Mar¨ªa Blasco: ¡°El futuro va hacia retrasar todas las enfermedades¡±
La investigadora y directora del CNIO protagoniza la tercera entrega de la serie de entrevistas 'As¨ª pasen cien a?os', que lanza una mirada al futuro Blasco conf¨ªa en que la ciencia alargar¨¢ y mejorar¨¢ la vida del ser humano en un mundo m¨¢s igualitario y justo, donde los ciudadanos ser¨¢n habitantes de la Tierra y no de pa¨ªses
La investigadora y directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas (Cnio), Mar¨ªa Blasco, es la tercera protagonista de esta serie de conversaciones en torno al futuro de la humanidad, tras las entrevistas al escritor Javier Mar¨ªas y al paleont¨®logo Juan Luis Arsuaga. De la ciencia a la literatura, les hemos pedido que imaginen c¨®mo viviremos de aqu¨ª al siglo XXII. ?Podemos tener esperanza? ?Seremos m¨¢s felices? ?Estaremos m¨¢s sanos? ?Cu¨¢ntos a?os viviremos? ?Ser¨¢ el mundo m¨¢s justo, m¨¢s libre, m¨¢s solidario?
Blasco suma a su premiada labor de investigadora la responsabilidad de dirigir una instituci¨®n como el CNIO, donde trabajan cerca de 500 personas. Esa facilidad para alternar funciones, que Blasco lleva con encomiable equilibrio en una ¨¦poca de recortes sin cuento, debe ser una cualidad innata en esta bioqu¨ªmica y bi¨®loga molecular, que en directo sabe combinar pasi¨®n y racionalidad en una mezcla casi medida en una retorta de laboratorio: al 50%.
?Qu¨¦ mundo nos traer¨¢ m¨¢s novedades en el siglo XXII? ?Quiz¨¢ la medicina? En general todo lo que sea derivado de la investigaci¨®n, de la ciencia y la tecnolog¨ªa, y ah¨ª est¨¢ tambi¨¦n incluida, por supuesto, la sanidad. La medicina evoluciona a gran velocidad por innovaciones que vienen a su vez de la investigaci¨®n. Y es l¨®gico que as¨ª sea, que se redoblen los esfuerzos en la curaci¨®n de enfermedades porque es una exigencia de la sociedad.
?Y en qu¨¦ campos vamos a experimentar un mayor cambio en los pr¨®ximos cien a?os, en terapia g¨¦nica, en mejora de medicamentos, en cirug¨ªa? En todas. Es una realidad evidente que se est¨¢ avanzando en todo a la vez. Y para el siglo XXII ya contaremos con progresos a¨²n mayores. Hoy ya podemos observar c¨®mo cada vez hay tecnolog¨ªas m¨¢s sofisticadas para cirug¨ªas, para detecci¨®n precoz de enfermedades, etc¨¦tera. Todo eso va a ir avanzando sin parar. Ocurre igual con los f¨¢rmacos, que d¨ªa a d¨ªa son m¨¢s sofisticados, cada vez van m¨¢s dirigidos a alteraciones muy concretas.
Actualmente, el mayor n¨²mero de muertes en todo el mundo se produce por enfermedades del sistema cardiovascular, el c¨¢ncer, la diabetes, el sistema nervioso¡ Dentro de un siglo, ?ser¨¢n tambi¨¦n esas las enfermedades que causar¨¢n un mayor n¨²mero de muertes? Antes de contestar me gustar¨ªa insistir en una cuesti¨®n previa que los cient¨ªficos tenemos muy clara, pero que me parece que no es de conocimiento popular.
