Sobredosis de vitaminas

La idea parece buena: vitaminas y antioxidantes, juntos y revueltos en un vaso de zumo que se bebe de golpe. La obsesi¨®n popular por las bebidas, que empez¨® hace unos cinco a?os, goza de una estupenda salud. Primero fueron de frutas. Luego llegaron los zumos verdes de verduras como el kale, una especie de berza, o la espinaca. Despu¨¦s se popularizaron los preparados de arcilla, y este a?o, en Nueva York, los famosos y blogueros m¨¢s interesados en la alimentaci¨®n han decretado la era del zumo de carb¨®n activo. Lo que prometen con estos brebajes es la desintoxicaci¨®n del organismo, un proceso esencial ¨Cdicen¨C para frenar el envejecimiento y alcanzar el brillo de la eterna juventud. Pero la base cient¨ªfica de esta afirmaci¨®n no est¨¢ clara.

M¨¢s all¨¢ de las modas pasajeras, ingerir altos niveles de vitaminas, metiendo en una licuadora todas las verduras que dif¨ªcilmente podr¨ªamos comer en un d¨ªa, ha sido considerado por muchos nutricionistas durante a?os un buen modo de cumplir con las recomendaciones de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). En una ¨²ltima vuelta de tuerca, algunas marcas a?aden vitaminas y antioxidantes a sus bebidas. Pero el h¨¢bito de tragar cantidades m¨¢s altas de zinc, calcio o vitamina C que las presentes en una dieta habitual ha provocado que los expertos se manifiesten: no hay que esperar resultados milagrosos.

A mediados de 2014 un equipo de investigadores de la Universidad de Toronto decidi¨® examinar 46 bebidas, con o sin az¨²cares a?adidos, pero todas reforzadas con vitaminas, minerales y antioxidantes. Descubrieron que varias de ellas conten¨ªan vitaminas B6, B12, niacina y vitamina C en cantidades que exced¨ªan el consumo diario recomendado para adultos. De ellas, 18 triplicaban la proporci¨®n aconsejada de vitamina B6, 11 conten¨ªan tres veces m¨¢s vitamina B12 de lo indicado y otras 6 triplicaban los requerimientos de niacina y riboflavina. Casi todas promet¨ªan elevar la energ¨ªa del consumidor y conceder beneficios emocionales que iban m¨¢s all¨¢ del terreno nutricional. El estudio, publicado el pasado febrero en la revista Applied Physiology Nutrition and Metabolism, advierte de que ¡°la mayor¨ªa de esos nutrientes ya est¨¢n presentes en la dieta promedio de cualquier persona sana¡±, y que ¡°su inclusi¨®n en los zumos parece innecesaria¡±.

?Qu¨¦ tiene de malo consumir vitaminas y antioxidantes en exceso? Ingerir demasiados antioxidantes puede tener al final ¡°un efecto pro oxidante¡± en el organismo, contesta el profesor Fulgencio Saura, del Instituto de Ciencia y Tecnolog¨ªa de Alimentos y Nutrici¨®n del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). Y la autora principal del estudio de la Universidad de Toronto, Valerie Tarasuk, sugiri¨® en una entrevista al diario The New York Times que, al igual que los niveles de az¨²car se han convertido en la preocupaci¨®n central de salud p¨²blica respecto a los refrescos, pronto habr¨¢ que vigilar los altos niveles de nutrientes y antioxidantes a?adidos a bebidas supuestamente saludables. Otra investigaci¨®n, publicada en julio de 2014 en la revista Critical Reviews in Food Science and Nutrition, ya hab¨ªa identificado que una buena parte de la poblaci¨®n estadounidense excede los niveles seguros de consumo de nutrientes a?adidos. El texto se?al¨® que justamente aquellos que m¨¢s los consum¨ªan eran los que menos los necesitaban.

La buena prensa de los antioxidantes viene de su capacidad para frenar la acci¨®n de los radicales libres, part¨ªculas qu¨ªmicas que se forman al romperse una mol¨¦cula y que est¨¢n relacionadas con el proceso de envejecimiento y el da?o al ADN. Pero estos expertos recuerdan que los radicales libres tambi¨¦n protegen contra las infecciones y el desarrollo de c¨¦lulas cancer¨ªgenas, por lo que no es conveniente hacerlos desaparecer. Saura recuerda que estas part¨ªculas son normales en el metabolismo humano, y que lo correcto es mantener el equilibrio entre ellas y los antioxidantes. No aconseja ¡°beber l¨ªquidos fortificados de vitaminas, excepto a la poblaci¨®n deficitaria¡±.

En Espa?a la poblaci¨®n mantiene una dieta buena, y las personas sanas no necesitan nutrientes a?adidos, seg¨²n el Libro blanco de la nutrici¨®n, elaborado por la Federaci¨®n Espa?ola de Nutrici¨®n y la Agencia Espa?ola de Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n. Juan Revenga, autor del blog El nutricionista de la General, coincide. El texto expone que los defectos de nuestra alimentaci¨®n son el exceso de az¨²car y sal, un bajo consumo de fibra, la carencia de hierro en las mujeres por la p¨¦rdida de sangre durante la menstruaci¨®n y la falta de vitamina B en los mayores.

El ¨²nico alimento que debemos agregar a nuestra dieta son los cereales integrales, afirma J. M. Mulet, profesor de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia y experto en Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular. Saura, del CSIC, indica que los mecanismos naturales regulan el consumo excesivo de vitaminas y antioxidantes. ¡°Se venden pastillas de resveratrol con una dosis mayor de la recomendada. Si lo tom¨¢ramos en un alimento nunca alcanzar¨ªamos esa cantidad, porque nos llenar¨ªamos antes. Lo mismo pasa con los antioxidantes que est¨¢n en los zumos naturales, el t¨¦ verde o el vino. ?Para exceder las cantidades seguras habr¨ªa que beberse cinco litros!¡±.

Y lo que de ninguna manera aceptan los expertos consultados es que los zumos enriquecidos puedan tener un efecto emocional positivo. ¡°?Hombre, si uno est¨¢ bien, est¨¢ m¨¢s contento! Es de sentido com¨²n. Llego a aceptar que los antioxidantes tienen una diana f¨ªsica. Pero emocional, no¡±, dice Saura. Y Juan Revenga no quiere o¨ªr hablar del t¨¦rmino nutricosm¨¦tica: ¡°Forma parte del buenrollismo que invade ahora al campo de la nutrici¨®n. ?Ya nos gustar¨ªa que funcionara! Pero la apariencia de la piel depende de todo el estilo de vida. Si fumas y tomas el sol sin protecci¨®n, ya puedes tomar los litros de vitaminas que quieras¡±. Dar¨¢ lo mismo.