Descanse en paz y vuelva pronto a Twitter

Twitter lament¨® amargamente, la noche del domingo, la muerte de Chinua Achebe, el legendario autor nigeriano de Todo se desmorona, la novela africana m¨¢s le¨ªda en el mundo. Miles de tuits expresaron una tristeza inconsolable, aunque la verdad es que el escritor llevaba tiempo ya sin publicar. Su ¨²ltima obra data de octubre de 2012, lo cual se debe, m¨¢s que a un declive intelectual, a que Chinua Achebe muriera en marzo de 2013. Pero detalles de semejante peque?ez no son nada para una masa tuitera dispuesta a competir por ver qui¨¦n expresa un sentimiento con m¨¢s fuerza. ¡°Otra gran p¨¦rdida para el mundo de la literatura¡±, anunciaba un hombre claramente versado en la vida del autor. Una mujer subi¨® la apuesta: ¡°Se ha ido un hombre cort¨¦s y un escritor brillante¡±, inform¨®, antes de avisar al planeta: ¡°Le vamos a echar de menos¡±. Al poco, una persona ya se estaba planteando el vac¨ªo: ¡°Un mundo sin Chinua Achebe¡­¡± (?tal vez uno en el que surgir¨ªa Podemos, Robin Williams se suicidar¨ªa, la selecci¨®n espa?ola tocar¨ªa fondo, los conflictos raciales volver¨ªan a los titulares, y Rita Barber¨¢ inventar¨ªa el caloret?). Pero ninguno tuvo tanto impacto como este: ¡°A pesar del futuro prometedor, hoy es un d¨ªa oscuro en Nigeria, ya que Chinua Achebe ha sido enterrado en su pueblo natal¡±. Su sobriedad puede resultar. Su autora, Susan Rice, la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas y experta en ?frica para el Departamento de Estado entre 1997 y 2001, no tanto.

Sospechosos habituales

Puede explicarse esta tragicomedia de la confusi¨®n con las tesis de siempre: el ser humano miente por instinto, sobre todo para integrarse o aparentar superioridad; las redes sociales son m¨¢s coraz¨®n que cerebro; compartimos material solo por o¨ªrnos compartir material; y el postureo es la interacci¨®n fundamental del universo 2.0.

Un buen hombre

Pero la cosa entra?a una lectura m¨¢s amable. Tal vez no todos los tuiteros citados leyeron Todo se desmorona pero s¨ª saben que se lee en colegios y es tan m¨ªtica que The New York Times la llam¨® ¡°el Matar a un ruise?or nigeriano¡±. Tal vez no todo el mundo segu¨ªa apasionadamente las publicaciones de Achebe, pero sab¨ªan que era un hombre fundamentalmente bueno. Y tal vez mintamos por aparentar pero cuando o¨ªmos que a alguien as¨ª le ha pasado algo, lo que tambi¨¦n nos mueve es el deseo de darle relevancia y honrar su existencia. Si quiere perder la fe en la humanidad, lea Twitter. Y si quiere recuperarla, tambi¨¦n.