No creas todo lo que dicen de los ODM
Pretenden hacernos creer que el mundo ha conseguido varios de los objetivos, como reducir a la mitad la pobreza extrema. Sin embargo, tal afirmaci¨®n es incorrecta
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio est¨¢n actualmente en el punto de mira. Los ODM contienen unas 20 metas que el mundo tiene que lograr este a?o. Los l¨ªderes de cada pa¨ªs se comprometieron, entre otros, a reducir a la mitad el hambre, la pobreza y la proporci¨®n de la gente sin agua potable entre 1990 y 2015. Tambi¨¦n a reducir la mortalidad infantil de dos tercios y la mortalidad materna de tres cuartos; y a asegurar que todos los ni?os del mundo estuvieran en la escuela primaria a finales de 2015.
Estad¨ªsticas bajo esteroides
Ahora, se afirma que un n¨²mero de estas metas han sido alcanzadas. Supuestamente, se pretende que el mundo ha reducido a la mitad la cantidad de personas en situaci¨®n de pobreza extrema, as¨ª como el n¨²mero de personas sin acceso a agua potable. Sin embargo, estas afirmaciones son incorrectas. Si un universitario quisiera probar estos teoremas, nunca obtendr¨ªa el diploma, simplemente porque los datos disponibles no le permitir¨ªan justificar tales afirmaciones. El discurso de que el mundo ha logrado algunas metas se repite seguido, incluso por personas que deber¨ªan saber mejor la realidad.
?Es tan tentador abusar de las estad¨ªsticas para defender posiciones pol¨ªticas o por propio inter¨¦s! Ya hace m¨¢s de un siglo, el poeta escoc¨¦s Andrew Lang (1844-1912) entendi¨® este peligro cuando escrib¨ªa: ¡°Ellos usan las estad¨ªsticas como los borrachos utilizan una farola, para apoyarse y no para alumbrarse¡±. En aquella mima ¨¦poca, el escritor estadounidense Mark Twain (1835-1910) lo expres¨® de la siguiente manera: ¡°Hay tres tipos de mentiras: mentiritas, mentiras y estad¨ªsticas¡±.
Progreso, s¨ª. Metas alcanzadas, no
Seg¨²n los datos disponibles y fiables, el mundo lograr¨¢ una sola meta al final de 2015. Es el objetivo de que haya tantas ni?as como ni?os en la escuela primaria. Y esta es s¨®lo media victoria. La triste realidad es que unos 50 millones de ni?os en el mundo todav¨ªa no est¨¢n matriculados en la escuela y que la calidad de la educaci¨®n sigue siendo pobre.
Esto no quiere decir que no se hayan logrado avances desde 1990, ni mucho menos. Hoy en d¨ªa, hay menos pobreza, hambre y analfabetismo en el mundo que hace 25 a?os. La mortalidad infantil y materna ha bajado. M¨¢s personas tienen acceso a agua potable, mosquiteras y medicamentos contra el sida. Pero esto no es una justificaci¨®n para dar un panorama color de rosa a los ODM. Sobre todo cuando sabemos que el progreso fue acompa?ado por la creciente desigualdad, de manera que las personas m¨¢s pobres gozan de poco o nada de ese progreso.
?Es tan tentador abusar de las estad¨ªsticas para defender posiciones pol¨ªticas o por propio inter¨¦s!
Los objetivos supuestamente alcanzados tienen una cosa en com¨²n: no son objetivamente observables. Dado que aquellos en materia de pobreza y agua potable son dif¨ªciles de medir, es imposible determinar con alg¨²n grado de exactitud cu¨¢ntas personas escaparon de la miseria o a cu¨¢ntos se les ha dado acceso al agua potable. Echemos un vistazo a c¨®mo las estad¨ªsticas pueden conducir a afirmaciones sin fundamento.
Pobreza
El Banco Mundial publica estad¨ªsticas sobre el n¨²mero de personas pobres en los pa¨ªses en desarrollo. Esto se hace bas¨¢ndose en la l¨ªnea de pobreza de vivir con menos de 1,25 d¨®lares al d¨ªa, expresada en el poder adquisitivo de un d¨®lar en EE UU en el a?o 2005. El hecho de que estas estad¨ªsticas se citen a menudo podr¨ªa sugerir que son robustas. Pero no lo son. Hace unos a?os, el Banco Mundial revis¨® sus estimaciones, lo que resultaba en un aumento de m¨¢s del 40% de pobres en el mundo. Una correcci¨®n de esa amplitud no puede ser considerada como un refinamiento estad¨ªstico. Por el contrario, confirma que la medici¨®n de la pobreza en el mundo es muy dif¨ªcil, si no imposible. Varios expertos de universidades de renombre han demostrado de manera convincente que las estad¨ªsticas de la pobreza mundial son poco fiables; y, de hecho, pueden ser hasta enga?osas.