Diga, diga¡ Pues que todas estas enfermedades son simplemente la consecuencia de una causa molecular, una causa biol¨®gica que es el proceso de envejecimiento celular. O sea, conforme van pasando los a?os nuestras c¨¦lulas van perdiendo su estado de forma, van envejeciendo y eso es lo que causa la enfermedad. Ese es precisamente mi campo de investigaci¨®n. As¨ª que la forma que tenemos ahora de ver enfermedades como el c¨¢ncer y las cardiovasculares es que tienen un origen similar, que es este proceso de envejecimiento celular. Y ha habido una ciencia de alt¨ªsima calidad, una ciencia muy rompedora en los ¨²ltimos, yo dir¨ªa, quince o veinte a?os que ha empezado a desvelar cu¨¢les son estas causas moleculares, y por primera vez tambi¨¦n hace unos pocos a?os se ha demostrado que alterar solo una de estas causas retrasar¨ªa todas esas enfermedades.
?Todas, dice? S¨ª, s¨ª, eso es. Ah¨ª es hacia donde va el futuro. El futuro no va hacia tengo algo para el c¨¢ncer o voy a tener algo para cardiovascular, que es lo que ha estado ocurriendo hasta ahora. El futuro va hacia intentar realmente retrasar todas las enfermedades. ?Y esto por qu¨¦? Porque lo que se ve que es importante realmente es estar sano, estar saludable durante el mayor tiempo posible. Es lo que se llama alargar el tiempo de vida de juventud. Ese es uno de los grandes retos, una de las grandes revoluciones en la manera de ver la enfermedad y una de las cosas que m¨¢s avances nos va a dar.
Mar¨ªa Blasco
(Alicante, 1965) es doctora en Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular por la Universidad Aut¨®noma de Madrid. Realiz¨® su tesis doctoral en el Centro de Biolog¨ªa Molecular Severo Ochoa, CSIC-UAM, Madrid, bajo la supervisi¨®n de Margarita Salas. El mismo a?o que obten¨ªa el t¨ªtulo, en 1993, se incorpor¨® al Harbor Laboratory (Cold Spring Harbor, Nueva York, EE UU). Regres¨® cuatro a?os m¨¢s tarde a Espa?a para convertirse en jefa de grupo en el Centro Nacional de Biotecnolog¨ªa, CSIC, Madrid. En 2003 se incorpor¨® al Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas (CNIO, Madrid) como jefa del grupo de Tel¨®meros y Telomerasa y directora del Programa de Oncolog¨ªa Molecular. Tras ocupar otros cargos en el centro, en junio de 2011 fue nombrada directora, en sustituci¨®n de Mariano Barbacid. Es una de las cient¨ªficas espa?olas m¨¢s reconocidas internacionalmente por sus contribuciones fundamentales sobre los tel¨®meros y la telomerasa y la funci¨®n que desempe?an en el c¨¢ncer y el envejecimiento.
Suena parecido al elixir de la eterna juventud¡ No, no, hablamos de avances cient¨ªficos. Es muy complejo, porque el problema tiene una parte gen¨¦tica y una parte ambiental.
?En qu¨¦ porcentaje? Pues un 20% gen¨¦tico y un 80% ambiental. Esto es, de los h¨¢bitos de vida. Hay un estudio hecho en Dinamarca con gemelos univitelinos que confirma claramente lo que le estoy diciendo. En ese 80% se incluye el tipo de vida que has llevado, en qu¨¦ ciudad vives, la suerte o mala suerte que hayas tenido, el estr¨¦s laboral o emocional, independientemente de la gen¨¦tica. Sumemos tambi¨¦n la suerte, la suerte de la vida, el azar. D¨®nde has estado, qu¨¦ has hecho¡ Son cosas que tampoco las decides t¨², puede ser que hayas tenido un accidente, que se te haya muerto un hijo¡, todo eso influye en ese 80%.
Tambi¨¦n cuenta, supongo, la alimentaci¨®n o el sedentarismo. Claro, y por supuesto fumar o el consumo de alcohol. Hemos vivido casi de espaldas completamente al important¨ªsimo efecto que tienen los h¨¢bitos de vida, los h¨¢bitos alimentarios, incluso el estr¨¦s, como dec¨ªa antes, much¨ªsimas cosas que ahora sabemos que est¨¢n influyendo en esta capacidad para mantenernos sanos durante m¨¢s tiempo y que repercuten de manera determinante en la salud de una persona.
