Un macroproyecto revela el mapa de los ¡®interruptores¡¯ del genoma
El Proyecto Epigenoma Humano localiza las modificaciones del ADN que explican el desarrollo de la persona y sus grandes enfermedades
Tras el genoma humano, llega el epigenoma humano. Lo que hace un gen no solo depende de su secuencia (gattacca¡), sino de otras cosas que se pueden pegar sobre ella (de ah¨ª?epi, literalmente "encima de"), como los grupos m¨¢s sencillos de la qu¨ªmica org¨¢nica (metilo, ¨CCH3) y ciertas prote¨ªnas especializadas en empaquetar ADN (histonas). Estas modificaciones epigen¨¦ticas explican que, aunque todas las c¨¦lulas de una persona tengan el mismo genoma, unas se conviertan en c¨¦lulas de la piel, otras en neuronas, y as¨ª hasta los m¨¢s de un centenar de tipos celulares especializados, o diferenciados, que constituyen el cuerpo.
Como las modificaciones epigen¨¦ticas dependen del entorno, tambi¨¦n est¨¢ cada vez m¨¢s claro su papel esencial en todo tipo de respuestas al ambiente y enfermedades. Un macroproyecto revela hoy el mapa epigen¨®mico humano, que localiza d¨®nde est¨¢n esas modificaciones (metilos, histonas) en todos los tipos celulares importantes del cuerpo humano, y tambi¨¦n en 58 enfermedades (gen¨¦ticamente) complejas. Como pas¨® con el proyecto Genoma Humano, la informaci¨®n se har¨¢ p¨²blica y gratuita para todo el mundo.
El macroestudio se presenta en varios art¨ªculos de Nature, Nature Communications, Nature Biotechnology, Nature Methods, Nature Neuroscience, Nature Immunology y Nature Protocols.Todo el material se puede consultar en una web habilitada para ello.
La informaci¨®n se har¨¢ p¨²blica y gratuita para todo el mundo
El principal coordinador del nuevo macroproyecto, Manolis Kellis, del Massachusetts Institute of Technology (MIT, junto a Boston), ampl¨ªa una met¨¢fora cl¨¢sica para explicar el concepto: ¡°El proyecto genoma humano nos dio el libro de la vida que codifica a un ser humano. Todas nuestras c¨¦lulas tienen una copia del mismo libro, pero cada una lee distintos cap¨ªtulos, dobla la esquina de distintas p¨¢ginas y subraya distintos p¨¢rrafos y palabras. El epigenoma humano es esta colecci¨®n de marcas situadas en el genoma de cada tipo celular, en la forma de modificaciones qu¨ªmicas del propio ADN, y en su empaquetamiento a gran escala¡±.
La numerolog¨ªa del proyecto se escapa en seguida al ¨¢mbito de las grandes cifras: m¨¢s de 100 tejidos primarios y tipos celulares, 2.800 experimentos cada uno a escala del genoma entero, 150.000 millones de sondas o fragmentos de ADN que cubren el genoma 3.000 veces. Pero, como suele ocurrir, estas grandes cifras sirven sobre todo para marear al lector, o para impresionar al financiador. El proyecto epigenoma, probablemente, se puede entender mejor por sus objetivos a medio plazo, que se pueden expresar en t¨¦rminos m¨¢s cualitativos.
Los investigadores podr¨¢n a partir de ahora comparar la funcionalidad del genoma en cada tejido y tipo celular del cuerpo
Los investigadores de todo el mundo podr¨¢n a partir de ahora comparar la funcionalidad del genoma ¨Cqu¨¦ genes est¨¢n activos, activables o cerrados a conciencia¡ª en cada tejido y tipo celular del cuerpo, consiguiendo un entendimiento profundo de lo que hace diferente a una c¨¦lula del coraz¨®n de una del h¨ªgado, o de la piel, o del cerebro. Y tambi¨¦n dispondr¨¢n de una referencia normal con que comparar las distintas c¨¦lulas y tejidos de sus pacientes, revelando as¨ª cu¨¢les son los elementos de control que causan su enfermedad en cualquier tejido u ¨®rgano.
Ya en esta fase inicial, los investigadores han asociado las variantes gen¨¦ticas conocidas (variaciones en la propia secuencia del ADN gattacca¡.) con su funcionalidad en tipos celulares espec¨ªficos. Por ejemplo, se sab¨ªa que cierta variante gen¨¦tica se asocia con una alta o baja estatura, pero no a qu¨¦ se debe ese efecto; ahora se ha podido ver que esa variaci¨®n est¨¢ activa (o tiene efectos sobre la actividad de ciertos genes) en las c¨¦lulas madre, que as¨ª mantienen durante m¨¢s o menos divisiones celulares su capacidad de proliferaci¨®n.
Del mismo modo, los cient¨ªficos ya pueden ver que las variantes gen¨¦ticas asociadas a la diabetes de tipo 1, la artritis reumatoide y la esclerosis m¨²ltiple est¨¢n activas en las c¨¦lulas del sistema inmune. Esto es l¨®gico, puesto que esas tres enfermedades pertenecen a la categor¨ªa autoinmune, es decir, que est¨¢n causadas por un funcionamiento an¨®malo o excesivo de las defensas, que se dedican atacar a las c¨¦lulas pancre¨¢ticas, articulares o nerviosas del propio paciente. Pero la l¨®gica no sirve para encontrar tratamientos, y lo que tenemos ahora son datos duros que s¨ª lo permitir¨¢n.
En la misma l¨ªnea, las variantes gen¨¦ticas asociadas con la presi¨®n arterial est¨¢n activas en las c¨¦lulas del coraz¨®n; las asociadas con un alto nivel de colesterol ¨Cy por tanto con una probabilidad incrementada de infarto¡ª funcionan en el h¨ªgado, como las asociadas a los trastornos metab¨®licos. Todo esto tiene su l¨®gica tambi¨¦n, desde luego, pero de nuevo son los datos duros, y no la pura l¨®gica, la que permitir¨¢ avanzar en el conocimiento de estas enfermedades y buscar tratamientos eficaces.
Las cifras de un gran proyecto
100 tejidos primarios y tipos celulares examinados.
2.800 experimentos, cada uno a escala del genoma entero.
150.000 millones de sondas o fragmentos de ADN examinado.
Esas sondas cubren el genoma 3.000 veces.
Un buen ejemplo de c¨®mo el epigenoma puede ayudar a la medicina es el alzh¨¦imer. Puesto que se trata de una enfermedad neurodegenerativa ¨Cque va matando neuronas del cerebro progresivamente¡ª, cabr¨ªa esperar que las variantes gen¨¦ticas que lo favorecen estuvieran activas en las neuronas, causando que estas c¨¦lulas acumularan los dep¨®sitos de prote¨ªnas t¨®xicos que las van matando. Pero no es as¨ª. Esas variantes funcionan en las c¨¦lulas del sistema inmune: en concreto en las c¨¦lulas denominadas monolitos CD14. Esto cambia por completo la perspectiva para investigar tratamientos preventivos o paliativos del alzh¨¦imer.
En cualquier caso, y como tambi¨¦n ocurri¨® con la presentaci¨®n del genoma humano en 2002, el epigenoma que se presenta ahora es sobre todo un recurso para la investigaci¨®n, que revelar¨¢ sus beneficios en a?os y d¨¦cadas por venir. El ser humano, en la salud y la enfermedad, es hoy un poco m¨¢s computable que ayer a esta misma hora.
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