Los golpes de los ni?os ¡®muay thai¡¯
Alrededor de 200.000 menores boxean en Tailandia, la mayor¨ªa por dinero Activistas responsabilizan a la mafia y trabajan en una ley que impida peleas entre ni?os Un grupo m¨¦dico intenta probar los da?os cerebrales causados por muay thai infantil
El luchador camina deslizando un guante por las cuerdas, deteni¨¦ndose en cada esquina del cuadril¨¢tero para hacer una reverencia. No necesita arquearse para tocar el poste con el mongkon ¡ªestrinque anudado a la frente de los p¨²giles¡ª. Su metro y medio de altura hacen innecesaria la genuflexi¨®n. Tiene 11 a?os, como su oponente. Los saludos de cortes¨ªa son esenciales en el muay thai, tambi¨¦n llamado "arte de los ocho miembros" por ser una modalidad en la que se golpea al contrincante con pu?os, codos, rodillas y pies. M¨²sica y danza tambi¨¦n son ingredientes imprescindibles del espect¨¢culo. Pero el p¨²blico se juega mucho en este negocio y su griter¨ªo mitiga la m¨²sica anunciando el wai khru: el baile en el que se ofrecen disculpas al rey y a los asistentes por la brutalidad de la pelea que va a acontecer.
El muay thai es deporte nacional en Tailandia y un arte marcial con 700 a?os de tradici¨®n. Por eso y por su alcance internacional, la Federaci¨®n Internacional de muay thai Amateur (IMFA) y el Gobierno tailand¨¦s reclaman su inclusi¨®n como deporte ol¨ªmpico, aunque sin ¨¦xito hasta ahora. Pese a la popularidad de la que goza, sus embajadores no consiguen evitar el descr¨¦dito de otra versi¨®n con menor esp¨ªritu deportivo: mientras el muay thai amateur est¨¢ sujeto a los c¨®digos de conducta de la IMFA, que exige registro un m¨ªnimo de 15 a?os para pelear, existe una cara B m¨¢s rentable regida por las apuestas y la mafia.
?Ding! Suen el fin del primer asalto y Peraporn Veavdee parece cansado. A las dos sesiones de entrenamiento, le han seguido tres horas de viaje en la parte de atr¨¢s de una furgoneta abierta con cuatro ni?os, cinco adultos y ning¨²n espacio para estirar las piernas. No ha podido calentar antes del combate y le esperan otros 150 kil¨®metros de vuelta a Bangkok desde Suphanburi, donde tiene lugar la pelea. Llegar¨¢ a las dos de la madrugada y al d¨ªa siguiente deber¨ªa ir a clase. Pero no es el ¨²nico luchador cansado. Organizaciones locales defensoras de los derechos del ni?o estiman que 200.000 menores practican muay thai en Tailandia. El Ministerio de Educaci¨®n contabiliza 20.000 de edades inferiores a 15 a?os; casi la mitad menores de 12, como Peraporn.
La Ley de Boxeo de 1999 no establece edad m¨ªnima para la pr¨¢ctica del muay thai. "La norma contraviene la Ley de Protecci¨®n del Menor y la Ley del Trabajo. Adem¨¢s, desaf¨ªa tratados internacionales de los Derechos del Ni?o y Trabajo Infantil, de los que Tailandia es estado signatario", explica Sanphasit Koompraphant, presidente del Centro para la Protecci¨®n de los Derechos del Ni?o de Tailandia (CPCR). Hace tres lustros, esta organizaci¨®n intent¨® prohibir la lucha entre menores. Pero padres y organizadores se opusieron con la justificaci¨®n de que las familias necesitaban los ingresos procedentes del boxeo infantil. La actual ley s¨®lo obliga al consentimiento paternal para la participaci¨®n de menores de 15 a?os; edad en que pueden inscribirse en la IMFA. La norma tambi¨¦n impone el uso de protecci¨®n, aunque sin especificar el equipamiento necesario. En resumen, los ni?os mayores de 15 a?os pueden inscribirse para boxear, mientras que los m¨¢s peque?os s¨®lo pelean con la aprobaci¨®n de sus padres, pero sin seguro m¨¦dico por no estar registrados.
