La musa de Ipanema
Helo¨ªsa Pinheiro, la maestra de la c¨¦lebre canci¨®n de Jobim y De Moraes, tiene ya 69 a?os es una de las protagonistas del carnaval de R¨ªo
Ant?nio Carlos Jobim le pidi¨® la mano en 1965, poco antes de que su novio acelerase los planes de boda para evitar riesgos. La chica que a los 17 a?os hab¨ªa inspirado una de las canciones m¨¢s populares del siglo XX ten¨ªa en ese momento 20 y se ve¨ªa bajo los focos, sin haberlo pretendido, por culpa de unos ojos verdes y una silueta que hab¨ªan encandilado a Jobim y a su compa?ero de faenas, el poeta Vinicius de Moraes, cuando hac¨ªa el trayecto diario entre la escuela donde daba clase de primaria y la playa.
El m¨²sico y el poeta, como es sabido, ten¨ªan la costumbre de sentarse a beber cachaza y componer en la terraza del bar Veloso, en la calle de Montenegro, a dos cuadras de la playa de Ipanema. ¡°Yo s¨®lo sab¨ªa que eran intelectuales y artistas, nada m¨¢s. Bromeaban, silbaban, era la ¨¦poca del fiu-fiu¡ Yo me mor¨ªa de verg¨¹enza¡±. Hoy la calle de Montenegro ha pasado a ser la de Vinicius de Moraes, cuyos versos consagraron en la melod¨ªa sencilla y elegante de la Garota de Ipanema la legendaria belleza femenina de las playas cariocas.
Helo¨ªsa Pinheiro naci¨® en R¨ªo de Janeiro hace 69 a?os. Vive entre S?o Paulo y su espaciosa casa de Ipanema. ¡°Vinicius y yo ten¨ªamos una relaci¨®n plat¨®nica¡±, no correspondida, aclara. ¡°?l era muy carism¨¢tico, pero Jobim era muy guapo y me adoraba¡ Un d¨ªa me cont¨® que su primer matrimonio hac¨ªa aguas y me pregunt¨® si quer¨ªa casarme con ¨¦l. Regres¨¦ a casa con una sensaci¨®n extra?a, en la que mi admiraci¨®n por ¨¦l pod¨ªa confundirse¡±. El cantautor m¨¢s exitoso de la m¨²sica popular brasile?a termin¨® siendo, poco tiempo despu¨¦s, el padrino de su boda y un amigo ¡°de toda la vida¡±. La amistad entre ambas familias dur¨® hasta la muerte del m¨²sico en 1994, por motivos que alega desconocer.
?Es f¨¢cil ser la chica de Ipanema? ¡°No mucho¡±, dice Helo¨ªsa Pinheiro mientras comparte un piscolabis de p?o de queijo y refresco de cola sin az¨²car enfundada en un vestido azul largo y ce?ido: ¡°Ya no soy garota. Al principio la vida es una fiesta, pero despu¨¦s llegan la edad y sus responsabilidades, las comparaciones¡ Puede ser dif¨ªcil transmitir al p¨²blico una energ¨ªa positiva¡±. Helo¨ªsa es la musa en las celebraciones del 450? aniversario de la cidade maravilhosa. Estudi¨® Periodismo y ha trabajado durante d¨¦cadas en cadenas televisivas, pasi¨®n que alterna ahora con un negocio de ropa.
Recuerda c¨®mo una tarde, mientras pasaba por delante del bar Veloso, un fot¨®grafo amigo de Tom y Vinicius la retrat¨® porque hab¨ªa inspirado una canci¨®n ¡°muy bonita¡± que los autores pensaban terminar en la localidad serrana de Petr¨®polis. Pasaron muchos meses sin que tuviera ninguna otra noticia. ¡°Yo tambi¨¦n era modelo, pero de anuncios y cosas de barrio¡¡±, recuerda Helo¨ªsa. Su padre, oficial de Caballer¨ªa y censor de prensa, no le permit¨ªa seguir ese camino. ¡°No me dejaba ser una top model, hasta que la cosa explot¨® cuando ya tuve novio¡±. La pareja oficializ¨® su compromiso y Helo¨ªsa particip¨® en varios concursos de belleza. Pas¨® a la televisi¨®n. Goz¨® de mucha popularidad. Pos¨® desnuda en Playboy Brasil. Y un d¨ªa, cuenta, pas¨® de morena a rubia cuando descubri¨® unas canas rebeldes.
Helo¨ªsa Pinheiro se arrepiente de haber sido tan obediente con su familia cuando era joven, pero transmite una energ¨ªa propia de esos a?os a pocas horas de que el carnaval de R¨ªo (donde tambi¨¦n participa) se desate por las calles y sea homenajeada por el p¨²blico. ¡°Mi sue?o es trabajar en la TV Globo¡±, r¨ªe en un momento. ¡°Lo puedes poner¡±.
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