Hundido
La historia de la humanidad demuestra que el camino de la prevenci¨®n, una vez iniciado, es dif¨ªcil de detener
Prevenir es mejor que curar. Con esa certidumbre, Espa?a e Italia promueven una resoluci¨®n de la ONU que permita aplicar la prevenci¨®n al fen¨®meno de los inmigrantes que intentan entrar a Europa en barcazas como la que naufrag¨® hace poco con 850 personas en su precario buche. El planteo es sencillo. Lo informaba este peri¨®dico d¨ªas atr¨¢s: ¡°La mejor forma de evitar que los inmigrantes se ahoguen intentando alcanzar Europa es impedir que embarquen en Libia¡±. La idea es obtener un permiso para hundir las barcazas en puerto, antes de que partan, y, de esa manera, evitar el ¡°espect¨¢culo horrendo¡± que, seg¨²n el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, produjo el naufragio. Es razonable: a nadie le gusta presenciar espect¨¢culos as¨ª y, cuando se trata de no ofender sensibilidades, no hay que fijarse en gastos. Si la medida obtiene respaldo, otros pa¨ªses podr¨ªan unirse. La Argentina, por ejemplo, podr¨ªa organizar quemas masivas de los buses que ingresan inmigrantes por la frontera norte, y terminar con el problema antes de que empiece. Convendr¨ªa, de todos modos, tener cuidado. La historia de la humanidad demuestra que el camino de la prevenci¨®n, una vez iniciado, es dif¨ªcil de detener, y, cuando se constate que con hundir buques vac¨ªos no basta, quiz¨¢s se empiece a pensar en medidas preventivas m¨¢s eficaces, como bombardear las casas de potenciales inmigrantes o, incluso, impedir que nazcan: no hay mejor manera de evitar el horrendo espect¨¢culo de la pobreza y la exclusi¨®n que impedir que pobres y exclu¨ªdos vengan al mundo. Con todo, la propuesta dice sin tapujos lo que tantos, sin atreverse, querr¨ªan decir: mu¨¦ranse en sus pa¨ªses, v¨ªctimas de la guerra, el hambre y las pestes, pero no vengan aqu¨ª a dar ¨Ca darnos- su horrendo espect¨¢culo.
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