?Ding! Termina el segundo asalto y Peraporn se deja caer en la silla. Un entrenador le masajea y le echa agua por la cabeza. Otro le grita la estrategia a dos palmos de la cara: "Mad trong, mad ngad, mad tawad" ¡ªjab, cruzado, gancho¡ª. Sus padres no han ido a verle, pero otros adultos le animan entre el p¨²blico. "Peleando al m¨¢s alto nivel, podr¨ªan ganar 40.000 bahts (mil euros) por combate", asegura Panadda Wangkasam, madre de otro ni?o boxeador. Al sue?o de luchar en el Estadio Nacional de Lumbini, el Coliseo muay thai de Bangkok, se unen los 500 bahts (13,5 euros) que Peraporn ganar¨ªa esta noche (el ingreso diario de la tienda de sus padres). Seg¨²n un estudio de la Oficina Nacional de Juventud y la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (ILO), m¨¢s de la mitad de los ni?os pelean para contribuir a la econom¨ªa dom¨¦stica.
El apoyo econ¨®mico es la justificaci¨®n utilizada por los que apoyan el boxeo infantil, pero Sanphasit sostiene que el razonamiento es una verdad a medias: "Estas peleas no tienen nada que ver con la pobreza. Los ingresos de los ni?os nunca llegar¨¢n al sueldo m¨ªnimo, salvo los pocos que logran notoriedad". Casi todos los beneficios concedidos a los ni?os tienen forma de premios o concursos en futuras peleas. Los muay thai prematuros tendr¨ªan que participar en 10 peleas mensuales para ganar el salario m¨ªnimo tailand¨¦s: 4.500 bahts (122 euros). Peraporn y el resto de menores s¨®lo pelean dos o tres veces al mes como mucho.
"El muay thai infantil se mantiene por el dinero de las apuestas, el crimen organizado y la mafia", resume Sanphasit. Seg¨²n ¨¦l, esta acusaci¨®n llev¨® al Gobierno a vetar su participaci¨®n en la Convenci¨®n Internacional de los Derechos del Ni?o pese a su cargo de asesor internacional de la Comisi¨®n de Derechos Humanos. "El boxeo con ni?os no es s¨®lo explotaci¨®n infantil, sino prostituci¨®n y abuso de menores", sentencia Sudarat Saereewat, presidenta de la Fundaci¨®n para la Lucha Contra la Explotaci¨®n Infantil (FACE), quien subraya el aumento de la prostituci¨®n de ni?os muay thai en Pattaya y otras ciudades tailandesas. Defensores del menor como Sanphasit y Sudarat trabajan desde hace a?os en un borrador de la Ley para la Seguridad de ni?os y j¨®venes en deportes y entretenimiento. La futura norma establece reglas de seguridad deportivas que supondr¨ªan la prohibici¨®n efectiva de peleas entre menores de 18 a?os; sin reformar la actual Ley de Boxeo ni enfrentarse a organizadores y mafia.
La Ley de Boxeo tailandesa no establece edad m¨ªnima para la pr¨¢ctica del muay thai
Pero el pediatra Adisak Plitponkarnpim no cree que una nueva ley por s¨ª sola vaya a cambiar la situaci¨®n: "Si fuese una cuesti¨®n legal, someter¨ªan el muay thai infantil a la Ley de Protecci¨®n del Menor. Pero hay muchos intereses en juego". El director del Centro de Promoci¨®n de la Seguridad y Prevenci¨®n de Lesiones de Menores (CISP) del Hospital de Ramathibodi (Bangkok) ya se ha enfrentado a los promotores de este negocio. Hace a?os, el doctor Adisak present¨® estad¨ªsticas acerca de lesiones a consecuencia del boxeo. Los oficiales del Gobierno negaron las evidencias argumentando que eran datos de estudios extranjeros. La ley se mantuvo por la ausencia de investigaciones cient¨ªficas sobre da?os causados por peleas entre menores tailandeses.
?Ding! El tercer asalto ha tenido m¨¢s contacto f¨ªsico y Peraporn est¨¢ exhausto. "Los ni?os no necesitan protecci¨®n, para eso ya tienen brazos y piernas", hab¨ªa dicho esa tarde su madre, Kharitah, de 32 a?os. Pero Peraporn ha bajado la guardia y su oponente le ha castigado la cara y el torso. Ambos se agarran por el cuello, forcejean mientras se dan rodillazos en el abdomen; una forma de ganar puntos durante la pelea. Clac. Clac. Huesos y cart¨ªlagos golpean carne desnuda. "?Su tor!" (?Sigue luchando!), le grita su entrenador desde la esquina.
