¡°Si las econom¨ªas no se diversifican, ?frica se arriesga a entrar recesi¨®n¡±
El catedr¨¢tico en Historia Econ¨®mica repasa las claves del crecimiento del continente durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, a ritmos superiores al 5% de su PIB
?Cu¨¢l es la idea general que tiene de ?frica la sociedad? Ewout Frankema, catedr¨¢tico de Historia Econ¨®mica de la universidad de Wageningen (Holanda), se?ala la imagen que un proyector dibuja sobre el fondo blanco del sal¨®n de actos de la Fundaci¨®n Areces, en Madrid. Se distinguen las portadas de influyentes revistas y peri¨®dicos, como The Economist, Time o Der Spiegel que retratan un continente sin esperanza. "Esto expresa la idea de que ?frica es pobre y siempre lo ser¨¢", asevera Frankema. "Pero para mostrar lo r¨¢pidamente que las percepciones pueden cambiar, aqu¨ª tienen unos titulares actuales", indica el catedr¨¢tico a los asistentes a su charla "?Est¨¢ Africa saliendo de la pobreza?". En la pantalla, esas portadas han cambiado y ahora otras inundan la sala con mensajes positivos: "?frica crece", "?frica puede", "?frica, abierta para negocios". Todas hablan de surgimiento, de despegue. Un despegue que es palpable: la regi¨®n ha crecido a ritmos superiores al 5% de su PIB de media durante la ¨²ltima d¨¦cada y alberga a una clase media formada por unos 200 millones de personas.
Ewout Frankema inicia su conferencia pidiendo que se aplique perspectiva a largo plazo para saber lo que realmente est¨¢ ocurriendo en un pa¨ªs o en una regi¨®n, en vez de dejarse llevar por percepciones cambiantes. ?C¨®mo se comporta ?frica? ?Es esta la primera fase de una transici¨®n hacia el crecimiento? Estos son algunos interrogantes que plantea el catedr¨¢tico. Y formula una advertencia: las tasas de crecimiento actuales de la regi¨®n no son nuevas, pues los pa¨ªses africanos crecieron antes, en los a?os cincuenta y sesenta eran igual de altas que ahora, y durante los siglos XVIII y XIX tambi¨¦n lo hizo. "En realidad, vivimos la recuperaci¨®n de un periodo de crisis de unos 20 a?os durante el que las tasas fueron negativas", asevera. "No es tan sorprendente: despu¨¦s de un largo periodo de depresi¨®n, cuando se toca fondo, lo ¨²nico que se puede hacer es mejorar".
Pero ?frica no es ?frica y ya. Es un continente formado por 54 pa¨ªses, 55 si se cuenta el S¨¢hara. No se debe generalizar cuando se habla de sus realidades pero, para Frankema, s¨ª es posible enumerar algunos patrones que no han influido igual en todos los pa¨ªses pero s¨ª lo han hecho en la mayor¨ªa. "Todos han estado sumidos en una prolongada depresi¨®n econ¨®mica entre los a?os setenta y noventa, y la mayor¨ªa han demostrado un despegue econ¨®mico en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas; se ha dado un crecimiento y una contracci¨®n. Lo mismo ha ocurrido con los ciclos de violencia: Hay muchas diferencias entre unos y otros pero todos ellos muestran similitudes. Tambi¨¦n es un factor com¨²n que, salvo Liberia y Etiop¨ªa, todos fueron colonizados y eso afect¨® a la manera que la regi¨®n se ha desarrollado", asegura en una entrevista previa a su conferencia.
Vivimos la recuperaci¨®n de un periodo de crisis de unos 20 a?os
En el crisol de circunstancias que conforman la regi¨®n, hay algunos Estados que han sorprendido m¨¢s que otros. Etiop¨ªa, que aunque es uno de los m¨¢s pobres, ha crecido a ritmos superiores al 10% de su PIB y ha realizado cambios muy profundos gracias a las inversiones chinas. O Ruanda, que vivi¨® una situaci¨®n p¨¦sima en los a?os noventa a causa del genocidio de los tutsis a manos de los hutus. "Angola, que tiene petr¨®leo, es otro ejemplo, y va a resultar interesante ver c¨®mo evoluciona su econom¨ªa porque los precios del crudo han ca¨ªdo mucho en los ¨²ltimos meses, de 150 d¨®lares el barril a solo 50. Habr¨¢ que ver c¨®mo la econom¨ªa del pa¨ªs continua su crecimiento sin tantos beneficios.
Otros, como Sud¨¢n del Sur, el pa¨ªs m¨¢s joven del mundo, tienen peor pron¨®stico. "Soy bastante pesimista porque, por ahora, es un Estado que no funciona y hay muchos conflictos violentos que pueden reactivarse una y otra vez. Es un pa¨ªs de terratenientes con muchos recursos minerales y petr¨®leo por explotar, y este inter¨¦s puede recrudecer la violencia"; indica el catedr¨¢tico.
