Los restos de Cervantes

?Aleluya! ?Ya me puedo morir en paz! No puedo por menos que congratularme y felicitar de paso a madrile?os y espa?oles todos, porque los restos de Miguel de Cervantes Saavedra han aparecido. Y si les parece exagerado mi gozo, comp¨¢renlo con la parafernalia patriotera que se escenific¨® en la rueda de prensa que dio el antrop¨®logo forense Francisco Echeverr¨ªa, que m¨¢s bien fue una atropellada explicaci¨®n del deseo por certificar la presencia de los restos que la certeza de haberlos encontrado, lo que indica que existe una fuerte presi¨®n por parte de la Comunidad de Madrid o, en su caso, del Ayuntamiento de Madrid para que se diga lo que quieren o¨ªr. Por el camino ya podemos olvidarnos de nimiedades como el paro, la G¨¹rtel, el saqueo de Bankia, etc¨¦tera. Y, si me apuran, hasta del bajo rendimiento de Cristiano Ronaldo.¡ª Francisco Javier Espa?a Moscoso. Galapagar, Madrid.

La previsible confirmaci¨®n de la autenticidad de los restos de Cervantes podr¨ªa servir para impulsar por parte de las autoridades la memoria del m¨¢s ilustre de los escritores del Siglo de Oro, a trav¨¦s de rutas tur¨ªsticas de los lugares que frecuent¨® junto a otros excelsos representantes de las letras espa?olas, como Lope de Vega, Quevedo o Calder¨®n de la Barca. Mucho me temo que todo se reducir¨¢ a una fr¨ªvola escenificaci¨®n por parte de las autoridades, que probablemente no le habr¨¢n le¨ªdo, consistente en un selfie electoralista que les apuntale en las encuestas, banalizando la historia del pionero de la novela moderna, quien no pudo disfrutar en vida de los parabienes que mereci¨® por la eterna envidia e ingratitud con que este pa¨ªs ha obsequiado a sus hijos m¨¢s ilustres.¡ª Daniel Garc¨ªa Delicado. Albacete.