Ya, pero eso significa tan solo retrasar las enfermedades. ?Y acabar con ellas, olvidarnos de su existencia? Por lo directo, ?habr¨¢ c¨¢ncer en el siglo XXII? El c¨¢ncer ya es pr¨¢cticamente curable al 100% si se detecta en estadios muy tempranos. As¨ª que lograr que el c¨¢ncer no sea una de las principales causas de muerte en el siglo XXII pasa necesariamente por que seamos capaces de desarrollar biomarcadores efectivos que nos avisen de qu¨¦ individuos est¨¢n en riesgo de padecer c¨¢ncer y en estos casos poder detectarlo de manera precoz, cuando es curable. Hay que evitar que los tumores pasen al estadio de met¨¢stasis, porque la curaci¨®n es muy dif¨ªcil¡ Ojal¨¢ pudi¨¦ramos llegar al siglo XXII con este reto ya resuelto. Lo que s¨ª ocurrir¨¢ dentro de cien a?os es que aquellos individuos que desarrollen un c¨¢ncer tendr¨¢n tratamientos personalizados acordes con el DNI gen¨¦tico del paciente y del tumor. Habr¨¢ muchos m¨¢s f¨¢rmacos que se habr¨¢n desarrollado contra los cientos de nuevas dianas que se est¨¢n encontrando ahora gracias a la secuenciaci¨®n del genoma del c¨¢ncer. Sabremos, adem¨¢s, c¨®mo combinarlos para que maten m¨¢s eficientemente los tumores. Eso s¨ª, estos tratamientos ser¨¢n muy costosos.
No nos asegura entonces que el siglo XXII est¨¦ libre de c¨¢ncer¡ Es que los investigadores todav¨ªa tenemos muchas cosas que resolver antes de hacer una promesa de tal calibre¡ Vemos c¨¢nceres infantiles, claro, pero la verdadera incidencia del c¨¢ncer en t¨¦rminos estad¨ªsticos empieza a aumentar tanto en hombres como en mujeres a partir de los 40-50 a?os. El envejecimiento demogr¨¢fico de la poblaci¨®n predice que en 2050 en Espa?a habr¨¢ m¨¢s de un 30% de la poblaci¨®n con m¨¢s de 65 a?os, y quiz¨¢s esto sea a¨²n mayor en el a?o 3000. Por lo tanto, si no hay avances significativos en nuestra capacidad para prevenir el c¨¢ncer, la predicci¨®n es que en el siglo XXII el c¨¢ncer puede ser una de las enfermedades m¨¢s prevalentes. Para evitar llegar a esa situaci¨®n hay que hacer un grand¨ªsimo esfuerzo hoy. Pero merece la pena.
Pues m¨¢s bien asusta m¨¢s que tranquiliza¡ No, no. Lo que digo es que tenemos que multiplicar el trabajo de manera incansable sobre esos supuestos, y emplear todos los medios que podamos para lograr, repito, esos biomarcadores. En cardiovascular ya funcionan muy bien. El nivel de colesterol, por ejemplo. Esto ha sido una revoluci¨®n, porque ser capaces de ver qu¨¦ personas tienen riesgo de padecer un infarto, y antes de que lo sufran, cambiar los h¨¢bitos de vida, modificar la dieta, incluso darte una pastillita que te baja el colesterol, hace que retrase o evite la enfermedad cardiovascular. Si tuvi¨¦ramos unos biomarcadores tan buenos con el c¨¢ncer, se podr¨ªa diagnosticar con precocidad si un individuo tiene muchas probabilidades de llegar a desarrollar un c¨¢ncer de h¨ªgado, con lo que se le podr¨ªa aplicar un tratamiento especial y, al igual que pasa con el colesterol, administrarle esa pastillita para evitar los malos efectos de esa prote¨ªna rara que tienes y que le producir¨¢, de no tratarse, ese c¨¢ncer de h¨ªgado diez a?os despu¨¦s. Con una simple pastillita le bajar¨ªan esa prote¨ªna y no tendr¨ªa nunca en su vida un c¨¢ncer de h¨ªgado. Pero en el c¨¢ncer no existen esos biomarcadores para saber qu¨¦ personas est¨¢n en riesgo.
