Iggy Pop: "Me canso m¨¢s practicando sexo que subiendo escaleras"
Invent¨® el 'punk' y ahora vive en una mansi¨®n en Miami. Imagen de Black XS de Paco Rabanne, nos citamos con ¨¦l para que nos hable de su intensa vida
¡°Nos citamos en este mismo sitio en diez a?os. Y ya ver¨¢s como tengo a¨²n un aspecto cojonudo¡±. Iggy Pop se ha picado. La pregunta sobre si la edad y el hecho de que mucha gente con la que comparti¨® fechor¨ªas en el pasado est¨¦ bajo tierra no le ha terminado de sentar del todo bien. O, simplemente, bromea. Se remueve en el sof¨¢ blanco de este estudio en Miami, vestido de Paco Rabanne, bronceado, sin camisa.
¡°Y tambi¨¦n ver¨¢s c¨®mo esta gente, que son listos, cuando celebren el cuarto de siglo del perfume, me volver¨¢n a llamar¡±. Suelta una enorme carcajada, sincera y a la vez siniestra. Iggy (nacido en 1947 en Muskegon, Michigan, y en cuyo carnet de conducir se lee James Newell Osterberg Jr.) est¨¢ aqu¨ª para aparecer en las fotos de la campa?a que promover¨¢ la reformulaci¨®n del perfume Black XS de Paco Rabanne que se ha acometido coincidiendo con el 10 aniversario de la fragancia.
?l es la imagen de la edici¨®n masculina. Debbie Harry (Miami, 1949). de Blondie, quien se halla en un tr¨¢iler en el aparcamiento del estudio ech¨¢ndose una siesta, de la femenina. ¡°Que no me he enfadado, zorra. Estaba jugando¡±, desengrasa el hombre que invent¨® el punk al frente de la banda m¨¢s disfuncional de la historia, The Stooges. Y asiente, dispuesto por fin a responder a la pregunta. ¡°Claro que me pregunto sobre mi mortalidad. Ser¨ªa un imb¨¦cil si no lo hiciera¡±, se arranca. ¡°Me pregunto qu¨¦ pasara cuando deje de ganar dinero. Cu¨¢nto debo facturar para mantener la casa de la playa hasta que muera. ?Y si no puedo subir las escaleras para ir al ba?o que tengo arriba y mear? Entonces, igual es mejor morir antes de que eso pase. Y luego me doy cuenta de que me canso m¨¢s practicando sexo que subiendo escaleras. Y ah¨ª vamos otra vez. ?Deber¨ªa follar m¨¢s o menos? Mi gran objetivo es morir en casa. Cuando leo eso de alguien, le felicito. Lo que ya se me pas¨® es aquello de ¡®antes de morir quiero¡¡¯. A la mierda. S¨®lo guardo fotos y cosas de mis padres. Y trato de pensar en ellos cada d¨ªa de mi vida. La cosa de la que m¨¢s me arrepiento es que tard¨¦ tanto en madurar y luego me concentr¨¦ tanto en triunfar con mi m¨²sica que no estuve con ellos cuando eran mayores tanto como hubiera debido. Y eso me jode¡±.
Iggy Pop lleg¨® a Miami hace 20 a?os. Antes hab¨ªa vivido en Detroit, en Nueva York o en Berl¨ªn. En esta ¨²ltima ciudad, cuenta la leyenda que fue expulsado del piso que compart¨ªa con David Bowie por consumir demasiada coca¨ªna. Que a finales de los setenta te eche de un piso Bowie por drogarte debe ser parecido a lo que sinti¨® Charlie Sheen cuando Slash le dijo que deb¨ªa controlarse. ¡°Cuando un tipo que ha estado en Guns N¡¯Roses te dice que tomas m¨¢s drogas de lo necesario es que tienes un problema realmente serio¡±, record¨® el actor. De cualquier modo, los recuerdos de aquella ¨¦poca berlinesa se difuminan, y las leyendas se mezclan con la realidad.
