Un barco para cambiar el mundo
El Peace Boat, una ONG que promueve la paz y el conocimiento entre pueblos, recorrer¨¢ 24 pa¨ªses con supervivientes de las bombas at¨®micas de Hiroshima y Nagasaki a bordo
Con 16 a?os, Nobuo Myake (que ahora tiene 86) se vio expuesto a la radiaci¨®n provocada por la bomba at¨®mica lanzada por el ej¨¦rcito norteamericano en Hiroshima. Durante toda su vida ha sufrido los efectos de aquella acci¨®n y desde hace m¨¢s de 30 a?os recorre el mundo para compartir su historia y reclamar la abolici¨®n de las armas nucleares en todo el planeta. Para su ¨²ltimo viaje se embarc¨® con una ONG que tiene como misi¨®n promover la paz, los derechos humanos, el desarrollo justo y sostenible y el respeto por el medio ambiente usando sobre todo viajes a bordo de cruceros para hacerlo. Su nombre es Peace Boat, e inici¨® su 87? viaje el pasado 12 de abril en el puerto de Yokohama.
En esta ocasi¨®n el recorrido tiene un gran contenido hist¨®rico. Coincidiendo con el 70? aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial y del lanzamiento de las bombas at¨®micas en Hiroshima y Nagasaki, en el barco viajan ocho hibakusha (supervivientes de las bombas at¨®micas) que tienen como objetivo explicar su experiencia en los distintos puertos donde se detengan. Myake es uno de ellos: ¡°Mientras tenga salud no parar¨¦ de viajar para compartir mi experiencia. Es necesario que las generaciones m¨¢s j¨®venes conozcan de primera mano lo que sucedi¨®. Lo tenemos que hacer ahora antes de que ya no quede ninguno de nosotros vivo¡±.
Para concienciar e informar a los pasajeros, en el barco se llevan a cabo diversas conferencias relacionadas con el tema. El principal coordinador de estas actividades es Akira Kawasaki, miembro destacado de la Campa?a Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN), una coalici¨®n global que trabaja para movilizar a las personas de todos los pa¨ªses para inspirar, persuadir y presionar a sus gobiernos y que estos inicien y apoyen las negociaciones para conseguir la firma de un tratado que las proh¨ªba. ¡°En el mundo existen 16.400 armas nucleares en manos de nueve pa¨ªses. Algunas naciones m¨¢s se pueden sumar al club nuclear en el futuro. Es absolutamente necesario alcanzar un acuerdo internacional para que este tipo de armamento sea prohibido, tal y como pas¨® con las minas antipersonas¡±, argumenta.
La gran mayor¨ªa del millar de pasajeros de este crucero son japoneses de m¨¢s de 50 a?os. Pero en el barco tambi¨¦n viajan un centenar de j¨®venes y un grupo de 20 voluntarios internacionales de or¨ªgenes diversos. Con su labor, el barco pretende crear conciencia y llevar a cabo acciones a favor de cambios sociales y pol¨ªticos positivos en el planeta. Para ello, organiza programas educativos, proyectos de cooperaci¨®n y campa?as de sensibilizaci¨®n sociopol¨ªtica en cooperaci¨®n con otras organizaciones. En esta ocasi¨®n, el Peace Boat estar¨¢ navegando durante 105 d¨ªas y tiene previsto detenerse en 24 pa¨ªses de cuatro continentes distintos recorriendo unos 50.000 kil¨®metros antes de volver a Jap¨®n a finales de julio.