Nuestra salud depende en un 20% de la gen¨¦tica y en un 80% de los h¨¢bitos de vida que llevemos¡±
Algunos cient¨ªficos prev¨¦n que el abaratamiento y popularizaci¨®n de la tecnolog¨ªa permitir¨¢n que todos nosotros estemos llenos de chips en el interior de nuestro cuerpo para poder autochequearnos a diario, con la misma facilidad y la misma frecuencia con que nos lavamos los dientes. Esos datos sobre el comportamiento de nuestra maquinaria y sus correspondientes fluidos pasar¨¢n autom¨¢ticamente a un m¨¦dico o a un centro que vigile nuestro estado de forma. A trav¨¦s del aliento que recoja un espejo creado para ello, por ejemplo, se podr¨¢n saber muchos datos de nuestro estado de salud¡ Cuando llegue ese d¨ªa, y puede estar muy pr¨®ximo, habremos logrado tener muchos datos para esos biomarcadores de los que ahora carecemos. Y absolutamente personalizados. S¨ª, ser¨¢ un gran avance en la detecci¨®n precoz. Ese c¨²mulo de datos nos servir¨¢ de indicador permanente. Seguro que hay empresas trabajando en ello. Ya existen desde los modestos tensi¨®metros a las m¨¢s sofisticadas bombas de insulina o de morfina, por no hablar de otros avances mayores¡ Las mejoras rapid¨ªsimas en nanotecnolog¨ªa tambi¨¦n son impresionantes, y ya se pueden utilizar hoy mismo nanorrobots que realicen esa funci¨®n de detecci¨®n en nuestro cuerpo. Todo eso lo veo al alcance de la mano, a la vista de lo r¨¢pido que van todas las investigaciones. El objetivo final es muy sencillo: ser capaces de tener biomarcadores con la misma facilidad con la que ahora se lee el genoma humano.
?Y por qu¨¦ no los tenemos? Pues obviamente porque todav¨ªa no hemos acabado de entender c¨®mo se desarrolla ese proceso celular que lleva al c¨¢ncer.
?Lo habremos logrado dentro de cien a?os? En eso estamos todos los investigadores de todo el mundo. Hay muchos cient¨ªficos implicados, muchos centros con muchos medios, muchos millones de euros y d¨®lares en juego. Es de esperar que lo consigamos en un futuro muy pr¨®ximo¡
?Viviremos hasta los 120 a?os, como creen muchos cient¨ªficos? Yo creo que hay un l¨ªmite biol¨®gico de nuestra especie que son 120 a?os, que es el r¨¦cord que hay hasta ahora. Los m¨¢s longevos suelen vivir hasta 115. Lo que presumiblemente ocurrir¨¢ en el siglo XXII es que la inmensa mayor¨ªa llegaremos ¨Cllegar¨¢n¨C a los 115 o 120 a?os sin necesidad de modificaciones gen¨¦ticas. Con f¨¢rmacos que van destinados a enlentecer el envejecimiento, ese l¨ªmite se podr¨ªa incluso superar, pero eso ya ser¨ªa alterando las rutas moleculares que regulan el envejecimiento.
