Revoluci¨®n trasera
El culo prominente ha fascinado desde la prehistoria hasta la Inglaterra victoriana. Ahora, estrellas latinas y afroamericanas lo reivindican como signo de ¨¦xito pop.
En el mundo del pop, no presumir de culo es a estas alturas un acto sospechoso. Es dif¨ªcil determinar cu¨¢ndo los pechos empezaron a ceder poder¨ªo a este m¨²sculo, seg¨²n indica Jean Luc Henning en el libro Breve historia del culo (Principal de los Libros, 2010). La antrop¨®loga evolutiva Helen Fisher cree que las posaderas femeninas fueron desde siempre s¨ªmbolo de fertilidad.
A?o 2014. Year of the Butt (a?o de las nalgas), seg¨²n la MTV. Tras a?os de androginia, las estrellas latinas y mulatas han devuelto las cosas a su sitio. Airear las curvas en los templos del dinero es una cuesti¨®n de dignidad para una generaci¨®n de triunfadores. El a?o pasado se vio una gala de la MTV dominada por un desfile de grandes gl¨²teos. En verano Instagram se llen¨® de miles de belfies (butt + selfie), autorretratos de traseros, todos tonificados y morenos.
El doctor Miguel Chamosa, presidente de la Sociedad Espa?ola de Cirug¨ªa Pl¨¢stica, est¨¢ convencido de que la ¡°etnia marca la tendencia¡±. Explica que ¡°las mezclas raciales con componente africano suelen tener la curva de la columna vertebral m¨¢s acentuada. Su aspecto es m¨¢s saliente¡±. No es la primera vez que se presta atenci¨®n a la contundencia del trasero en Occidente. ¡°A finales del siglo XVII y XVIII hubo un cambio de perspectiva en el retrato femenino.
"La mujer empez¨® a aparecer volteada en muchos lienzos¡±, escribe el autor de Breve historia del culo. Luego la protuberancia comenz¨® a falsearse con los trajes. ¡°Con el miri?aque la mujer se convierte del todo en un objeto¡±, explica Juan Guti¨¦rrez, experto del Museo del Traje, a quien sorprende que en la ¨¦poca victoriana el vestido fuera tan provocador. ¡°Todo estaba estrictamente codificado. La convivencia entre sexos generaba mucha tensi¨®n. Ese ambiente opresivo se viv¨ªa dentro de unos trajes que por delante exageraban el escote y por detr¨¢s insinuaban con descaro las nalgas¡±. Opina que el exceso de volumen coincide con ¨¦pocas de tensi¨®n social. Por ejemplo, el new look de Christian Dior puso fin en 1947 a la austeridad de la II Guerra Mundial. ¡°Los hombres volv¨ªan de la guerra y hab¨ªa que mimarlos, as¨ª que se vuelve a una silueta que hiperboliza las formas femeninas, gracias a las fajas¡±. Es la ¨¦poca de la falda tubo y el sujetador torpedo de la serie Mad Men.
En los ochenta, los aer¨®bicos y Jane Fonda promovieron que los gl¨²teos son m¨²sculos a tonificar. El cuerpo mand¨® sobre la moda. ¡°Se vive el cl¨ªmax de la Guerra Fr¨ªa, y los yuppies son los representantes supremos del neoliberalismo. De d¨ªa la misi¨®n es ganar dinero, pero de noche hay que pas¨¢rselo bien. Se llevan las fantas¨ªas y los vol¨²menes, que tienen en Thierry Mugler su m¨¢ximo exponente¡±, prosigue este experto.
¡°Con el miri?aque la mujer se convierte del todo en un objeto¡±, explica Juan Guti¨¦rrez, experto del Museo del Traje
En la intimidad de los quir¨®fanos tuvo lugar la revoluci¨®n de la cirug¨ªa de aumento de gl¨²teos. Los primeros experimentos hab¨ªan fracasado, y fueron sustituidos por unos implantes, debajo del gl¨²teo, desarrollados en 1984 por el cirujano argentino Jos¨¦ Robles. En 1999 un equipo de especialistas latinoamericanos liderados por Rafael Vergara propuso cambiarlos por pr¨®tesis intramusculares. ¡°En los ¨²ltimos 15 a?os, la t¨¦cnica m¨¢s empleada ha sido la transferencia de grasa del propio paciente. Por ejemplo, hacer una liposucci¨®n del abdomen e inyectar esa grasa en el gl¨²teo¡±, explica Chamosa. Se trata de una intervenci¨®n de r¨¢pida recuperaci¨®n, que en Miami se conoce como brazilian butt lift (levantamiento de trasero brasile?o). La Sociedad Americana de Cirujanos Pl¨¢sticos indica que entre 2000 y 2013 aumentaron en un 80% estas intervenciones, el procedimiento est¨¦tico que m¨¢s crece en EE UU. Seg¨²n la revista Time, el trasero de Kim Kardashian es el m¨¢s demandado.
¡°Esos cuerpos nunca van a estar de moda en Europa¡±, pronostica la empresaria Sandra Macaya, experta en ropa interior. ¡°Nos gusta verlas presumiendo de culos con sus looks exagerados, porque son chicas sin complejos que saben sacar partido a sus medidas reales. Pero nuestra sociedad quiere delgadez con formas¡±. Esto explica la vuelta de las prendas de compresi¨®n. Seg¨²n Macaya, ¡°en tejidos que alisan sin sacrificar la comodidad, y tienen adem¨¢s efecto push up para subir el gl¨²teo¡±. A la consulta del doctor Chamosa en Madrid no llegan muchas mujeres buscando m¨¢s volumen. ¡°S¨ª hay un efecto imitaci¨®n y se presta m¨¢s atenci¨®n a esa parte del cuerpo, pero a veces se demanda todo lo contrario. Con un gl¨²teo normal me dicen que se ven mucho culo y quieren quedarse casi planas. Trabajo con un anestesi¨®logo cubano que se queda perplejo: ¡°?En mi pa¨ªs triunfar¨ªan!¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.