Galliano hace penitencia
El dise?ador dar¨¢ una charla en una sinagoga londinense en otro intento de acabar con su imagen antisemita
¡°Hago vida matutina, de esta forma, puedo pensar con claridad si hago pruebas de vestuario a las nueve de la ma?ana. Voy a la oficina cada d¨ªa, temprano, pero aun as¨ª me tienen que decir que no salga muy tarde¡±. La rutina de John Galliano ha cambiado de arriba abajo en estos a?os. ?l, que meses despu¨¦s del incidente en el bar parisino La Perle (donde profiri¨® insultos antisemitas a una pareja) confesaba en el programa estadounidense de Charlie Roseque, ¡°beb¨ªa demasiado¡±, ¡°viv¨ªa de noche¡±, e incluso ¡°estaba sumido en una depresi¨®n¡±, se ha convertido, al parecer, en una persona nueva.
El ahora director creativo de Maison Margiela (la ense?a ha prescindido del Martin, nombre de pila de su fundador) ha detallado los pormenores de su nueva labor durante una entrevista en vivo en el festival que celebra anualmente el Vogue brit¨¢nico. All¨ª ha hablado de las dificultades que supusieron aterrizar en una firma marcada por una identidad profundamente conceptual y, sobre todo, explic¨® cu¨¢l es su estilo de vida actual. Pasa largas temporadas en Los ?ngeles junto a su novio, madruga y trabaja largas horas en su estudio.
Pero, al parecer, este estilo de vida saludable no es suficiente en el camino hacia su redenci¨®n (personal y medi¨¢tica), y Galliano va a dar una charla nada menos que en una sinagoga brit¨¢nica. Nada mejor para desembarazarse de una vez por todas del sambenito antisemita que ¨¦l mismo se colg¨® aquella noche de borrachera.
La ponencia del dise?ador versar¨¢ sobre moda y cultura, y formar¨¢ parte del ciclo de seminarios que cada a?o lleva a cabo la comunidad jud¨ªa Connect. La cita, programada para el 28 de mayo, consistir¨¢ en una conversaci¨®n del creador gibraltare?o junto al rabino ingl¨¦s Sam Taylor y Maureen Kendler, profesora del instituto de Estudios Jud¨ªos.
Antes, el gibraltare?o encontr¨® apoyo en otro l¨ªder de la iglesia jud¨ªa; el rabino Barry Marcus, quien ya intent¨® mediar entre ¨¦l y la comunidad neoyorquina cuando Galliano trabajaba como asistente en ?scar de la Renta. ¡°Despu¨¦s de su desafortunada llamada de atenci¨®n en aquel restaurante hace algunos a?os, ¨¦l se puso en contacto con la comunidad jud¨ªa de Par¨ªs, en vano. En Nueva York, sin embargo, creamos un puente entre el colectivo y Jonathan Newhouse, presidente de Cond¨¦ Nast¡±, contaba Marcus en una reciente entrevista en la revista Fantastic Man.
Otro alto cargo de este gigante editorial, Anna Wintour, fue una de sus valedoras a la hora de regresar a la moda. Tras varios encuentros en Par¨ªs, durante las horas m¨¢s bajas del dise?ador, se rumorea que fue la directora de Vogue USA quien le busc¨® el puesto de asistente en ?scar de la Renta. Ella fue, adem¨¢s, la primera en lucir el primer dise?o que confeccion¨® bajo el paraguas de Maison Margiela.
Ahora que, tras dos colecciones presentadas, nadie duda de su capacidad para volver a liderar la primera divisi¨®n de la industria, s¨®lo resta la restituci¨®n de su imagen. Y Cond¨¦ Nast, en concreto, Newhouse, su Y Cond¨¦ Nast, en concreto, Newhouse, su nuevo padrino en esta aventura.
No lo tiene f¨¢cil: los intentos de Galliano han resultado ser fallidos hasta la fecha. La escuela neoyorquina de moda Parsons rechaz¨® su candidatura como profesor dada su reputaci¨®n medi¨¢tica. La comunidad jud¨ªa de la misma ciudad mostr¨® su rechazo tras el incidente y actrices afines a esta religi¨®n, como Natalie Portman, se negaron a lucir sus vestidos en la alfombra roja de los Oscar. Pero sus recientes apariciones p¨²blicas, dentro y fuera de las pasarelas, dejan claro que el creador m¨¢s laureado de la primera d¨¦cada de los dos mil est¨¢ m¨¢s que rehabilitado. Su aparici¨®n en una sinagoga completar¨¢ el regreso.
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