Individual y colectivo a la vez
FOTO: Christian Richters
?C¨®mo integrar lo colectivo en un paisaje de viviendas unifamiliares? Los arquitectos espa?oles Helena Casanova y Jes¨²s Hern¨¢ndez optaron por compactar para convivir.
Blaricummermeent es un barrio a las afueras de Blaricum, en el norte de Holanda formado fundamentalmente por viviendas unifamiliares y un paisaje fluvial despejado, en torno al r¨ªo Meenstroom. En ese contexto, uno de los m¨¢s caros en Holanda donde comprar una residencia, los arquitectos espa?oles Casanova-Hern¨¢ndez se plantearon c¨®mo integrar bloques de viviendas en las que poder vivir, en ese entorno privilegiado, por menos dinero. La soluci¨®n la hallaron en un compacto edificio de apartamentos de cuatro plantas, con una escala cercana a las viviendas vecinas y una piel poco monol¨ªtica. Una fachada de ladrillo negro , perforada por vac¨ªos y ventanas, envuelve el edificio mientras que las zonas abiertas est¨¢n pintadas de blanco. El contraste crom¨¢tico tiene una doble lectura: hacia el lugar (la piel exterior) y hacia los residentes, diferenciando cada uno de los interiores, no s¨®lo por las vistas y la orientaci¨®n sino tambi¨¦n por la manera de acercarse ¨Ca trav¨¦s de ventanas, galer¨ªas o balcones- a esas vistas.
La idea de barajar varios huecos en la fachada no busca s¨®lo personalizar los apartamentos: es una manera de restar impacto al entorno y evitar la gran huella visual de un inmueble m¨¢s can¨®nico: cartesiano y repetitivo. As¨ª, los arquitectos agrupan cuatro ventanas en un mismo marco para marcar un solo orificio exterior. En las esquinas, grandes vac¨ªos juntan a su vez dos balcones para que solo un elemento interrumpa la fachada y lograr que esta tenga mayor fuerza pl¨¢stica. ¡°Minimizar el n¨²mero de aperturas y desmaterializar las esquinas con agujeros de doble altura hace que el edificio se perciba como un objeto de menor tama?o. Eso lo acerca a las casas vecinas¡±, explican los proyectistas.
En el interior, no solo los apartamentos son distintos (en tama?o y distribuci¨®n), la fenestraci¨®n exterior tambi¨¦n marca la vida interior ofreciendo viviendas diferenciadas con mayor o menor exposici¨®n, con mayor o menor capacidad de almacenamiento (en las paredes) o m¨¢s o menos compartimentadas.
As¨ª, de los 29 pisos que tiene el edificio no hay dos iguales. Los juegos entre las diferencias y las repeticiones son los que consiguen que la escala humana se imponga en el edificio por encima de la abstracci¨®n de la composici¨®n arquitect¨®nica. De este modo, es la relaci¨®n con el entorno lo que define la identidad de los diversos apartamentos tanto como su tama?o y distribuci¨®n. Con todo, se trata de un edificio, es decir de un colectivo, y lo que une a los diversos inquilinos es que en todas las casas el balc¨®n act¨²a como una extensi¨®n de la zona de estar y que estos se convierten en las puertas de paso por las que el exterior se cuela en el interior y, al rev¨¦s, los ventanales por los que se asoman los pisos, y la vida de sus habitantes, al paisaje.
Precio por metro cuadrado seg¨²n arquitectos: 980 euros.
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