Las estad¨ªsticas de la pobreza mundial son problem¨¢ticas porque no se basan en observaciones directas. La desnutrici¨®n, por ejemplo, se puede determinar directa y objetivamente, midiendo la estatura, el peso y la edad del ni?o. Pero la observaci¨®n directa no permite determinar si ese ni?o vive por debajo del umbral de la pobreza extrema de 1,25 d¨®lares al d¨ªa. Eso requiere una gran cantidad de informaci¨®n, c¨¢lculos detallados, modelos complejos y numerosos supuestos. Por ejemplo, conocer el valor de la producci¨®n para uso propio, el alquiler de la casa propia auto-ocupada, la distribuci¨®n nacional del ingreso, la paridad del poder adquisitivo de la moneda nacional; y as¨ª sucesivamente. En ¨²ltima instancia, todas las estimaciones obtenidas contendr¨¢n los errores y las suposiciones falsas que se hacen en el proceso de c¨¢lculo. Ya que se basan en la suposici¨®n ingenua de que los hogares asignan sus recursos en partes iguales entre los miembros de la familia y que el ingreso familiar puede aumentar debido a m¨¢s trabajo infantil. Lo que hace que estas estad¨ªsticas no solamente sean incorrectas sino tambi¨¦n enga?osas.
La afirmaci¨®n de que la pobreza mundial se redujo a la mitad tiene que ver m¨¢s con la forma en que se mide la pobreza que con lo que se puede observar directamente. Todo esto se hace para poder afirmar una posici¨®n deseada o llegar a una conclusi¨®n preconcebida. Esto confirma lo que el economista brit¨¢nico Ernst Schumacher argument¨® en su libro Small is Beautiful (1973): ¡°La medici¨®n de lo inconmensurable es un m¨¦todo complicado para llegar a conclusiones predeterminadas¡±.
Agua Potable
Otra afirmaci¨®n basada en suposiciones err¨®neas es que el mundo ha alcanzado la meta sobre el agua potable. El acceso se mide a trav¨¦s de encuestas a las familias. Pero estas no comprueban la calidad del agua. Las preguntas s¨®lo distinguen dos categor¨ªas de fuentes de suministro de agua: las fuentes mejoradas y las fuentes tradicionales. La primera incluye agua por tuber¨ªa, grifos y bombas de titularidad p¨²blica, pozos protegidos y sistemas de recolecci¨®n de agua de lluvia. Las tradicionales son los pozos sin protecci¨®n, aguas superficiales y agua de camiones. Se supone que todas las fuentes mejoradas proveen agua potable porque, supuestamente, estas protegen el agua de la contaminaci¨®n desde el exterior.
Hasta hace poco, no hab¨ªa datos disponibles sobre la calidad del agua que la gente consume. El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) y la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) van cerrando esta brecha de informaci¨®n. Sus datos demuestran que la contaminaci¨®n microbiol¨®gica del agua se da con mucha frecuencia; sucediendo tambi¨¦n en la obtenida de fuentes mejoradas.
El progreso en la reducci¨®n de la pobreza y el acceso al agua potable no es tan de color de rosa como se pinta
Si las estad¨ªsticas globales sobre el acceso a fuentes mejoradas de agua se corrigen por la mala calidad del agua, bajar¨ªa considerablemente el porcentaje de la poblaci¨®n mundial con acceso a agua potable. Estos datos niegan la afirmaci¨®n de que el mundo ha logrado la meta, pero la historia que prevalece ignora que muchas fuentes de suministro de agua potable dan agua contaminada, para poder fabricar el falso argumento del ¨¦xito de este objetivo.
En definitiva, el progreso en la pobreza y el agua potable (y otros ODM) no es tan de color de rosa como se afirma. Debemos ser honestos y admitir que no todas las estad¨ªsticas son suficientemente robustas; y que algunas son muy imperfectas. Afirmar que el mundo ha alcanzado varios objetivos puede ser tranquilizador para algunos, pero es irresponsable.
?frica
El discurso predominante afirma que el progreso en ?frica subsahariana va a la zaga. Esto tambi¨¦n es una verdad a medias. No es menos r¨¢pido que en otras partes del mundo; todo lo contrario. En muchas ¨¢reas, la situaci¨®n en ?frica ha mejorado m¨¢s r¨¢pidamente que en otros lugares. Desde 1990, por ejemplo, la tasa de matriculaci¨®n en la escuela primaria ha aumentado 2,5 veces m¨¢s velozmente en ?frica que en otras parte del planeta.
Por supuesto, ?frica no alcanzar¨¢ los ODM, ya que la regi¨®n comenz¨® a partir de un nivel de desarrollo humano mucho m¨¢s bajo. Sin embargo, echar la culpa a este continente de que el mundo no va a alcanzar todos los ODM es totalmente injustificado.
La pregunta que debe plantearse no es si ?frica va a lograr o no los ODM, sino si ?frica ha contribuido proporcionalmente, con su parte, al progreso mundial. Y ese es, ciertamente, el caso. De hecho, los Objetivos de Desarrollo del Milenio son colectivos, para ser alcanzados por todos los pa¨ªses juntos. No est¨¢n dise?ados para ser conseguidos por cada pa¨ªs individualmente. Que ?frica no logre los ODM no quiere decir para nada que el mundo no pueda. En Ingl¨¦s suena as¨ª: Africa is not missing the targets, we are missing the point. El punto es: no es que ?frica no est¨¦ alcanzando las metas, es que nosotros no llegamos a entenderlas de una manera correcta.
Jan Vandemoortele es doctor en Econom¨ªa y es considerado padre de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
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