La abolici¨®n del armamento nuclear es el tema central de este viaje, pero se preocupa de cuestiones como el turismo responsable o los derechos de los ind¨ªgenas
La abolici¨®n del armamento nuclear es el tema central de este viaje del Peace Boat, pero la ONG japonesa se preocupa de otras muchas cuestiones como el turismo responsable o los derechos de las comunidades ind¨ªgenas alrededor del mundo. En cada viaje participan hasta 50 educadores invitados, entre acad¨¦micos, miembros de ONG, artistas y otros profesionales que organizan a bordo conferencias y talleres sobre temas relacionados con las comunidades que visitan y los retos de la sociedad global actual. Adem¨¢s, se incentiva a todos los viajeros a organizar sus propias actividades. El resultado es una rica y variada agenda diaria que incluye desde clases de yoga a talleres de fotograf¨ªa pasando por conferencias sobre energ¨ªas renovables o competiciones deportivas. ¡°En el barco todo el mundo se relaciona y hace cosas juntos, no importa su procedencia o su edad, algo que es fant¨¢stico para el intercambio intergeneracional¡±, explica Aiko Ichizuka, la responsable de la comunidad internacional a bordo. Esta ONG se financia ¨²nicamente con una parte del dinero que los pasajeros pagan por realizar el viaje. Muchos ¡ªhasta 400 en esta ocasi¨®n¡ª son repetidores y ya han viajado con la organizaci¨®n en alg¨²n otro momento. Son los m¨¢s implicados y los que desde el primer d¨ªa montan eventos propios para compartir sus experiencias y conocimientos con el resto de participantes.
Uno de los programas estrella del barco son las clases de ingl¨¦s y espa?ol. Hay cursos privados y clases abiertas a las que todo el mundo puede asistir. Estefan¨ªa Granda es la ¨²nica profesora de espa?ol del 87? viaje. Como el resto de profesores, su trabajo es voluntario. A cambio de las clases y de ayudar en otro tipo de actividades puede dar la vuelta al mundo y visitar todos los pa¨ªses del recorrido. ¡°El Peace Boat es una oportunidad fant¨¢stica para aprender sobre muchas cosas. Es un aut¨¦ntico microcosmos donde todo el mundo puede profundizar sus lazos, apoyarse unos a otros y descubrir un inter¨¦s com¨²n m¨¢s all¨¢ de sus fronteras¡±, comenta. En las clases abiertas de espa?ol suelen participar decenas de pasajeros. Su objetivo es aprender vocabulario y frases b¨¢sicas para cuando visitan los pa¨ªses de habla hispana. En esta ocasi¨®n el barco de la paz se detendr¨¢ en Motril el 18 de mayo y m¨¢s adelante, a finales de junio, visitar¨¢ Venezuela, Panam¨¢ y Guatemala. ¡°Uno de nuestros objetivos principales es la profundizaci¨®n de lazos de intercambio directo entre Asia y Am¨¦rica Latina, y aproximadamente una tercera parte de cada viaje global se desarrolla entre puertos hispanohablantes. Nuestros participantes aprenden de la riqueza cultural y natural de la regi¨®n¡±, cuenta la coordinadora del programa de lenguas en el barco, Mauriko Shimozaki.
El primer viaje del Peace Boat fue organizado en 1983 por un grupo de estudiantes universitarios japoneses. Su objetivo era buscar una alternativa objetiva y ver¨ªdica a la censura establecida por el gobierno sobre los libros de texto de historia que analizaban la agresi¨®n militar de su pa¨ªs en Asia durante la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, el Peace Boat ha organizado m¨¢s de 80 viajes, regionales y globales. ¡°Nos dimos cuenta de que no pod¨ªamos confiar en nuestro gobierno, los medios de comunicaci¨®n o la educaci¨®n que recib¨ªamos en las escuelas. As¨ª que decidimos que la mejor manera de aprender era ir a ver a la gente en sus lugares de residencia¡±, explica Tatsuya Yoshioka, uno de los fundadores de la ONG.
Aunque a¨²n desconocida a nivel internacional, la ONG cuenta con una oficina en Z¨²rich y otra en Nueva York y tiene estatus consultivo especial ante el Consejo Econ¨®mico y Social de las Naciones Unidas. A lo largo de su historia, la organizaci¨®n ha usado distintos barcos para sus viajes. El actual se llama Ocean Dream, es de bandera paname?a, y cuenta con una tripulaci¨®n de 400 personas. Pero en un futuro la ONG espera contar con su propia embarcaci¨®n. La idea es disponer de una gran nave con una decena de m¨¢stiles que tambi¨¦n funcionar¨¢n como paneles solares que generar¨¢n su propia energ¨ªa. Ser¨¢ el barco m¨¢s ecol¨®gico del mundo, dicen. Su objetivo, tenerlo listo en el 2019 para poder estrenarlo durante su 100? viaje alrededor del mundo.
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