?De qui¨¦n son los platos?
La cocina es el resultado del movimiento constante del hombre en la historia
No es lo mismo hablar de un plato que hacerlo de una receta. Si el plato es el concepto, la receta es su adaptaci¨®n a la realidad de cada cocina. Las disponibilidades del mercado, los gustos del cocinero, su origen o su capacidad econ¨®mica determinan los giros que va tomando el plato cada vez que cuando se concreta.
No hay dos cocineros iguales. Aunque trabajen con el mismo plato, siempre ofrecer¨¢n resultados diferentes. Tampoco hay dos cebiches iguales. Sobre el papel, la f¨®rmula esla misma: pescado crudo, lim¨®n, cebolla, aj¨ª¡ En la pr¨¢ctica, nada se repite de uno a otro. Ni el tipo, el frescor, la textura o el corte del pescado, ni el volumen de lim¨®n, ni el tipo o la cantidad de aj¨ª o cebolla, ni la presencia o no del culantro. Sin hablar del tiempo que el pescado pasa en contacto con el lim¨®n, o elementos circunstanciales como el uso o no y la composici¨®n de la llamada leche de tigre; un condimento en el que pueden intervenir desde hortalizas hasta caldo de pescado mezclados con el lim¨®n.
La cocina es una pr¨¢ctica abierta y din¨¢mica
Los cocineros que escapan de la ortodoxia abren la puerta a otro universo paralelo: naranja, tumbo, cocona, maracuy¨¢¡ en lugar de lim¨®n, cocciones parciales del pescado ¡ªtal vez pas¨¢ndolo ligeramente por la brasa, como hace H¨¦ctor Sol¨ªs en el Fiesta de Lima¡ª y otros giros corrigen definitivamente su naturaleza. Pero sigue siendo cebiche.
La cocina es una pr¨¢ctica abierta y fundamentalmente din¨¢mica. El mismo cebiche se prepara de forma diferente a lo largo de todo el litoral del Pac¨ªfico. Ya sea en Ecuador, Colombia, Panam¨¢ y toda la costa centroamericana, hasta llegar a M¨¦xico, donde tiene referencias tan merecedoras de atenci¨®n como el cebiche veracruzano que me sirvi¨® Enrique Olvera hace unos a?os en el Pujol de M¨¦xico DF. En Ecuador aparece la naranja agria en lugar del lim¨®n y en la mayor¨ªa se incorpora el t¨®mate y desaparece el aj¨ª.
La diferencia entre estos cebiches y los peruanos no est¨¢ tanto en los ingredientes como en el proceso que regula la f¨®rmula. La mayor¨ªa de ellos se preparan siguiendo el procedimiento habitual en las cocinas peruanas hasta hace bien pocos a?os: dejando el pescado en lim¨®n durante la ma?ana entera o incluso desde la noche anterior, provocando cocciones largas y agresivas que trastocan su naturaleza. El ¨¦xito del cebiche peruano nace de su extraordinaria capacidad de adaptaci¨®n. Ning¨²n otro cebiche ha trastocado de la misma manera su naturaleza para encontrarse con la modernidad. Hoy se prepara al momento, reduciendo al m¨ªnimo la cocci¨®n en lim¨®n y el peso de los condimentos para resaltar la verdadera naturaleza del pescado. La diferencia no est¨¢ en la presencia de aj¨ª o en el tipo y cantidad de ingredientes, sino en el extraordinario dinamismo que demuestra.
Pocos platos tienen due?o. ?De qui¨¦n son los platos? Pregunta sin respuesta
La cocina nunca fue una disciplina est¨¢tica. M¨¢s bien al contrario; es hija del tiempo que le toc¨® vivir. Los platos nacen, crecen, se desarrollan y languidecen hasta desaparecer. En contadas ocasiones sobreviven. Solo los platos llamados a entrar en la historia quedan para siempre, pero nunca dejan de evolucionar, cambiando su naturaleza para adaptarse a las necesidades de su tiempo. No hay recetas inmutables.
La cocina es el resultado del movimiento constante del hombre a lo largo de la historia. Las corrientes migratorias, las v¨ªas comerciales y las influencias religiosas tejieron una red de intercambios de ideas, h¨¢bitos y alimentos. La cocina vive una fusi¨®n constante desde el comienzo de la humanidad. La ¨²nica diferencia est¨¢ en los ritmos a los que se ha concretado.
El intercambio de t¨¦cnicas, productos y utensilios ha sido continuo en la vida del ser humano. El cebiche nace del encuentro de los pescados del Pac¨ªfico y el aj¨ª cultivado en las costas peruanas con el lim¨®n, la cebolla y el culantro tra¨ªdos por los espa?oles. Tampoco son productos originarios de Espa?a. Llegaron hasta all¨ª en una migraci¨®n casi universal que los trajo desde Asia o el norte de ?frica en diferentes momentos de la historia.
Pocos platos tienen due?o. ?De qui¨¦n son los platos? Pregunta sin respuesta. Imagino que pertenecen a quienes los practican cada d¨ªa. All¨¢ donde est¨¦n.
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