En este momento de su vida, Iggy (casado tres veces y padre de un hijo de 44 a?os) parece mucho m¨¢s interesado en la familia turca que hoy ocupa ese piso y que est¨¢ harta de que se acerquen turistas preguntando por sus h¨¦roes pop que en confirmar o desmentir parte de la rumorolog¨ªa que adorna la era en que, de la mano de Bowie, logr¨® el ¨¦xito que llevaba casi una d¨¦cada eludi¨¦ndole.?El autor de Raw power prefiere desarrollar conceptos a pulir detalles. S¨®lo volver¨¢ al pasado si este tiene alg¨²n sentido en su presente. ¡°David Bowie fue quien hizo que me interesara por Europa. Gracias a ¨¦l llego hoy a un palacete de Berl¨ªn y digo: ¡®Joder, qu¨¦ pomo de puerta m¨¢s incre¨ªble¡¯. O estoy en Espa?a y flipo: ¡®Joder, qu¨¦ paisaje hay entre Toledo y C¨¢diz¡¯. ¡®Estoy en Barcelona durante una huelga general. ?Es una crisis socialista de puta madre!¡¯. A cada lugar al que iba a tocar en Europa nadie ven¨ªa a verme, pero me la sudaba, porque pod¨ªa apreciar los pomos del palacete y los dem¨¢s hijos de puta no. M¨¢s tarde, algo empez¨® a pasar en Francia y en Reino Unido. Empezaban a quererme. Y luego, Espa?a, Suecia, Argentina¡ En pocos a?os, la gente quer¨ªa escuchar lo que yo dec¨ªa. Entonces, flipaban, porque me preguntaban sobre sus cosas y yo sab¨ªa qui¨¦n era Michel Houellebecq¡±, recuerda orgulloso Iggy, quien m¨¢s que contestar, parece representar al personaje que Barrio S¨¦samo har¨ªa de s¨ª mismo.
Hubo un tiempo, una era entera, en la que ve¨ªa a alguien como Britney Spears promocionando un perfume y pensaba: ¡®Menuda zorra. ?Por qu¨¦ t¨² s¨ª y yo no, put¨®n?¡±
Durante la respuesta anterior hemos contabilizado hasta cuatro versiones de Iggy. ¡°Debo estar siempre preparado para ser Iggy Pop¡±, informa. ¡°Otra gente tiene una vida en la que trabajan unas horas, se apagan y se encienden. Yo soy como un mayordomo, si alguien hace sonar la campanilla debo aparecer siendo Iggy Pop¡±. Eso es exactamente lo que no s¨®lo el p¨²blico, sino tambi¨¦n las marcas quieren de ¨¦l. Iggy es casi un estado de ¨¢nimo, y eso es algo que a otros podr¨ªa incomodar, pero ¨¦l se siente muy a gusto en este papel de embajador de s¨ª mismo, de confirmaci¨®n de la sospecha sobre lo que todos pensamos que debe ser Iggy Pop.
Jam¨¢s tuvo tiempo para lo que ¨¦l denomina "punks sinceros", tipos a los que hubiese cabreado escuchar sus canciones en un anuncio. A ¨¦l le encanta que suceda eso. Adem¨¢s, por razones complicadas de explicar, a las marcas, lo que m¨¢s le atrae del repertorio del de Michigan es la parte m¨¢s obtusa, m¨¢s brusca, menos comercial.
¡°Hubo un tiempo, una era entera, en la que ve¨ªa a alguien como Britney Spears promocionando un perfume y pensaba: ¡®Menuda zorra. ?Por qu¨¦ t¨² s¨ª y yo no, put¨®n?¡¯. Cuando estaba en los Stooges me sent¨ª tan orgulloso la primera vez que pusieron una canci¨®n nuestra en un anuncio que se me olvid¨® que deb¨ªa pedir dinero por ello. En EE.UU., donde el comercio es nuestra ¨²nica cultura, la industria nuestra realeza, y las corporaciones nuestro ¨²nico castillo, amamos lo que vende. Pero yo jam¨¢s trat¨¦ de ser comercial. La primera vez que vi videoclips pens¨¦ que eso era una puta mierda. A medida que me?hice mayor, la gente empez¨® a aceptarme y yo empec¨¦ a aceptar a la gente¡±, recuerda el autor de Search and destroy, mientras se vuelve a contorsionar sobre el sof¨¢.
Mira hacia la puerta. Fuera hace un calor horrible. Trata de pellizcarse el pliegue que forma su piel a la altura del est¨®mago. Sacude la melena. ¡°Estoy en paz¡±, anuncia. ¡°Tengo una relaci¨®n con el mar. Ya sabes: ¡®El mar lo cura todo¡¯ [lo dice en espa?ol y luego nos lo traduce al ingl¨¦s. ?l sabr¨¢ por qu¨¦]. ?Tengo un descapotable, tengo una novia, una casa y me mud¨¦ a Miami, zorra!¡±. Resopla. ¡°Debo controlarme, porque si no terminar¨¦ hecho un playboy¡±.
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