Creo que el l¨ªmite biol¨®gico del
ser humano
son 120 a?os¡±
?Y se podr¨ªan modificar? S¨ª, cient¨ªficamente s¨ª, sin problemas, pero ah¨ª ya entramos en problemas mayores de regulaciones administrativas o pol¨ªticas¡
D¨¦jeme leerle una frase de un premio Nobel de F¨ªsica, Richard Feynman: ¡°Todav¨ªa no se ha encontrado en la biolog¨ªa nada que indique la inevitabilidad de la muerte. Esto me sugiere que no es del todo inevitable, y que solo es cuesti¨®n de tiempo que los bi¨®logos descubran qu¨¦ es lo que nos causa ese problema, y que esta terrible enfermedad universal, la temporalidad del cuerpo humano, se curar¨¢¡±. Me gusta lo de la temporalidad del cuerpo humano. Y s¨ª, es muy posible que tenga raz¨®n, encaja con lo que le estoy diciendo, pero lo que no s¨¦ es cu¨¢ndo llegaremos a esa curaci¨®n¡
Era un tipo muy peculiar Richard Feynman. Pintaba en sus ratos libres y de mayor le dio por aprender a tocar los bong¨®s y daba recitales a sus amigos y alumnos¡ Debo decirle que estas cosas son bastante comunes entre muchos cient¨ªficos. Que nadie crea que somos unos tipos despistados que estamos metidos entre microscopios sin saber nada de la vida¡ Aqu¨ª, en el Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas, el CNIO, no me he encontrado ninguno as¨ª. Somos gente muy interesada por todo: por el arte, por la cultura. Es que, obviamente, si eres un cient¨ªfico, eres un intelectual. Entonces, como en cualquier otra profesi¨®n intelectual la gente es muy sofisticada. No me extra?a lo de Feynman y los bong¨®s, no¡
D¨¦jeme acabar este apartado del envejecimiento. Si en el siglo XXII todos llegar¨¢n a los 115, ?c¨®mo dividimos el periodo de educaci¨®n, el de trabajo activo y el de jubilaci¨®n? Pues dando un revolc¨®n al modelo social de la posrevoluci¨®n industrial que a¨²n estamos viviendo. Toda esa organizaci¨®n que fue un enorme avance en su momento, ahora habr¨¢ que buscarle un relevo inteligente. No hay sociedad que resista cuarenta a?os de producci¨®n activa y setenta de vida pasiva. Los cient¨ªficos que conozco no quieren jubilarse de ninguna manera. Es gente que est¨¢ capacitada para seguir haciendo su trabajo igual que una persona m¨¢s joven y puede ser muy ¨²til para la sociedad. F¨ªjese en mi maestra Margarita Salas (76 a?os y en activo)¡ Esto supongo que cambiar¨¢ en un futuro muy pr¨®ximo.
?Hay conciencia entre los investigadores de la importancia de lograr avances en la lucha contra el envejecimiento? Absolutamente. Es prioritaria en el mundo de la ciencia y es uno de los campos de investigaci¨®n a los que se dedica mayores cantidades de dinero. La Comisi¨®n Europea lo ha hecho proyecto prioritario. Pero tambi¨¦n en las empresas y en la industria farmac¨¦utica. Eso es lo que explica que hayamos visto este a?o c¨®mo una empresa tan innovadora pero tan alejada de la bioqu¨ªmica como Google haya hecho una inversi¨®n brutal en su compa?¨ªa Calico, que est¨¢ dedicada precisamente a proyectos de investigaci¨®n en este campo. Y el testigo lo ha recogido Craig Venter, el bi¨®logo y empresario que compiti¨® con el Gobierno americano para descubrir la secuencia del genoma humano. Ahora ha dicho que est¨¢ dispuesto a competir tambi¨¦n con Google para ser el primero en conseguir f¨¢rmacos que retrasen el envejecimiento. Y es que Venter ya da por hecho que se lograr¨¢ ese objetivo. La ¨²nica duda es cu¨¢ndo.
