Nepal nunca m¨¢s
La ayuda puede realmente ser el factor que desencadene un cambio real en un pa¨ªs que habr¨¢ que construir desde sus cimientos
Nepal se asocia a los cuatro miles, a los sherpas, a las proezas humanas en las alturas... Pero siempre hay mucho m¨¢s all¨¢, detr¨¢s de los titulares. Y lo mismo sucede con este pa¨ªs. Un pa¨ªs que combina una belleza natural impactante con una elevad¨ªsima probabilidad de sufrir alg¨²n tipo de desastre. Y no s¨®lo terremotos: inundaciones, desprendimientos, sequ¨ªas, avalanchas, incendios son otros muchos de los impactos devastadores de tener una ubicaci¨®n geogr¨¢fica, geol¨®gica y ecol¨®gica tan particular. Esta realidad, le convierte en uno de los pa¨ªses m¨¢s vulnerables a los desastres naturales del mundo.
Seg¨²n el informe sobre la Vulnerabilidad y el Riesgo al Desastre del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Nepal se sit¨²a en el puesto und¨¦cimo de la lista de pa¨ªses m¨¢s vulnerables a los terremotos. La ristra de datos es escalofriante. En las ¨²ltimas dos d¨¦cadas han muerto, de media, casi 1.000 personas anualmente debido alg¨²n tipo de desastre climatol¨®gico. Se han producido 900 adversidades naturales por a?o y han supuesto un coste equivalente al 76% de las rentas del pa¨ªs.
Con estos datos es f¨¢cil deducir que para los expertos este reciente desastre era algo previsible. Especialmente teniendo en cuenta que ya se identificaba a Katmand¨² como uno de los principales puntos calientes del mundo. De hecho, se pronosticaba la llegada ¡°del gran terremoto¡± tras 80 a?os de considerable silencio s¨ªsmico. Incluso, las previsiones de la Sociedad Tecnol¨®gica Nacional de Terremotos apuntaban que si se produc¨ªa un terremoto similar al de Hait¨ª supondr¨ªa la muerte de 200.000 personas y la destrucci¨®n del 60% de las casas. Lamentablemente, este nuevo se¨ªsmo ha sido a¨²n mayor en la escala Ritcher.
En cualquier caso, est¨¢ claro que esta era la cr¨®nica de una muerte anunciada. Y parece obvio que todo el esfuerzo puesto por el gobierno y por organizaciones como Oxfam para prepararse para este tipo de calamidades no ha sido suficiente. Claramente, porque la magnitud de este terremoto ha sido hist¨®rica y porque, no hay que olvidar, que estamos hablando de uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo que no tiene ni las infraestructuras ni los recursos para hacer frente a una crisis de esta dimensi¨®n.
Por eso, se necesita ayuda internacional desesperadamente. Esa ayuda puede ser de muchos tipos y podr¨¢ traducirse en realidades muy diversas para el futuro del pa¨ªs. Puede ser una ayuda et¨¦rea, es decir, aquella que se promete pero que nunca llega. Puede ser responsable, aquella que realmente llega e incluso alcanza la totalidad de lo pedido. O puede ser comprometida, la que no s¨®lo se desembolsa, no s¨®lo alcanza el 100% de lo demandado, sino que, adem¨¢s, detr¨¢s de esos fondos hay una f¨¦rrea voluntad pol¨ªtica de reconstruir un pa¨ªs mejor. Un pa¨ªs formado, preparado y entrenado para resistir los embistes de unas condiciones climatol¨®gicas nada favorables.
No me estoy inventando ning¨²n ideal sacado de un libro. Esto puede pasar. Yo lo he visto en Filipinas. Un pa¨ªs que lleva tiempo invirtiendo en mejorar sus mecanismos de respuesta, de alerta r¨¢pida, de infraestructuras resistentes, de sociedades resilientes. Y lo han hecho con la ayuda de la comunidad internacional. Gracias a ello, el propio pa¨ªs pudo, sin fondos internacionales, responder al cicl¨®n Hagupit justo un a?o despu¨¦s de haber sufrido las terribles consecuencias del tif¨®n Haiyan.
Y ya s¨¦ que comparar Filipinas ¡ªpa¨ªs de renta media¡ª con Nepal ¡ªa la cola del ?ndice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas¡ª es un ejercicio dial¨¦ctico. Pero sirve para demostrar que la ayuda puede realmente ser el factor que desencadene un cambio real en un pa¨ªs que habr¨¢ que construir desde sus cimientos. Repito, no s¨®lo hace falta el desembolso sin m¨¢s, sino la voluntad pol¨ªtica de la comunidad internacional y del gobierno de reconstruir algo mejor. Y asegurar as¨ª que esta tragedia no se vuelve a repetir.
Paula San Pedro es investigadora y experta en acci¨®n humanitaria de Oxfam Interm¨®n.
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