Ciencia contra el boxeo infantil
Pese a la derrota parcial sufrida ante las autoridades tailandesas, el doctor Adisak no tir¨® la toalla y continu¨® investigando para probar los da?os de la lucha muay thai en ni?os. En 2009 analiz¨® a 50 boxeadores infantiles tailandeses, demostrando que ¨¦stos sufr¨ªan al menos 20 impactos en la cabeza por cada pelea. El a?o siguiente, su equipo del CISP tambi¨¦n confirm¨® da?os en la gl¨¢ndula pituitaria, responsable de hormonas que afectan al desarrollo. "Cuando la nueva investigaci¨®n demuestre lesiones cerebrales, el uso de protecci¨®n no ser¨¢ nuestra respuesta al problema. Nuestro objetivo es evitar los golpes en la cabeza de los ni?os", insiste el Dr. Adisak, confiado del ¨¦xito de la investigaci¨®n cient¨ªfica en curso.
Los ni?os boxeadores sufren al menos 20 impactos en la cabeza por cada pelea
Desde el 2012, un equipo de psic¨®logos, neur¨®logos y pediatras del hospital de Ramathibodi trabaja con t¨¦cnicas de Imagen por Resonancia Magn¨¦tica (IRM) que ofrecen resultados claros. La inversi¨®n de 30 millones de bahts (800.000 euros) para cinco a?os de proyecto ha permitido escanear 300 ni?os, boxeadores y no, descubriendo anomal¨ªas en el cerebro de los luchadores.?Jiraporn Laothamatas, doctora en neurolog¨ªa y directora del Centro para el Diagn¨®stico Avanzado mediante Imagen (AIMC), se atreve a hacer balance aunque aun est¨¦n en el ecuador del estudio: "Hace un a?o no ten¨ªamos pruebas, pero ahora existen evidencias cient¨ªficas que corroboran lo que el doctor Adisak siempre mantuvo. Los ni?os boxeadores est¨¢n afectados por dos lesiones: la del trauma de los golpes en la cabeza y la derivada en un cerebro a¨²n en desarrollo". La neur¨®loga pone como ejemplo las lesiones en la base del cerebro, que es la parte encargada del movimiento o las emociones y asegura que las pruebas ser¨¢n m¨¢s evidentes cuando analicen la evoluci¨®n cerebral de los ni?os que sigan peleando durante los dos a?os que restan de estudio.
Aunque esperanzado por el estudio, el doctor Adisak es cauto y aclara sus intenciones: "El muay thai es parte de nuestra cultura, pero queremos promoverlo como deporte, sin lesiones para los ni?os. Como el taekwondo; que tiene seguidores y genera ingresos". El pediatra sabe el negocio que hay tras el boxeo y que no ser¨¢ f¨¢cil cambiar la actitud de la gente.
?Ding! En el cuarto asalto, las gargantas de los asistentes hacen inaudible la flauta y tambor del na phat ¡ªm¨²sica tradicional muay thai¡ª que acompa?an la lucha. Peraporn siente la presi¨®n de los golpes y de la reputaci¨®n a defender. Tambi¨¦n del dinero que muchos se juegan. La estabilidad financiera de los boxeadores depende de sus entrenadores; y los ingresos de ¨¦stos, del juego. El ca¨®tico c¨®digo de signos lleva las apuestas individuales de 100 a 5.000 bahts (de 2 a 136 euros); alrededor de 100.000 bahts (2.700 euros) circulan en un combate peque?o como ¨¦ste. El p¨²blico vitorea cada golpe y se estremece con cada sacudida. Espectadores, amigos y entrenadores no han venido s¨®lo a apoyar a Peraporn, sino a apostar por ¨¦l.
El equipo m¨¦dico del doctor Adisak quiere evitar un enfrentamiento directo con los que justifican el boxeo infantil por motivos econ¨®micos. Por ello abogan por un tipo de lucha que sirva para exhibiciones deportivas y pueda generar ingresos en luchadores j¨®venes y sus familias, como el kita muay thai (versi¨®n similar al aer¨®bic) o nata muay thai (modalidad que combina danza y lucha). Pero ni los que conocen estas variantes est¨¢n convencidos de la necesidad de acabar con los golpes a los ni?os boxeadores. Es el caso de Sawaeng Thaweekoon, ex-luchador de 50 a?os y profesor de todas las modalidades muay thai en el Centro para la Conservaci¨®n del Muay Thai de la Facultad del Deporte de Bangkok. "No hay ning¨²n problema en que los ni?os luchen entre ellos, as¨ª que no necesitan protecci¨®n. Los jugadores de rugby o f¨²tbol corren mayores riesgos", argumenta Sawaeng.
La Dra. Jiraporn, por su parte, es contundente ante los que apoyan el boxeo entre ni?os: "Hay que concienciar a todos, especialmente familias y asociaciones de boxeo. Pero los resultados cient¨ªficos est¨¢n ah¨ª. No nos vamos a rendir hasta parar los golpes a los ni?os muay thai".
?Ding! Comienza el ¨²ltimo asalto.
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