancia poco frecuente: pr¨¢cticamente no han tenido que hacer frente a confrontaciones electorales importantes en sus tres primeros a?os de gobierno. En el cuarto, sin embargo, se le van a acumular cuatro convocatorias. El adelanto de las andaluzas, anunciado esta semana, tiene un curioso efecto: perjudica al PP, pero beneficia a Rajoy.
Al acortarse la legislatura un a?o, el PP andaluz no va a tener tiempo para consolidar a su nuevo dirigente. Pero, a la vez, el hecho de que las elecciones andaluzas se alejen lo m¨¢s posible de las generales, beneficia a Rajoy, con m¨¢s lapso para absorber el choque. Dentro de lo malo, lo que m¨¢s beneficia a Mariano Rajoy son unas elecciones generales alejadas de las andaluzas y de las municipales y lo m¨¢s cercanas posible de las catalanas, porque son esas ¨²ltimas las que le permitir¨¢n reavivar su segundo mensaje, el que simboliz¨® con la enorme bandera de la convenci¨®n.
Se podr¨ªa decir que, a la espera de novedades judiciales, el presidente del Gobierno se las arregla para estar m¨¢s tranquilo que sus correligionarios en las comunidades o en los municipios, porque ellos s¨ª tienen las amenazadoras urnas a la vista. Que se las arreglen como puedan, parece ser la consigna del presidente. La misma que le parece haber llegado al ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, en una situaci¨®n desairada. Su candidatura a la presidencia del Eurogrupo qued¨® congelada a la espera de que se cumpliera el mandato de su actual ocupante, en junio. Pero para entonces estar¨¢n a las puertas unas elecciones generales y Guindos ser¨¢ un ministro con fecha de caducidad, poco apropiado para el Eurogrupo.
La ¨²nica gran noticia que ha recibido el PP en los ¨²ltimos d¨ªas es que en EE UU la derecha m¨¢s radicalizada ha decidido invertir lo que haga falta para que no gane un candidato dem¨®crata. Los hermanos Koch, due?os de una gran constructora, han anunciado que, ellos solitos, donar¨¢n 900 millones de d¨®lares a ese fin.
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