A la caza del futuro
Etxeberria trata de afianzarse en la semana de moda de nueva york, donde las redes sociales juegan un papel cada vez m¨¢s importante
Si Par¨ªs bien vale una misa, Nueva York no baja del medio mill¨®n de euros. Esa es la cantidad en la que Custo Dalmau cifra el coste ¡°aproximado¡± de organizar un desfile en la semana de la moda de esta ¨²ltima ciudad. Roberto Etxeberria se muestra m¨¢s contenido y habla, sin querer concretar, ¡°de m¨¢s de 100.000 euros¡±. Ambos presentaron el domingo sus colecciones para el pr¨®ximo oto?o/invierno en Manhattan. Y aunque las dimensiones de sus respectivos equipos y estructuras de marketing justifican la diferencia presupuestaria, ambos representan una misma realidad: aquellos dise?adores espa?oles que poseen ambici¨®n global y el m¨²sculo econ¨®mico para sostenerla, salen a otros pa¨ªses en busca de la repercusi¨®n medi¨¢tica y las oportunidades de negocio que no pueden encontrar en el suyo.
La cuota de la Madrid Fashion Week ronda los 4.000 euros y la organizaci¨®n aporta desde las modelos al espacio f¨ªsico pasando por t¨¦cnicos de sonido y planchadoras. Los gastos del dise?ador quedan reducidos a la propia colecci¨®n y el personal interno.
Pero los resultados de presentar en Manhattan compensan el esfuerzo. Para hacerse un hueco en el mercado internacional hay que estar en una pasarela internacional. Tras tan solo dos ediciones en la cita neoyorquina, Etxeberria ha conseguido sentar en su primera fila a representantes de medios tan influyentes como Financial Times, Women's Wear Daily (WWD) o Vogue Italia, y ha atra¨ªdo la atenci¨®n de Open Ceremony, Saks Five Avenue y Barneys, tres de las tiendas m¨¢s relevantes del mundo. Un objetivo inalcanzable desde la pasarela madrile?a, donde el vasco sigue presentando su trabajo.
Para reforzar la confianza de futuros compradores, Etxeberria recurri¨® a una versi¨®n ampliada de la colecci¨®n que se vio la semana pasada en Ifema y en la que hace alarde de un exquisito trabajo con pieles. Desde astrac¨¢n hasta zorros pasando por nutrias. Las piezas de sastrer¨ªa, ¡°a medio camino entre Jap¨®n y el Medio Oriente¡±, est¨¢n elaboradas en una lana de pa?o que el creador ha dise?ado junto a una peque?a f¨¢brica de tejidos de Igualada (Barcelona). Los zapatos, otro de los platos fuertes de su propuesta, desembarcaron en la pasarela neoyorquina desde Valverde del camino (Huelva). Para dar si cabe m¨¢s fuerza a su presentaci¨®n, cont¨® con la ayuda de Jermaine Browne ¡ªcore¨®grafo de Madonna y Beyonc¨¦ y responsable del ¨²ltimo show de Victoria¡¯s Secret en Londres¡ª, que dirigi¨® a los modelos y la escenograf¨ªa de la presentaci¨®n. El desfile buscaba llevar a la marca al siguiente nivel dentro del mercado estadounidense. Para saber si lo ha logrado o no solo habr¨¢ que esperar 10 d¨ªas, cuando el dise?ador lleve este trabajo a la feria de Trano?, que se celebra tambi¨¦n en Manhattan.
¡°No vendemos como locos, pero lo hacemos como cuerdos¡±, resume Exteberria. Su marca est¨¢ presente, entre otros, en media docena de puntos de venta en Estados Unidos y en la m¨ªtica boutique parisina L¡¯Eclaireur. ¡°En Espa?a, de momento, ninguna boutique multimarca est¨¢ interesada¡±, confiesa. Un s¨ªntoma m¨¢s que una casualidad.
Give it up for one of our star players, Jourdan 'Gets It' Dunn! @missjourdandunn #TommyFall15 #NYFW pic.twitter.com/1KP932GxZ2
— Tommy Hilfiger (@TommyHilfiger) February 16, 2015
Tras 19 a?os en Nueva York, Custo no se encuentra en un momento tan determinante como Etxeberria, pero si vital. Su gran reto sigue siendo ¡°sobrevivir¡±. Cuatro semanas despu¨¦s de desfilar en Nueva Dehli y dos d¨ªas antes de abrir su tercera tienda en Miami, volv¨ªa la pasarela sin la que, seg¨²n asegura, le hubiese sido imposible exportar su marca.
Hoy las redes sociales son una herramienta imprescindible para lograr este objetivo. Instagram, Twitter y Facebook se han convertido en plataformas profesionalizadas para documentar, analizar y promocionar las semanas de la moda. No estar es sin¨®nimo, en este caso, de no existir. Pero la cita neoyorquina siempre se ha distinguido por estrechar lazos entre dise?o y nuevas tecnolog¨ªas. Fue un veterano, Tommy Hilfiger, qui¨¦n dio este lunes un paso m¨¢s en esta direcci¨®n. Para celebrar el 30? aniversario de su marca, desvel¨® a trav¨¦s de Twitter una de las piezas que presentar¨ªa m¨¢s tarde sobre el simulado campo de f¨²tbol americano en el que convirti¨® su pasarela, y anunci¨® que pondr¨ªa inmediatamente a la venta tras el desfile. Lo interesante de este experimento es que, por primera vez, sus seguidores online pudieron ver un adelanto de su colecci¨®n antes que los asistentes al desfile, cambiando la hasta ahora direcci¨®n natural del flujo informativo de la moda.
La industria de las tendencias se sustenta en la reflexi¨®n sobre el futuro y nadie puede quedarse atr¨¢s. A sus 76 a?os, Carolina Herrena no est¨¢ dispuesta a hacerlo. El premio gordo de la colecci¨®n que present¨® este lunes no fueron sus famosos vestidos de noche, siempre listos para saltar de la pasarela a la alfombra roja, sino sus conjuntos de d¨ªa elaborados a partir de una superposici¨®n de piezas de lana gris sobre pa?o rojo. Chaquetas cocoon con faldas rectas que demuestran que la dise?adora sabe satisfacer las necesidades de una nueva generaci¨®n de compradoras.
Por eso resulta sorprendente que dise?adores mucho m¨¢s j¨®venes, como Prabal Gurung, sigan mirando obstinadamente al pasado. El mismo domingo, el estadounidense se retrotrajo de una forma quiz¨¢ demasiado literal a los a?os noventa. Su colecci¨®n estaba articulada en torno a vestidos de l¨ªneas rectas, escotes cuadrados y bajos triangulares, cuyo m¨¢ximo aliciente era el ensamblaje geom¨¦trico de distintas telas.
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