?Dominar¨¢ la empresa privada la investigaci¨®n en los pr¨®ximos cien a?os? Lo que es evidente es que ahora los Estados no pueden afrontar los costes de los ensayos cl¨ªnicos. Son las empresas farmac¨¦uticas ¨C como es natural¨C las que est¨¢n aportando los fondos para que cada d¨ªa se investigue m¨¢s. Aqu¨ª mismo, en el CNIO, hemos vivido casos muy interesantes. Tenemos un programa de desarrollo de f¨¢rmacos, que es important¨ªsimo para el centro, del que estamos muy orgullosos. Hacemos el desarrollo inicial, que es el que podemos hacer, porque tenemos a los investigadores, a los que tienen las ideas, a los que descubren las cosas nuevas. Pero en determinado punto necesitamos alianzas con la empresa farmac¨¦utica para hacer la siguiente inversi¨®n, que ya es algo que el presupuesto del centro no puede atender de ninguna manera. Pero ya hemos logrado, entre otras muchas cosas, algo tan importante como acelerar el desarrollo de f¨¢rmacos, porque lo que normalmente tarda veinte a?os, aqu¨ª ya se lo damos hecho a la empresa. O sea, que los Gobiernos deber¨ªan apostar por dotar a los centros de ¨¦lite de suficiente presupuesto para conseguir esas fases iniciales de la investigaci¨®n que tienen un valor incalculable. Incluso en este centro, por la licencia de uno de nuestros proyectos, ya hemos ingresado medio mill¨®n de euros, y nuestro sue?o es alcanzar los 20 millones de euros. Pero s¨ª, por supuesto que es clave la colaboraci¨®n con las empresas farmac¨¦uticas, aunque¡
Acabe, acabe usted la frase que ha dejado a medias¡ No, no, dec¨ªa que es un handicap tambi¨¦n, porque va a depender, obviamente, de los intereses econ¨®micos de las empresas farmac¨¦uticas. Pero bueno, al final se trata de que la obtenci¨®n de rentabilidad de ese f¨¢rmaco sea un acicate para lograr que la investigaci¨®n llegue a buen puerto, que es lo que deseamos los investigadores: que nuestro trabajo sea ¨²til, que llegue a revertir en beneficio de la sociedad. Lo que no evita algo evidente, que es que no todas las enfermedades se estudian por igual, porque depende del inter¨¦s econ¨®mico y de incidencia. Al ¨¦bola, mientras era una cosa rara que ocurr¨ªa en ?frica, en Occidente nadie le prestaba la menor atenci¨®n. Pero en cuanto ha saltado a pa¨ªses del primer mundo¡ Hay much¨ªsimas enfermedades raras que causan much¨ªsimo dolor en no pocas personas, incluso en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados, pero que no tienen tratamiento porque a nadie le merece la pena econ¨®micamente ponerse a buscar el remedio. Es una tremenda injusticia que solo podr¨ªa paliarse con ayuda de fundaciones privadas o apoyo directo de instituciones p¨²blicas. Ser¨¢ rara la enfermedad, pero estamos obligados a curarla¡
?Avanza la investigaci¨®n cient¨ªfica? Much¨ªsimo. Est¨¢ creciendo exponencialmente en todo el mundo. Se ha producido adem¨¢s una important¨ªsima novedad, y es que al numeroso grupo occidental ya conocido de vanguardia en la investigaci¨®n, Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Europa en general, se ha sumado China, donde cada vez hay un mayor desarrollo cient¨ªfico. Yo creo que todo esto es algo realmente masivo que va a cambiar radicalmente las herramientas que tenemos para ir mejorando nuestra sociedad, y eso incluye tambi¨¦n la salud.
