Los rayos c¨®smicos confirman que se fundi¨® el coraz¨®n de Fukushima
Un detector de muones muestra el interior de dos reactores accidentados en Jap¨®n
Mientras Chern¨®bil todav¨ªa lucha para cubrir los restos de la tragedia con un segundo sarc¨®fago, en Fukushima a¨²n dan los primeros pasos para controlar por completo y desmantelar los reactores accidentados en 2011, una tarea que durar¨¢ unas cuatro d¨¦cadas. Al margen de las interminables fugas de agua que traen de cabeza a los responsables de la central, el principal objetivo es determinar la situaci¨®n exacta del combustible radiactivo que qued¨® fuera de control durante varios d¨ªas, provocando la mayor cat¨¢strofe at¨®mica en lustros. Ahora, gracias a los rayos c¨®smicos, tenemos la confirmaci¨®n de que el n¨²cleo del reactor 1 de Fukushima se fundi¨® por completo y que tambi¨¦n se derriti¨®, parcialmente, el combustible del reactor 2.
Los trabajos de desmantelamiento de la central ya han costado 1.450 millones a Jap¨®n
Esas barras de uranio derretidas generan tanto peligro que no ha sido posible entrar hasta el coraz¨®n de los reactores accidentados para determinar exactamente su estado. Las mediciones indirectas indicaban que est¨¢bamos en un escenario de fusi¨®n de los n¨²cleos pero una nueva t¨¦cnica que se sirve de la f¨ªsica de part¨ªculas ha ayudado a radiografiar, por el momento, dos de los reactores accidentados. Se trata de un detector de muones, unas part¨ªculas elementales que surgen cuando penetran en la atm¨®sfera los rayos c¨®smicos, y que llegan por miles hasta la superficie de la Tierra. Estas part¨ªculas que frenan al chocar con objetos muy densos, como el combustible nuclear, y se pueden detectar con una suerte de placas de radiograf¨ªa colocadas a los lados del reactor.
Al atravesar todo el invento, los muones han mostrado que no queda nada de combustible en el coraz¨®n del reactor n¨²mero 1. Es decir, mientras el n¨²cleo estuvo sin refrigerar con agua durante el accidente, las barras de uranio se derritieron por completo, cayendo por el fondo de la vasija que las conten¨ªa. Por eso no salen en la fotograf¨ªa que han conseguido los f¨ªsicos de varias universidades japonesas, que han desarrollado esta t¨¦cnica junto a cient¨ªficos del Laboratorio de Los ?lamos y la empresa Toshiba, responsable de los trabajos de desmantelamiento de Fukushima.
Como la plancha detectora de los muones se coloca a ras de suelo, la imagen que ha devuelto de este reactor solo permite saber que el combustible se fundi¨® y ya no est¨¢ en su sitio, pero no ayuda a saber cu¨¢l es su situaci¨®n en el s¨®tano del reactor o si ha comprometido por el suelo la robusta contenci¨®n que separa el n¨²cleo del exterior. Posteriormente, Tepco ha dado a conocer el resultado de este examen en el reactor 2, que ha mostrado una descomposici¨®n parcial del n¨²cleo al comparar la imagen con la de un reactor en condiciones normales.
Los cient¨ªficos no pueden saber hasta d¨®nde ha ca¨ªdo el n¨²cleo fundido del reactor
"Los resultados reafirman nuestra idea previa de que una cantidad considerable de combustible se hab¨ªa fundido en el interior", explic¨® Hiroshi Miyano, uno de los cient¨ªficos, a AFP.? "Pero no hay evidencia de que el combustible se haya derretido a trav¨¦s de los edificios de contenci¨®n y alcanzado el exterior". Para asegurarse, el siguiente paso ser¨¢ el uso de robots que se cuelen por todos los rincones de los edificios.
Hoy se ha conocido el gasto que ha supuesto hasta el momento el desmantelamiento de Fukushima para los japoneses: 1.450 millones de euros de las arcas p¨²blicas, seg¨²n un informe gubernamental que recoge la agencia Kyodo. Poco m¨¢s de un tercio de ese dinero se ha gastado en los esfuerzos por controlar las continuas filtraciones y fugas de agua que inundan todo el entorno de la central.
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