La burbuja del AVE
Las l¨ªneas de alta velocidad no son rentables, pero los pol¨ªticos ven en ellas una inversi¨®n tentadora
Espa?a es el pa¨ªs europeo con la mayor red de alta velocidad ferroviaria y en todo el mundo s¨®lo China supera los 2.515 kil¨®metros en servicio (a los que hay que a?adir otros 1.200 en construcci¨®n). Seg¨²n un estudio de la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (Fedea), por cada mill¨®n de habitantes hay 54 kil¨®metros, una cifra que supera, por ejemplo, a Francia, que cuenta con 31. Cosa bien distinta es el uso que los viajeros hacen del servicio. Por cada kil¨®metro operativo hay 11.800 pasajeros, muy lejos de los 61.400 de Francia, y a una distancia sideral de los 158.121 de Jap¨®n.
Ante este panorama, decir que ¡°si hay un transporte p¨²blico que tiene rentabilidad, no ya social, sino tambi¨¦n econ¨®mica es el AVE¡± parece una afirmaci¨®n que descarrila. Pero as¨ª lo ve la ministra de Fomento, Ana Pastor, que ha defendido la viabilidad de la alta velocidad espa?ola, una red cuya implantaci¨®n ha engullido alrededor de 50.000 millones de euros.
La red ferroviaria espa?ola necesitaba una modernizaci¨®n, eso era evidente. Ahora bien, no era preciso ejecutar tales mejoras a costes tan elevados, ni los diversos Gobiernos deber¨ªan ceder a la tentaci¨®n de sacar r¨¦dito pol¨ªtico de la magna infraestructura. Rajoy lleg¨® a afirmar que son ¡°ra¨ªles de prosperidad¡± y ¡°v¨ªas de entendimiento¡±.
No han faltado, claro est¨¢, voces cr¨ªticas que percib¨ªan una burbuja y aseguraban que el aluvi¨®n de l¨ªneas en construcci¨®n era un dispendio insuficientemente justificado. Sostienen que el elevado coste no compensa el beneficio social. As¨ª lo ven Fedea y tambi¨¦n el partido pol¨ªtico Ciudadanos, que plantea dilatar los plazos de construcci¨®n de los tramos programados para reorientar recursos hacia la innovaci¨®n.
Los datos demuestran que los corredores de alta velocidad no son rentables, pero los pol¨ªticos ven en el AVE una inversi¨®n tentadora. En este 2015 cargado de citas electorales, est¨¢ previsto que el tren veloz llegue a ocho capitales, un carrusel de inauguraciones que nunca vienen mal para pedir el voto. Hay que volver a pensar con racionalidad las dimensiones que debe tener la red de alta velocidad y guiarse por el principio del uso racional de los recursos p¨²blicos.
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