?China ha crecido tanto en investigaci¨®n cient¨ªfica? Much¨ªsimo. Parte de los chinos que se fueron sobre todo a Estados Unidos y que se han formado all¨ª, que han alcanzado posiciones muy punteras en universidades tan buenas como pueden ser Harvard o Stanford, est¨¢n volviendo ahora a China y est¨¢n montando all¨ª centros de investigaci¨®n muy potentes, con una cantidad de medios que impresiona. Es cierto que China todav¨ªa tiene una desventaja con respecto a los pa¨ªses llamados occidentales, con una tradici¨®n cient¨ªfica digamos larga, que es que suelen producir mucho, pero con una menor sofisticaci¨®n en los an¨¢lisis. Por ejemplo, en el caso de la secuenciaci¨®n de genomas, de leer el ADN, del c¨¢ncer y de otras enfermedades, China claramente es el l¨ªder en cuanto que lo puede hacer much¨ªsimo m¨¢s r¨¢pido y m¨¢s barato, pero en el an¨¢lisis de todos esos resultados todav¨ªa sigue teniendo el liderazgo Occidente. Pero con el tiempo yo creo que China se pondr¨¢ a la cabeza no solo en producci¨®n, sino tambi¨¦n en an¨¢lisis o innovaci¨®n. Lo veremos en el siglo XXII.
A poco que reflexionemos sobre ello, enseguida nos damos cuenta de que en realidad estamos hablando de algo que solo afecta, pr¨¢cticamente, al primer mundo¡ Es terrible pensar que hay pa¨ªses tan pobres en los que la sanidad es pr¨¢cticamente inexistente, como en Sierra Leona. Es duro pensar en la tremenda desigualdad, que solo una parte de la humanidad pueda beneficiarse de esos avances, mientras en otras zonas hay ni?os que se mueren por enfermedades aqu¨ª consideradas leves y que se curan con una simple inyecci¨®n. O solo con agua. Hay que acabar como sea con las desigualdades, incluso las que hay dentro de un mismo pa¨ªs¡
Usted ha escrito sobre el machismo. ?Hay mucho en la ciencia? No es un mundo muy machista, no, pero la percepci¨®n empeora cuando se habla de puestos de direcci¨®n. Espero que el siglo XXII nos traiga la diversidad en todos los sentidos, entre gentes de diversos pa¨ªses, de sexos, de orientaci¨®n sexual. Pero a las estructuras viejas les cuesta mucho ceder poder. En este terreno del machismo, por ejemplo, Espa?a ha estado y a¨²n est¨¢ muy atrasada. La pol¨ªtica de paridad es un desastre. Y si no avanza esa igualdad, habr¨¢ una explosi¨®n de un feminismo muy beligerante.
?Una bi¨®loga molecular podr¨¢ ser religiosa y creyente en un Dios todopoderoso en el siglo XXII? Bueno, yo no soy religiosa. Soy una persona espiritual en el sentido de que me gusta el arte, me gustan cosas que trascienden el mero materialismo, la belleza, etc¨¦tera. Pero no podr¨ªa ser religiosa, me lo impide mi intelecto. Me parece incomprensible que la ciencia y la investigaci¨®n, que hoy en d¨ªa es extraordinariamente avanzada y sofisticada y puede explicar muchos procesos naturales, no sea a¨²n hegem¨®nica y conviva de hecho con creencias mitol¨®gicas, como el creacionismo, para explicar la vida y el universo.
Me ha parecido entrever a lo largo de la entrevista que es usted una persona m¨¢s bien optimista de cara al futuro¡ Pues s¨ª, porque el camino que ha seguido la humanidad, con todos sus problemas y sus enormes frenazos, es el de la cultura y la racionalidad, el de la democracia y la igualdad, el del bienestar social y los avances m¨¦dicos y tecnol¨®gicos para intentar acabar con el dolor y las enfermedades. Y s¨ª creo, la verdad, que vamos hacia un futuro m¨¢s igualitario, donde habr¨¢ tantas mujeres como hombres como l¨ªderes globales. Seremos ciudadanos del planeta Tierra y no de un pa¨ªs concreto. Conf¨ªo, en definitiva, en que caminamos hacia un mundo cada vez m¨¢s justo y con menos sombras.?
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