Detenci¨®n-espect¨¢culo
El Gobierno ha de aclarar el fulminante arresto de Rato seguido de su r¨¢pida puesta en libertad

La investigaci¨®n por la que ha sido detenido el exvicepresidente del Gobierno y exdirector del Fondo Monetario Internacional deja abiertos demasiados interrogantes. Hace falta aclarar r¨¢pidamente la solidez de los indicios que llevaron a tomar esa medida fulminante contra Rodrigo Rato y al registro de su domicilio y de su despacho profesional, actuaciones que se saldaron, sin embargo, con la puesta en libertad del detenido a las pocas horas de iniciadas.
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?Era realmente preciso que un agente le agarrase por el cogote y le introdujera en el coche policial? ?Es que Rato se hab¨ªa resistido o existen ¨®rdenes de actuar as¨ª con todos los sospechosos, cualquiera que sea su actitud? Tambi¨¦n cabe preguntarse de qu¨¦ depende que unas veces se espose al investigado por delitos econ¨®micos y otras no: ?del libre albedr¨ªo de los agentes o estos deben atenerse a criterios reglados?
No menos confusos son los motivos de que la Fiscal¨ªa de Madrid fuera la elegida por la Agencia Tributaria para comunicarle unas indagaciones sobre movimientos en sociedades de Rato fuera de Espa?a, y que llev¨® a aquella a movilizar al juzgado de guardia. La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, que investiga a Rato por el caso Bankia y el de las tarjetas black, se ha quejado de haber quedado marginada; hasta el punto de que la fiscal general del Estado habr¨¢ de dirimir, la semana que viene, a qui¨¦n le corresponde la competencia. ?Y por qu¨¦ la Fiscal¨ªa de Madrid cambi¨® de criterio, en cuesti¨®n de horas, sobre si Rato deb¨ªa continuar custodiado?
Cabe temer que a la detenci¨®n-espect¨¢culo llevada a cabo le sigan lentitudes posteriores de procedimiento, que enfr¨ªen la conmoci¨®n causada, aunque sin duda asistiremos tambi¨¦n a la consabida fase de las filtraciones parciales.
En apariencia, el Partido Popular est¨¢ preocupado por las consecuencias en un a?o cuajado de citas electorales. Sin embargo, queda la sensaci¨®n de que el Gobierno maniobra para distanciarse de Rato y, a la vez, controlar los efectos del nuevo esc¨¢ndalo. Esa impresi¨®n no se disipa con la peque?a colecci¨®n de banalidades ¡ª¡°da igual el relieve social o pol¨ªtico o el poder econ¨®mico¡± [de los afectados]¡ª con la que el ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, obsequi¨® ayer a los periodistas. Hacen falta explicaciones mucho m¨¢s precisas.
Todas estas dudas no despejan la impresi¨®n lamentable de que las en¨¦rgicas tomas de postura de Rato contra los delitos econ¨®micos, cuando era ministro y vicepresidente en el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, se ven enfrentadas ahora a graves sospechas de que ¨¦l mismo las ha conculcado. La orden judicial de bloqueo de todas sus cuentas es una medida muy dr¨¢stica, que da a entender que se estrecha el cerco sobre el patrimonio del exvicepresidente. Todo ello hace m¨¢s acuciante saber la verdad, a la que tanto puede contribuir la fiscal¨ªa; que, por cierto, depende jer¨¢rquicamente del Gobierno.
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