6 meses por delante en Nepal
Por Matt Crook de Plan International
No hay nada m¨¢s confuso que despertarse por una r¨¦plica de un terremoto que sacude el edificio en medio de la noche. Las r¨¦plicas ya son un suceso diario, pero cuando ocurren en mitad de la noche, cuando casi est¨¢s dormido, hay un momento inevitable en el que piensas: ¡°?qu¨¦ ha sido eso?¡±. Solo puedo imaginarme lo que debi¨® ser para la gente de Nepal el terremoto de magnitud 7.8 que sacudi¨® el pa¨ªs hace poco m¨¢s de una semana. Estos recordatorios habituales deben ser aterradores, sobre todo para quienes lo vivieron m¨¢s all¨¢ de las colinas, donde estamos ahora, m¨¢s de cinco horas al este de Katmand¨² en un distrito llamado Dolakha.
Hay tiendas de lona improvisadas por todas partes en Dolakha. El camino hasta aqu¨ª pasa por un paisaje tan asombroso, tan incre¨ªble, que por un momento se te olvida lo que ha sucedido en este pa¨ªs, hasta que un segundo despu¨¦s ves un mont¨®n de escombros que hace una semana eran el hogar de una familia.
El viaje hasta Dolakha
El viaje hasta Dolakha fue largo, empinado y sinuoso, con carreteras fracturadas y deslizamientos de tierra por todo el camino. Cuando llegamos a la ciudad principal, me sorprendi¨® ver tantos hoteles. Resulta que Dolakha es una zona muy transitada por aficionados al trekking. No he visto a ninguno a¨²n, pero seguro que hay algunos por la zona. Una vez que se llega al centro urbano, se ven casas diseminadas ente la vegetaci¨®n, en estados de conservaci¨®n distintos.
Muchas de estas estructuras no fueron construidas para soportar un terremoto, por lo que se derrumbaron. Pero no solo las casas se destruyeron o da?aron. Tambi¨¦n los centros de salud y los hospitales se vieron muy afectados. Ayer nos reunimos con el departamento de Servicios de Salud y nos contaron que 28 centros est¨¢n completamente destruidos y 16 parcialmente da?ados. Hay una necesidad real de tiendas de campa?a para que el personal sanitario pueda establecer estructuras temporales y seguir ofreciendo servicios de salud a las personas afectadas por el terremoto.
Ver de cerca las condiciones sanitarias
Ayer visit¨¦ un hospital y conoc¨ª a varios m¨¦dicos que est¨¢n trabajando sin descanso y haciendo un trabajo incre¨ªble con muy poca ayuda. Me hicieron un recorrido por el edifico para ense?arme las condiciones en las que est¨¢n trabajando: el hospital est¨¢ lleno de grietas y los pacientes est¨¢n comprensiblemente aterrorizados de estar all¨ª, especialmente si tienes en cuenta las numerosas r¨¦plicas que est¨¢n viviendo. Pero no tienen otra opci¨®n. Tienen extremidades rotas y heridas infectadas y por supuesto hay muchas mujeres embarazadas y reci¨¦n nacidos. Como me pregunt¨® ayer una madre, acunando a su beb¨¦ reci¨¦n nacido: ¡°?D¨®nde se supone que voy a ir cuando salga de aqu¨ª?¡±. Su casa es un mont¨®n de escombros. Es una situaci¨®n horrible, una pesadilla.
Y sin embargo, aunque el edificio del hospital sigue en pie, el equipamiento que est¨¢n usando los m¨¦dicos es tan viejo, obsoleto y est¨¢ tan da?ado que apenas pueden cubrir las necesidades de las 50 o 60 personas que atienden diariamente.
Un m¨¦dico all¨ª me cont¨® que despu¨¦s de la primera oleada de pacientes con traumas severos y de la segunda con pacientes con heridas y dolencias infectadas y abandonadas, ahora est¨¢ llegando la tercera ola de pacientes con diarrea y otras enfermedades contagiosas. Un chico joven que conoc¨ª estaba tan deshidratado que ten¨ªa puesto el goteo. Parec¨ªa que hab¨ªa estado luchando mucho hasta llegar all¨ª, pero al menos estaba recibiendo tratamiento. Para muchos, el viaje hasta un centro de salud es simplemente tan dif¨ªcil de hacer, especialmente con carreteras da?adas y corrimientos de tierra, que nunca llegan.
Estar¨¦ aqu¨ª unos d¨ªas m¨¢s, recorriendo estas comunidades con mis compa?eros y conociendo a los funcionarios y habitantes locales para evaluar mejor la situaci¨®n mientras distribuimos ayuda de emergencia b¨¢sica como lonas y comida. Vamos a establecer una oficina aqu¨ª para los pr¨®ximos seis meses, posiblemente m¨¢s, para centrarnos en las necesidades m¨¢s inmediatas. Por el momento, Plan Internacional est¨¢ trabajando con Irish Aid, el ej¨¦rcito nepal¨ª y los marines de Estados Unidos para distribuir ayuda y refugios entre las comunidades que m¨¢s lo necesitan y estamos avanzando en las intervenciones sanitarias con el foco en los m¨¢s vulnerables: las embarazadas, los reci¨¦n nacidos y los ni?os y ni?as menores de cinco a?os.
Van a ser seis meses largos, pero ya estoy viendo gente unida, reconstruyendo, ayud¨¢ndose. Es el esp¨ªritu de solidaridad y comunidad que une a la gente cuando llegan tiempos dif¨ªciles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.