L¨¢grimas por Pedro
Ese fabricante de alegr¨ªa llamado Pedro Reyes se nos ha ido muy pronto. No creo que haya en Espa?a nadie que no recuerde con una sonrisa a ese hombre de melena electrizada, bigote poblado y camisas llamativas, que nos hac¨ªa re¨ªr con su humor tan absurdo como el¨¦ctrico.
Le conoc¨ª en un programa televisivo de chistes y ¡°chascarrillos¡± en el que conquist¨® a la audiencia haciendo re¨ªr a todo hijo de vecino, pero su largo caminar por el humor hab¨ªa nacido mucho antes en nuestra Andaluc¨ªa.
Ligado desde su adolescencia a Pablo Carbonell, llegaron a montar un d¨²o con el que conquistaron a base de carcajadas a todo el que se acercaba a la populosa calle Betis de Sevilla. Ya en Madrid, fue colaborador imprescindible de muchos programas de variedades y relacionados con el humor. Pocos sab¨ªamos que particip¨® en 15 pel¨ªculas y escribi¨® dos obras de teatro, prueba sin duda de la inteligencia y la capacidad creativa de quien no es la primera vez que nos arranca l¨¢grimas, s¨®lo que en este caso son de pena. ?Descanse en paz, artista!¡ª Pablo Cambronero.
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