?frica es un continente que acoge a 877 millones de habitantes, pero su PIB fue de 1318 billones de d¨®lares en 2013, seg¨²n el Banco Mundial, es decir, la suma de los de dos pa¨ªses peque?os como Suiza y Holanda, con una poblaci¨®n inferior al 3% de la africana. Esto significa que, aunque est¨¢ creciendo a un ritmo dos veces por encima del de las econom¨ªas desarrolladas, su papel en la econom¨ªa mundial no es a¨²n relevante. "Su rol es de proveedor de materiales, pero ?frica tambi¨¦n es capaz de atraer inversiones, hay mucho capital buscando ser invertido en el mundo y el continente es capaz de tomarlo. As¨ª lo demuestra el informe del Banco Mundial Doing Business 2015, uno de los principales indicadores a nivel mundial que ofrece datos comparativos en tiempo y espacio sobre las condiciones que ofrecen econom¨ªas del mundo para hacer negocios. Seg¨²n este documento, el 74% de los pa¨ªses africanos realizaron en 2013 al menos una modificaci¨®n en sus sistemas legales para mejorar el clima de negocios.
El continente a¨²n depende de otros pa¨ªses, pero de una manera diferente a cuando estuvieron colonizados entre 1880 y 1960, un periodo corto si se compara con la colonizaci¨®n de los pa¨ªses latinoamericanos por parte de Espa?a, que dur¨® tres siglos, ejemplifica Frankema. "Dependen mucho de las inversiones chinas o de la ayuda exterior, y sin ella tendr¨ªan graves problemas financieros", afirma. "Muchos dependen de los precios que consiguen para comprar bienes en el mercado mundial y de la fluctuaci¨®n de este. Por ejemplo, el precio del petr¨®leo o del cobre les afecta mucho". Ante este escenario, la clave est¨¢ en no centrarse en explotar un solo recurso: "Mientras las econom¨ªas africanas no se diversifiquen, correr¨¢n el riesgo de entrar en recesi¨®n", sentencia el catedr¨¢tico, y cita ejemplos de lo que no se debe hacer: "Angola, Nigeria, Chad, Ghana... En ellos el petr¨®leo es el rey, pero los otros sectores de su econom¨ªa son poco competitivos; es una gran amenaza".
Dependen mucho de las inversiones chinas o de la ayuda exterior, y sin ella tendr¨ªan graves problemas financieros
Otro factor igual de importante a la hora de alcanzar la prosperidad es que los Estados africanos aumenten su capacidad de imponer impuestos a los ciudadanos para poder invertir m¨¢s en recursos p¨²blicos como educaci¨®n, sanidad o infraestructuras. "Si los gobiernos no consiguen obtener impuestos, no pueden proveer de esos recursos a la sociedad y eso es malo porque no crea sensaci¨®n de ciudadan¨ªa. La gente que paga impuestos crea una responsabilidad al Estado porque quiere saber qu¨¦ pasa con su dinero, y as¨ª es como las relaciones entre este y la sociedad se fortalecen".
El catedr¨¢tico repasa algunos de los peligros que lastran un crecimiento mayor de la regi¨®n. La fuga de cerebros, por ejemplo, que vac¨ªa ?frica de trabajadores cualificados. Esto se puede solucionar de dos maneras: una es mediante una pol¨ªtica de intervenci¨®n que consiste en que otros pa¨ªses decidan no tomar ventaja de las habilidades de los africanos. "Pero no lo veo porque har¨ªan falta muchas acciones coordinadas". Otra que s¨ª hace al profesor ser m¨¢s optimista es que las tendencias cambien: "Hay muchos portugueses cualificados trabajando en Angola porque su pa¨ªs est¨¢ en crisis y all¨ª hacen m¨¢s dinero. Esto te da una indicaci¨®n de c¨®mo las relaciones entre Europa y ?frica podr¨ªan cambiar de repente".
Otro riesgo al que se enfrenta el continente es que crezca la desigualdad, como ocurre, precisamente, en Angola, donde el 43,4% de su poblaci¨®n vive con menos de un euro al d¨ªa cuando Luanda, su capital, es considerada la m¨¢s cara del mundo. "Fen¨®menos como el cambio clim¨¢tico, la inseguridad pol¨ªtica, la violencia... todo puede afectar. "Los efectos del calentamiento global son muy dif¨ªciles de predecir, pero es una amenaza, desde luego. Si hablamos de guerra y violencia, seguimos viendo conflictos ¨¦tnicos, islamismo radical, movimientos como Al Shabab en Somalia, Boko Haram en Nigeria o las rebeliones tuareg en Mal¨ª, pero si observamos la evoluci¨®n de los conflictos desde hace 20 a?os a ahora, la realidad es que la situaci¨®n es mucho mejor que entonces".
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