Ruven Afanador, un fot¨®grafo sin c¨¢mara
Su ojo ha retratado a algunos de los personajes m¨¢s conocidos del mundo, a casi todos, desde Bill Clinton a Jennifer Aniston, sin dejarse a Robert Redford, Rihanna y la duquesa de Alba.
"Est¨¢ usted pisando territorio prohibido para el toreo¡±. La cara de Ruven Afanador no se inmuta, aunque sus palabras delatan decepci¨®n. ¡°Me sorprende much¨ªsimo. Culturalmente el toreo es s¨²per importante. Siento l¨¢stima porque ya no existe ni aqu¨ª ni en Bogot¨¢. Para m¨ª es un arte incre¨ªble¡±.
Afanador es un famoso tras la c¨¢mara. Su ojo ha retratado a algunos de los personajes m¨¢s conocidos del mundo, a casi todos, desde Bill Clinton a Jennifer Aniston, sin dejarse a Robert Redford, Rihanna y la duquesa de Alba. Pero no solo de famosos va su historia, sino de su gran sensibilidad art¨ªstica. Este hombre, nacido en Colombia y nacionalizado en Estados Unidos (Bucaramanga, 1959), siente una aut¨¦ntica pasi¨®n por el flamenco y el toreo, que ha reflejado en varios libros. Ser¨¢ por eso que cuando se le pregunta a qu¨¦ espa?ola le gustar¨ªa retratar no duda: Naty Abascal. ¡°Me fascina¡±. La cosa no queda ah¨ª: ¡°Tambi¨¦n a Isabel Pantoja... despu¨¦s de la c¨¢rcel¡±. Dejemos las listas, por el momento.
Sorprende que se llame Ruven con V y lo explica: ¡°Mi proceso de culturizaci¨®n result¨® muy dif¨ªcil en Estados Unidos¡±. All¨ª lleg¨® con 14 a?os. Y decidi¨® pasarse a la V porque as¨ª lo pronunciaban mejor. De su apellido lamenta la A y la F, ¡°nunca me gust¨® porque siempre era primero en todo. Yo era s¨²per t¨ªmido y no dominaba el idioma¡±.
El fot¨®grafo aterriz¨® en Barcelona el pasado fin de semana desde Nueva York dispuesto a capturar las im¨¢genes m¨¢s provocadoras de Rossy de Palma. El ¡°maestro¡± ya ha llegado, anunciaba uno de sus colaboradores, durante el 080, la pasarela de moda catalana.
Lo dif¨ªcil de trabajar con una persona conocida es lo que viene antes. Cuando ya est¨¢s con ella, todos somos iguales"
Su timidez cambia cuando est¨¢ detr¨¢s de la c¨¢mara. Aunque sorprendentemente no es una c¨¢mara propia. ¡°Solo tengo la de tel¨¦fono. No puedo sentarme con un especialista a hablar de lentes, c¨¢maras... mi profesor de fotograf¨ªa nunca me ense?¨® la parte m¨¢s t¨¦cnica; ¨¦l me dec¨ªa que lo importante era aprender a ver la luz y desarrollar mi ojo. Eso me provocaba frustraci¨®n. Pero estaba en lo cierto: lo m¨¢s importante es c¨®mo miras la luz y c¨®mo manejas a la persona¡±. A Afanador le montan cada escenario, durante horas y d¨ªas, aunque ¨¦l da las indicaciones previamente. Aparece cu¨¢ndo todo parece listo para hacer las pruebas. Y le va dando indicaciones a una Rossy de Palma que lo da todo en un plat¨® montado en el coraz¨®n del Museo Mar¨ªtimo de Barcelona. La actriz canta, fuma, se r¨ªe y se contonea.
Afanador tira de su fama de t¨ªmido para esquivar cualquier pregunta pol¨ªticamente incorrecta sobre los personajes famosos que fotograf¨ªa, aunque dice valorar el intento del periodista. ¡°Hay muchos momentos especiales...¡± responde melanc¨®licamente.
Pero ellos, sus famosos, ?se comportan normalmente? ¡°Generalmente lo dif¨ªcil de trabajar con una persona conocida es lo que viene antes. Cuando ya est¨¢s con ¨¦l o ella, todos somos iguales. No importa la fama. La otra persona tiene las mismas preocupaciones que yo: quiere quedar bien, ser respetado y que sea un ¨¦xito¡±. Afanador se siente satisfecho porque siempre hay una actriz o un actor nuevo en la lista, aunque no siempre es del todo f¨¢cil: ¡°Las actrices quieren verse en las fotos como si fueran modelos¡±.
Este colombiano es capaz de convertir a cualquiera en un ser fotog¨¦nico. ¡°Inmediatamente s¨¦ por qu¨¦ lado tengo que ir para que esa persona quede bien, como moverle el pelo, como vestirla...¡±. Reconoce que ha habido sesiones dif¨ªciles, ¡°en las que te trata mal el personaje o las personas que lo manejan. Pero yo lo aguanto todo. Soy un fot¨®grafo haciendo mi oficio¡±.
Afanador es de los afortunados que alardea de una ni?ez feliz en la que no pens¨® en ser fot¨®grafo. ¡°Lo que me gustaba era pararme frente a las vitrinas de los estudios fotogr¨¢ficos. Los d¨ªas importantes los padres te llevaban a hacerte un retrato, era un proceso de estudio muy especial, retratos en blanco y negro muy lindos, no como hoy en d¨ªa. Se perdi¨® todo. Las fotos de mi mam¨¢ cuando era joven eran perfectas¡±. Eso era antes. Los estudios de fotograf¨ªa desaparecen por meses. Afanador expresa su angustia ante la idea de que cada habitante del planeta vaya equipado con su c¨¢mara. ¡°Lo tengo que aceptar. Eso no va a cambiar. Cualquiera aprende Photoshop y puede hacer cambios que antes eran secretos. No se puede ignorar. Simplemente es la evoluci¨®n¡±.
Ser un reputado profesional, sin embargo, no le exime de la crisis. ¡°Los fot¨®grafos de m¨¢s fama han sentido la crisis. Y no se va a recuperar. Todo lo que era muy natural tener para una sesi¨®n fotogr¨¢fica, equipos, escenograf¨ªa, viajes... ahora ha cambiado. Los viajes se limitan y los presupuestos son mucho m¨¢s bajos. Pero por supuesto tienes que lograr el mismo nivel¡±.
El siguiente trabajo que le espera a Afanador es la campa?a de Custo Barcelona y otra para Pepsi. A ¨¦l, mejor sin fotos, no le gusta. Aunque tiene un retratista de referencia, su pareja.
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